domingo, 19 de octubre de 2014

Feliz 169 aniversario

¡Ay, lo que es la economía! Si no fuese por la Unión Europea estaríamos hoy de celebración y de celebración de las buenas, porque hace 170 años que se creaba la peseta, también conocida como la rubia. Pero la Unión Europea se la ha llevado, sin que la Constitución Española llegase a darle el reconocimiento que se debía, porque os digo una cosa, si los españoles apreciamos algo por encima de nuestra bandera, nuestro himno sin letra o nuestros idiomas siempre tan vilipendiados y maltratados, es el dinero, y el dinero siempre estuvo representado por la peseta, al menos, que yo o mis abuelos recuerden.

Os diré que oficialmente la peseta nació por decreto un 19 de octubre de 1868, pero que muchos años antes ya había intentos de peseta, o las primeras pesetas aunque no de uso obligatorio. En 1808 durante la invasión napoleónica se acuña la primera peseta, y se dice que toma su nombre del catalán, para que luego Cataluña se quiera independizar, si hasta les debemos el nombre de la que fue la moneda oficial del país, que se supone derivaba de "piecita". Esta pieza equivalía a dos reales de plata, que era una medida aceptada anteriormente. Al año siguiente nació su hermano, el duro, que llegó a ser en la práctica otra de las monedas oficiales, cuándo su hermana estaba un poco más débil. El duro era del tamaño y peso de las monedas de 8 reales. Cuándo empezó a gobernar Isabel II, aquella reina española tan ligera de cascos de la que nunca han hecho una serie de televisión, entre 1836 y 1837 volvieron a acuñar pesetas con las que se pagó a los soldados que apoyaban a la reina en las guerras carlistas, fueron los primeros peseteros de los que tenemos constancia. Sin embargo, no fue hasta el 18 de octubre de 1868 en que Laureano Figuerola, ministro de Hacienda de aquel gobierno provisional del General Serrano el que firmó el decreto por el cual se implantaba la peseta como moneda oficial, sustituyendo a la que se utilizaba por aquel entonces, el escudo.

A lo largo de estos 170 la hemos conocido de diferentes formas, junto con primos carnales y primos en segundo grado. De hecho, la peseta no solo se utilizó en España, también durante los años 1969 y 1975 se utilizaba como moneda oficial en Guinea Ecuatorial. Hoy, toda esta historia ya os lo digo yo, me la ha contado su prima, la única descendiente de nuestra peseta que sigue en vida, la prima saharaui, de la República Árabe Saharaui Democrática, una prima muy teórica, porque en la práctica circula por una lado el dinar marroquí y el dinar argelino, dependiendo de quién controle una u otra zona del país. Pero primos carnales le hemos conocido muchos más, los céntimos, en monedas de 5 y 10 céntimos, también conocidos como perra chica y perra gorda. O los primos mayores, el talego que era el billete de 1000 pesetas, vamos, una peseta con un traje verde muy bonito.
 
En aquella primera acuñación de pesetas se hicieron monedas de 1, 2, 5 y 10 céntimos, eran unas monedas de bronce de 1,2,5 y 10 gramos de dicho metal. Las monedas de 20 y 50 céntimos eran de plata, de 1 y 2,5 gramos respectivamente, y finalmente, las pesetas, de 5 gramos de plata, junto con las monedas de 2 y 5 pesetas, también de plata. Finalmente, existía una moneda de 100 pesetas, hecha en oro, de 32,5 gramos de oro de ley.
 
No fue hasta la llegada de Franco al poder, tras la guerra civil que decidió sacar de circulación los metales preciosos, que eran más necesarios para otras cosas y hacer unas monedas de un valor muy inferior en aluminio, dejando solamente una de las monedas, la de 100 pesetas en una moneda de plata. La llegada de la democracia hizo que se acuñasen monedas con la imagen del rey de España y poco a poco se fuese sustituyendo de su diseño el águila que simbolizaba la dictadura. Las monedas franquistas dejaron de acuñarse en 1982, y dos años antes se había hecho una serie de nuevas pesetas con símbolos del Mundial de Fútbol celebrado en España en 1982. Las monedas franquistas estuvieron en circulación hasta 1997. A partir de 1989 se comenzó a acuñar una moneda de peseta muy pequeña, de tan solo 14 milímetros de diámetro, las nuevas monedas eran de aluminio, unas doradas, las de uso mayoritario y plateadas las de uso menor.
 
Llegó el euro, el 1 de enero de 1999, y vino para quedarse, para enterrar poco a poco a nuestra peseta. Aunque estuvo en circulación hasta el 31 de diciembre de 2001. El 1 de enero aparecieron las monedas de 1 euro y ese fue el fin. Aguantó la peseta con ambas monedas dos meses y terminó desapareciendo un 28 de febrero de 2002


3 comentarios:

  1. Ayyy como se echa de menos a la peseta.

    Un abrazo chiqutín !!.

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  2. ooh vaya! pues te cuenta que aqui hemos cambiado de moneda a cada rato!
    Cuando era niño eran los ultimos del "sol de oro" y llegaron los dias del "INTI" en los tiempos de garcia! fue horrible! la inflacion era tan grande que tenian que fabricarse billetes de miles de millones de intis! ya no habia santos o heroes para poner en los billetes! fue terrible!
    Luego volvimos al "nuevo sol" que llego acunado por FUjimori y bueno desde esa vez no hemos cambiado de moneda! Y espero que asi continue! jejeje

    abrazote! interesante la historia de la peseta!! conservas algunas??

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  3. Ya ves... Y parece una eternidad... El euro ha aniquilado la memoria de algo tan propio y genuino como nuestra peseta...descanse en paz... Besotes.

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