sábado, 25 de enero de 2014

Fabián tontea

Lo habéis visto todos, al menos todos los que os habéis pasado esta semana por el blog y habéis acudido a la gala de presentación de los premios Pimpf, esos premios tan prestigiosos en la blogosfera mundial, Fabián ha aparecido en el escenario de la mano de un tal Enrique.

¿Hola? Y este chico que estaba supuestamente tan enamorado de mi, que así me lo había hecho saber incluso en algún whatsapp últimamente, va y aparece en mi propia gala, ante los millones y millones de espectadores con un maromo, e incluso ha añadido después de la misma, ante la prensa que ambos están viviendo un tórrido romance. A mi se me ha quedado un poco la cara como si me hubiesen dicho que me daban un Goya al mejor guión y después añadiesen que no, que se habían equivocado, la misma cara de sorpresa, alegría, tristeza y rabia a la vez.

¿Pero qué sabemos de este desalmado del Enrique este? Nada, prácticamente nada. Aunque os seré sinceros, no he podido evitar hacer I+D sobre este chico. Enrique cuyos apellidos omitiré por preservar su intimidad y porque así lo exige la Ley de Protección de Datos. Claro que tiene su Facebook abierto, y ello me ha dado cierta información. Es natural de Teruel, y si, al parecer dicha ciudad existe, y es real, como Jon Kortajarena. Y trabaja en una agencia de modelos, por lo que allí pone, pero no una cualquiera, una con mucho prestigio. Enrique proviene de una familia modesta, su padre es mecánico de aeronaves, que puede parecer un puestazo, pero no hace más que pintar aviones, su madre es costurera y diseñadora de trajes medievales en el mismo Teruel. Su madre ha organizado algún desfile de este tipo de trajes y su hijo hizo sus primeros pinitos como modelo en dichos desfiles, de ahí le viene la aficción por la moda, de ahí ese cuerpazo y de ahí que Fabián se haya fijado en él. También dice que ha estudiado en la Universidad Complutense, historia, nada de historia del arte que no sirve para nada, historia, que tampoco sirve de mucho pero ahí lo tenéis, licenciado.

Yo no os voy a engañar, pero hacen buena pareja, así os lo digo desde ya. Los dos son altos, los dos llevan barba y los dos son morenos, los dos lucen unos cuerpazos, y los dos al parecer son super inteligentes. ¿Qué más se puede pedir? Yo me muero del asco al ver que mi Fabián no haya ni tan siquiera hecho duelo por nuestra ruptura imaginaria alegro un montón de que Fabián haya encontrado a alguien que esté a mi altura, que no es poco pedir, claro que también tengo que decir que el mismísimo Fabián también ha puesto cara de póker en la entrega de los premios, y hasta ahí puedo leer. Porque yo soy un ex comprensivo, majo, cariñoso, serio y duro también cuándo hay que serlo, pero también pelín celoso (cuál Perro del Hortelano), egoísta y en ocasiones vengativo.

No sabía hace cosa de un mes qué tipo de ex imaginario sería Fabián, pero ya véis, se me ha adelantado la imaginación y ha aparecido en el mercado con el mercachifle este de ilusiones, y no sé hasta qué punto voy a consentir que mi imaginación vaya por delante de mi. A lo mejor me los cargo a los dos de golpe, un accidente, un crimen pasional imaginario, pero lo único que sé es que por el momento voy a dejarlos ser felices, hasta nuevo aviso.

2 comentarios:

  1. Mejor descarta el crimen pasional que no es plan de verte abrir los telediarios un día de estos.

    Bicos.

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    1. No, esa opción todavía no la contemplamos, que tampoco quiero ser un asesino imaginario.

      Bicos Ricos

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