miércoles, 10 de abril de 2013

La prima de fresa

Muchos ya sabéis que he estudiado economía, pero los que no conocéis esa carrera pensáis que sabemos todo lo que tiene que ver con el dinero, y realmente no tenemos mucha idea, tenemos ideas sobre un montón de cosas de economía, ingresos, gastos, paro, tipos de interés, deuda pública, oferta, demanda, y otras cosas como políticas económicas, fiscales y demás, pero de la economía real, del día a día, de hipotecas, de primas de riesgo, de nuestras cuentas, de la bolsa, de esas cosas ni idea. Yo no sé si esto tiene que ver con la especialidad de la carrera, quizá si, en cualquier caso, yo no estudié nada de eso y el tema que hoy me ocupa me ha superado, la economía de la fresa.
Por otra parte (y a Damian no le gustará como hablo de ellos), los chinos está claro que se van a comer el mundo, qué forma de dominar la economía, qué forma de trabajar, de hacer rentables empresas que hasta el momento no lo eran, tiendas de ultramarinos, peluquerías, tiendas de electrónica, fruterías, carnicerías (bueno, lo de las carnicerías solo lo mueven entre ellos mismos), y ahora se han embarcado en los bares de toda la vida, la mayoría de ellos en el centro de Madrid están ya cambiando de manos, aunque a ti te parezcan bares de lo más castizo, su dueño puede ser un chino, y si no el dueño, los dependientes. China es un país en desarrollo, pero ya os lo digo, lo tienen todo controlado, y en esta ocasión me ha ocurrido con el precio de las fresas.
 
En una mañana como la de hoy, compartiendo desayuno con mi D., decidimos comprar unas fresas que tenían muy buena pinta, una caja de un kilo (creo) por 3.00 euros en un escaparate, rojas, brillantes, relucientes, pero yo pienso que son muchas fresas, que aunque las vayamos a compartir me parecen muchas y que pronto se pudrirán, dinero gastado que diría mi madre. Le digo a D. que vayamos a otra tienda dónde las hay también con muy buena pinta y quizá de menor tamaño. Llegamos a la otra tienda, hay cajas de fresones de distintos tamaños, unas muy pequeñas y muy baratas pero con peor pinta, otras medianas, el tamaño perfecto, pero casi todas pasadas ya, y unas cajas como las anteriores, su precio, 3.30 euros. Decidimos entonces, aplicando estos principios de libre mercado de leyes de la oferta y la demanda que mejor volvemos a la frutería de siempre, la de los fresones a 3.00 euros, y la sorpresa fue ver el cartel que indicaba que las fresas costaban 3.30 euros. Un aumento de precio de 30 céntimos en apenas 5 minutos.
 
Desconfiados, quizá creyendo que habíamos visto mal el precio, decidimos preguntarle directamente a la dependienta, una china joven que habla muchísimo y rapidísimo en chino, pero que el español no lo domina. Cuándo digo preguntamos es "D., pregúntale tú". Y D. que otra cosa no, pero descaro mucho, le pregunta educadamente a la china si las fresas habían subido de precio súbitamente en cinco minutos. Esta, se queda un poco en blanco y contesta que si, que el precio son 3.30, mandando balones fuera, como haría Rajoy. Vuelve a preguntarle lo mismo, quizá más despacio, y la china, con cara de china sorpresa contesta que sí, que han subido, que las fresas cambian de precio de un momento a otro, un día cuestan 3.00 y al día siguiente hay que cambiarles el precio, que su marido está a punto de llegar de Mercamadrid (el mercado central de Madrid) y que el precio de las fresas es ese en este momento. Nos viene a ambos a la mente la bolsa, y yo lo digo así "ah, que cambian de precio como en la bolsa", y ella, todavía con cara de china sorpresa que no se sabe expresar bien dice "si, como en la bolsa, cambian de precio". Le regateamos los 30 céntimos del precio inicial pero dice que no puede ser, que 3.30.
 
Yo no sé los motivos por los cuales la bolsa hacen que las fresas suban o bajen de precio, las cotizaciones de los fresones de Huelva (o de dónde sean, que olor no tienen apenas), aunque siempre supuse que éstas bajaban de precio por deterioro de la mercancía, cuánto más pasadas, más baratas, y cuánto más fresas, más caras, pero los vaivenes del precio en cinco minutos no los entendía muy bien. Quizá necesite como Zapatero, un curso de una semana en economía de productos que venden los chinos, o quizá influya sobre esta operación de fijación de precios la prima de riesgo, la emisión de bonos a largo plazo, que al presidente de Zara le pique un cojón, que Bárcenas en lugar de enviar sobres con dinero negro, lo haga mediante e-mail, qué se yo.
 
Ya lo decía el recientemente fallecido Ramón Sampedro, "nos educan para ser productores y consumidores, no para ser hombres libres". Sirva este post como homenaje a este que fue, según sus propias palabras un economista que estudiaba como hacer menos pobres a los pobres en lugar de hacer más ricos a los ricos.

6 comentarios:

  1. Interesante artículo, si es que en cuestión de minutos puede cambiar las cosas.

    Un abrazo chiquitín !!.

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  2. Vaya, pues jajaja la rueda de los precios avanza más rápido que nosotros. A mí me paso algo parecido, cuando quiero relajarme, abandono mi escritorio y me pongo a atender en un modulo de venta, conversar con la gente me tranquiliza, así que le di el precio de un medicamento a una señora, ella enterada se sentó en nuestra salita de espera y llamo a su casa, cuando termino, volvió conmigo y me dijo Ok, lo llevo todo, cuando volví a facturar los precios se habían actualizado en esos breves segundo y hubo una diferencia de casi 5 soles (aprox 2 dolares) y la señora casi me golpea jajaja no había forma de hacerle entender que los precios los actualiza el sistema sin que nosotros lo notemos, pero creo eso no sucede con las fresas. Yo compro 2 kilos de fresa y la convierto en mermelada que me sale buenaza!!!

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  3. Ya en equipo de investigación les han dedicado varios capítulos a los chinos y sus múltiples emprendimientos, me ha parecido divertida e inaudita tu historia, sobre todo por acá, que chinos, chinos no hay muchos, a penas y en los restaurantes, pero ni siquiera en todos jejeje. acá a la fresa les llamamos frutillas y su precio en la bolsa es mucho más estable jejejejejeej. Cariños Pimpfillo.

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  4. ¿Y qué hubiera pasado si regresáis a la segunda tienda...? Estarían a 3,60? Ufff, yo siempre me perdí con estas cosas.... Besotes.

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  5. Aún no he encontrado aquí una frutería decente. Lo de que suba el precio al minuto me tiene ojiplático.

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