Si, chicos, tenía previstas unas grandes vacaciones en Galicia y al final he decidido repartírmelas en cuanto a lo grandes que fueron, sin embargo, su duración fue la que había previsto inicialmente. Os explico, chuchis.
He tenido mis vacaciones laborales, los quince días de rigor, o dieciséis que me suelo coger todos los meses de agosto, y las he pasado en Galicia, si, como os dije en los últimos post. He hecho creo que todo lo que tenía en mente hacer lo cual es una enorme satisfacción que se ha debido, sobre todo a un tiempo soleado, muy generoso con lo que en ocasiones suele ser el mes de agosto en Galicia. Y luego me he cogido unas vacaciones indefinidas de D. Si, caris, seguro que estábais pensando que era ya mucho tiempo de estabilidad para mi y que, tarde o temprano vendría otra crisis, y si, ha llegado así de repente, o ha explotado, más bien. En cualquier caso lo he visto como un anticipo de aquello que se veía venir desde hace tiempo o dicho de otra forma, una suma de fracasos que han conducido a un final, cuanto menos, violento, que así lo llamaría yo. Tranquilos, no he tocado para nada a D., supongo que físicamente está bien, o eso espero, y que mentalmente también, o para ser sincero, no espero nada de él, lo que en términos informáticos se conoce como un format c:\
Este mes de agosto ha sido brutal en general, un mes de tremendo cansancio, al punto que tenía ganas de llegar a Madrid para descansar, así os lo digo. No he parado un solo instante, casi todo el día fuera de casa, aunque también he disfrutado de los míos, los he disfrutado cuánto he podido, también os lo digo así, porque he tenido alguna mala noticia familiar, un triste desenlace que será mi post de mañana, algo que, por esperado no ha dejado de hacerme llorar en las últimas horas. Y entre las malas noticias, una gran noticia, muy buena, buenísima, la mejor en años que yo recuerde, que también será motivo de post esta semana. También, me he quedado con las ganas de contar, hasta lo que va de agosto dónde me he metido estos días, qué he hecho, con quién he estado, a quién he conocido, en qué tipo de fiestas me he metido. Si, esas pequeñas cosas que hacen a uno feliz y que aunque no dejan de ser cosas de mi vida privada, a vosotros os encantan, que lo sé.
Sobre el final de D., anticipar que se vino una semana de vacaciones a Galicia, como en los últimos años, o de forma parecida a la de los últimos años. Una reacción violenta suya me hizo abrir los ojos definitivamente sobre lo que quiero y lo que estoy más que seguro que no quiero tener a mi lado. Con esto no me quiero justificar en que yo en muchos momentos no estuviese a la altura, probablemente no, cosas que ocurren cuándo ya no tienes ganas de darlo todo por una persona y cuándo esa persona tampoco te demuestra que tú seas lo más importante.
Dicho esto, os emplazo a que mañana os paséis por aquí, quizá tengamos post triste, o uno de esos chulazos que a algunos de vosotros os gustan, solo espero que estas Pimpfiadas sean de vuestro agrado, como siempre.
Bicos ricos
Feliz regreso. A veces no hay nada como alejarse de la realidad para verla mejor. Y siento lo triste, y me alegro por el notición. Espero que nos vayas contando, que por supuesto que me gustan los posts de vida privada, ¡viva la maruja que llevo dentro!
ResponderEliminar(o sea, que estás libre, mmm... interesante... :D )
Osea que llegas recargado :) saludos.
ResponderEliminarPasar tiempo con la familia es lo mejor que puedes hacer. Nos quieren muchas veces sin condición.
ResponderEliminarBienvenido de nuevo muchacho... si es que en las vacaciones suele pasar de todo... yo tb siento esa noticia triste pero lo importante es no venirse abajo cari.
ResponderEliminarNosotros (bueno... yo) ya estamos de vuelta... Celso anda desaparecido... ¿habrá encontrado el amor?.
Lo dicho,,, levanta ese animo y si no aqui estan tus amigos blogueriles para levantartelo.
Salu2.