viernes, 12 de abril de 2013

FNF Nº 157

Los españoles somos en general muy jediondos y desconsiderados. Nos hemos pasado los últimos años mofándonos de la vejez de Sara Montiel, que si era muy mayor, que si estaba arrugadísima, que si hacía el ridículo a sus años, que si sus matrimonios e idas y venidas en la prensa del corazón, y la verdad es que motivos siempre nos daba, pero como ella decía, Sara Montiel es todo un personaje, Antonia Abad es una persona humilde y sencilla. Y es que los españoles olvidamos muy pronto que Sara Montiel fue muy grande en su época, un rostro bellísimo, una actriz internacional y una de las voces más sensuales españolas.

Sara Montiel era el nombre artístico de María Antonia Abad, que nació en teoría en 1928 en Campo de Criptana, en la España profunda y deprimida, en el seno de una familia de campesinos que emigraron a Orihuela, dónde su padre abrió una bodega. Durante una procesión de Semana Santa, fue descubierta por Vicente Casanova, un importante productor de la época, presidente de CIFESA, que sorprendido ante su voz y belleza durante el canto de una saeta, decidió que María Antonia debería ser preparada para ser una gran estrella de la canción.

Su primer papel en cine llega en 1944, en Te Quiero para mi, un papel secundario en el que destacaba por su belleza. Le siguieron otros títulos, y apariciones en películas con los grandes actores españoles del momento, entre ellos Fernando Rey, Aurora Bautista o Fernando Fernán Gómez. Sin embargo, el cine español de las castañuelas se le quedaba muy pequeño. Sus papeles eran de guapa, con alguna canción pero María Antonia estaba destinada a ser una grande, una diva, y se fue a México, dónde triunfó, y de ahí a Hollywood, siendo la primera actriz española en triunfar en los Estados Unidos. Llegó al país americano en 1954, como una nueva Gilda, en películas como Carcel de Mujeres o Piel Canela que había hecho en México, dónde actuó con María Félix o Pedro Infante. Su primer papel en Estados Unidos fue en la película Vera Cruz con Gary Cooper. Trabajó durante esa época también con Burt Lancaster o Charles Bronson. Decía que sentía auténtica admiración por Marlon Brando, según la diva, era muy guapo, pero ella por esa época ya había conocido a Antony Mann, el director de cine que había coincidido con ella, con Elizabeth Taylor y con James Dean. Y cuándo su carrera en Estados Unidos iba viento en popa, ella decidió volver a España. Se casó con Antony Mann por artículo mortis, y luego otra boda civil cuándo el director se recuperó de su enfermedad. 

En España grabó las películas por las que más se le recuerda, a partir de 1957. La modesta El Último Cuplé, una película de poco presupuesto fue un exitazo en taquilla que hizo que firmase un contrato multimillonario con productoras hispano europeas siendo la actriz mejor pagada del momento. Le siguieron otros títulos, como La Violetera, La Reina de Chantecler, Mi Último Tango o Varietés. Y con ello llegó la transición española, y el destape, entonces Sara decidió centrar su carrera en la música, una voz muy distinta a lo que estábamos acostumbrados en España. 

Su vida amorosa fue de lo más controvertido, cuatro matrimonios, Anthony Mann, del que se divorció dos años después de casarse, un romance con el que según ella era el amor de su vida, el nobel Severo Ochoa, amistades con Hemingway, la hija de Hitchcook, James Dean con quién aparece en la última foto con vida del joven actor americano y de quién se dice iba a ser acompañado por la española en el trágico accidente. Un nuevo matrimonio fallido con el industrial José Vicente Ramírez que duró dos meses, y su tercer matrimonio con el periodista e industrial Pepe Tous, con quién adoptó a los que son sus hijos, Thais y Zeus, su viudedad, su noviazgo por segunda vez con el empresario Giancarlo Viola, y su último matrimonio con el cubano y fan, Toni Hernández.

 
Hoy, en este post homenaje, he querido traeros un par de videos suyos, una de sus últimas canciones y una de las que más éxito le dieron, sin contar el famoso Fumando Espero, os dejo con la gran Sara Montiel, en paz descanse.

Sara Montiel en La Violetera:

 
 
 
Sara Montiel con Fangoria, Absolutamente:

 

5 comentarios:

  1. Me ecanta absolutamente, bueno, Fangoria me gusta mucho y me recuerda todo el comienzo en el mundillo gay de ciudad capital. Sobre Sara, una lástima. La conocí por lo mismo que comentas, las referencias que se hacían en muchas series y programas, aunque no por su talento, que lo tenía, si no por sus amores,desamores, operaciones y otras. Con esto de su muerte me he puesto a revisar videos de ella en sus mejores tiempos y vaya que era talentosa y guapa. Atila, uno de los lectores del blog se declaró viudo con su partida. En fin, que tengas buen finde, cariños.

    ResponderEliminar
  2. Pensé que ibas a poner "Fumando espero, al hombre que yo quiero" :P, pero bueno... esas dos canciones son inolvidables.

    Buen repaso biográfico.

    Salu2.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, la verdad que sobre la Montiel solo he tenido referencias, pero no he visto una película completa de ella, es que es muy antigua, pero escuchaba a mi madre cantar algunas canciones de ella. Por lo que leo tuvo una vida larga y plena!

    ResponderEliminar
  4. Sara Montiel una diva de fama mundial. Lástima que a su sepelio solo asistieron 200 personas, cuando debieron acudir multitudes.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  5. Le reconozco su talento y admiro su capacidad para vivir su vida a su gusto. Probablemente disfrutó de la vida mucho más de lo que lo haremos los demás... pero a pesar de ello nunca me cayó bien. No sé muy bien el porqué, pero siempre me produjo rechazo cuando la vi.

    Un beso (singular)

    ResponderEliminar