Cuarto Aniversario

Si, mis querid@s chuchis, este blog por el que os paseais de vez en cuándo cumple los cuatro años de emisión. Algunos de vosotros estáis aquí desde casi el primer día, o al menos desde post de días posteriores, otros habéis llegado más tarde, incluso hay incorporaciones más recientes, pero en este blog en cuatro años ha pasado de todo, creedme.

Cuándo aquel 22 de enero de 2010 se conjuntaron los astros y los planetas, además de hacer que tuviese muy en mente el cumpleaños de mi querida ex novia Angelines, y la reciente ruptura sentimental con D. (de la que después habrían mil y una secuelas), para que me entrase un deseo irrefrenable de hacer un blog, sin mucha idea de qué tratar en él, sin ánimo alguno de formar una legión de fanses (que aunque pocos, los tengo y muy buenos) a la que le tengo muchísimo cariño, unos palmeros que además de darme palmas también me dan collejas cuándo las necesito, y en muchas ocasiones consejos. Porque yo aquel día lo que necesitaba era ser escuchado por alguien, o al menos, sacar todo aquello que llevaba dentro, mucha amargura, soledad y también, mala leche y algo de sentido del humor. Sentido del humor he perdido un poco, ya os lo digo, también os digo que en cuatro años, la experiencia también me ha ayudado a ser un poco más práctico, no solo a la hora de escribir un post, a organizarme, y también un poco más mecánico, esto va un poco en detrimento de la creatividad, pero ¿Alguien dijo algún día que vuestro Pimpf fuese supercreativo? No. Así que sigo con mis ganas de escribir y de contar estas pequeñas anécdotas que me van pasando por la mente.

Jamás me imaginé que el blog cumpliría cuatro años, así os lo digo. Siempre había pensado en una fecha de caducidad más pronta. Sin embargo me habéis hecho sentir en la gloria en innumerables ocasiones, y no me apetece abandonar la blogosfera, y mucho menos en este ambiente medio deprimido (de forma crónica) en el que vivimos los blogueros, no los blogueros, si no la situación de los blogs, las redes sociales y los móviles nos han ido desplazando un poco, pero seguimos, por amor a nuestros blogs básicamente.

Chuchis, en estos años he hecho unos premios maravillosos reflejados en unos cuadros horribles en el que se conceden los mismos que ayudan a dar publicidad al blog y prestigio a los vuestros (léase esto con cierta ironía y sentido del humor). He hecho mucha crítica política. No tanta como debiera. Las mayores polémicas del blog, que no han sido muchas han sido por asuntos políticos, al menos las que más me han calentado la cabeza. He hecho muchos post sobre mis ex, Angelines, Billy o D., he hablado de mis compañeros de piso que han sido unos cuántos, he contado cómo me robaban unas sardinas picantonas. He hecho post muy culturales, muchos sobre historia que me apasiona, y que demuestran lo gafapasta que soy, un gafapasta multicultural y renacentista. He hecho muchos post de mamarracho que podéis ignorar, post malísimos, y alguno con un poco más de calidad. He hablado de mi vida privada. Si, lo que leéis, he hablado sobre mi, pese a que no me gusta hablar aquí de mi vida privada (y aunque la he mencionado antes, también sabéis que no me gusta hablar de política. Y todo esto ha sido en cuatro años, en 1429 post, que se dice muy rápido pero es un tremendo esfuerzo, aunque dividido en pequeños capítulos. Y finalmente he creado un novio imaginario, que no todos tienen uno así, y menos tan perfecto como mi Fabián.

¿Qué más puedo pedir? Pues en este momento solo se me ocurre una cosa, pedir otros cuatro años entre vosotros, y si es mucho pedir, al menos las ganas suficientes para estar otro año más entre vosotros, ayudándome a hacer catarsis, que en el fondo, es uno de los principales motivos por los que hago el blog, amén de esa gloria personal que solo las divas bloguerísticas podemos tener pero que jamás reconoceremos.

Muchas gracias a tod@s.