miércoles, 3 de abril de 2013

Conversaciones de urinario

Los hombres tenemos la capacidad innata de poder ir solos a cualquier servicio, sin compañía de nadie muy al contrario que las mujeres, solo necesitamos un urinario y los amigos para toda la vida, llegan por si solos.
Tomando un café, dos niñas jugaban en una cafetería, le pregunté a una amiga si eran hermanas, y me dijo que no, que acababan de conocerse allí, hacía cinco minutos. Se habían hecho amigas para toda la vida, los hombres en los urinarios no tenemos esa necesidad de hacer amistades eternas, pero el rato lo pasamos bien, y he aquí Pimpf descubriendo uno de los grandes secretos masculinos de la historia.
Así sucedió el pasado viernes santo, fría noche de copas a última hora de la madrugada, el último local y las ganas de orinar para depurar el riñón, o lo que sea, los cuatro urinarios en fila, urinarios de esos que te permiten cotillear discretamente lo que hay en los alrededores. Si, es una costumbre que solemos  tener los hombres, y el que diga que no, miente, porque ya no digo que sea necesario que uno sea homosexual para fijarse en esas cosas. Me he encontrado de todo, y con esto quiero decir, todo tipo de rabos, y todo tipo de personas. Como decía, un baño vacío, los cuatro urinarios, eliges, y aunque por probabilidades tener todos vacíos haría pensar que me colocaría en el medio, Pimpf en un alarde de máxima agudeza visual se sitúa en uno de una esquina, desabrocha el pantalón y comienza a orinar, con calma, tampoco hay prisas. Dos urinarios más allá se coloca un chico, giro un poco la cabeza, por ver su cara, y sigo a lo mío, disimulando, claro está, esa es la palabra clave, el disimulo. Y entran los nervios. No es un chico cualquiera, es ese chico guapísimo en el que te fijas desde hace mucho tiempo, uno de esos de tu lista de "los más guapos de tu mundo mundial". ¿Qué habrá ahí? ¿Cómo será el secreto mejor guardado? Es entonces el momento de volver a echar un ojo, disimulando como he dicho. Vale, incógnita despejada, una cosa morena, como él, pero nada llamativo, nada de otro mundo, una pequeña desilusión pero, bien vista, bien vista está muy bien, coqueta que se podría decir. Te relajas con tu pis, que va para largo, y en el momento que subes el ojo, su mirada está posada en lo que tú tienes entre las piernas, disimulas, y continúas a lo tuyo. Las comparaciones mutuas ya están hechas, y sin mediar palabra.
Llega un tercero, un amigo de ese chico. El amigo gracioso que se coloca en el medio de ambos. No te tapa la visión, te la complementa, y aunque éste no es ni un cuarto de guapo, ni de interesante, disimulas y te fijas en lo que se trae entre manos. Bien, este supera a tu estrella en ese momento, en las comparaciones sigue sin ganar, por supuesto, le das un aprobado alto, pero tampoco nota. Pero como ya dije, el amigo gracioso es el que habla cuando está bebido, y/o enfarlopado. Se dirige a ti, porque es tu amigo de toda la vida de esos últimos segundos en el baño, ya que no lo conoces de nada más y te dice:
- Pues mira a David, así como lo ves (y tu mente piensa en lo que has visto), este chico se folla a todas las de este pueblo, a todas las que puede, claro, que no son pocas.
Asientes, porque tampoco tienes nada que añadir a un comentario tan, tan intenso, y porque tú estás pensando en cómo se beneficia a tu vecina, o a la amiga de la vecina, no por lo que tiene, si no por lo guapo que es. Entonces, David se suelta un poco más.
- No, si tu tampoco te puedes quejar, seguro que te has tirado tú a más chicas de este pueblo que yo.
A lo que el otro le contesta:
- Si, bueno, unas cuantas si, no sé si más que tú, pero a bastantes sí.
Piensas en las afortunadas, o desafortunadas, piensas en que puedes decir de ingenioso para no soltarles un comentario del tipo ¿y con eso os las folláis? Entonces se te ocurre la ingeniosa frase
- Es que las mujeres de este pueblo, son mucha mujer, son de armas tomar.
Fin de la conversación. Fin de la amistad para toda la vida del baño. Y es una pena, porque a ti no te importaría mantener esa amistad, al menos esto de conocerse agarrándose el pito como hasta el momento, durante cinco minutos más.
Esas son las conversaciones impresionantes que uno puede tener en los baños de una discoteca.

8 comentarios:

  1. Interesante conversación, aunque bueno, las hay de todo tipo.

    Un abrazo chiquitín !!.

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    1. Jajaja, fue de lo más cutre... pero yo que estén entretenidos hablando, me viene bien para... desviar la vista, jajaja.

      bicos ricos

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  2. Pues a mí me paso algo horrible en el baño, resumiré.
    Las cervezas se acumulaban en mi riñón y tuve que bajarme del bus para usar un baño público, el urinario no era individual y había bastante gente ahí apiñada, casi codo con codo, yo espere un rato, porque nadie se movía pero paso un buen rato y nada todos seguían ahí, mi vejiga iba a explotar así que la saque y arrime a dos tipos que estaban cerca a mí, uuuuf fue un placer orinar, un éxtasis, la gloria!! Yo miraba hacia arriba para no ver lo que había a mi alrededor hasta que sentí una mano en mi, en mi… bueno ya sabes!! Un tipo me toco!! Sacudí! Brevemente, le di un codazo y Salí volando de ahí! Asustado!! Ahora miro siempre hacia adelante y vigilo que nadie me mire o se me acerque!

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    1. Pues mira hacia los lados, ahí tendrás la clave, si la gente se está tocando... es que vamos... quiere tema fijo, jajaja. Te lo digo por experiencia. A mi me parece de lo más deleznable, y ya cuándo echan la mano peor... soy de dar contestaciones incluso.

      Bicos Ricos

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  3. Un micro universo con vida propia que posee la cualidad de tener a gente muy formada.... Quiero decir... Profesionales de la observación de genitales... A mi me pasó en Barajas... Dos tipos, uno a cada lado, observando mi entrepierna.... Y al marcharme vinieron otros y ellos permanecieron allí ejerciendo su profesión.... Peculiar vida.... Besotes.

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    1. Jajaja, Melvin, pardillo... si los baños de Barajas tienen fama precisamente de ello.... si, realmente es un inframundo... se dice así?

      Bicos Ricos

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  4. Y yo que soy nudista y enseño la chorra en todas partes, y sin embargo tengo "vejiga tímida", manda carallo.

    Eso sí, conversaciones he tenido, pero en la cola de fuera, en las veces que hay cola.

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    1. Uhm, Driver, sal de mi! A mi también me encanta hacer nudismo, sin problema pero a la hora de orinar... me gusta la concentración, y estar a lo mío...

      Bicos Ricos

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