Si, ya sé que mi post llega tarde, como no, porque trata sobre los Reyes Magos. Mis reyes magos han pasado por mi casa como los temporales que han azotado Galicia estas lluviosas y ventosas navidades, rapidísimo. Y tan rápido han pasado que prácticamente se han olvidado de mi. Que también os lo digo, no está el horno para bollos debe ser, porque esto de la monarquía está un poco de capa caída. Vale que hasta ahora para nosotros tenían inmunidad los reyes magos, precisamente por ser magos, pero llevan unos años que entre los despistes y ese extraño baremo que aplican para ver cuáles son los chicos buenos, los buenorros y los que se portan mal, que yo por mi parte creo que voy a empezar a hacerme republicano pero totalmente. Y conste que esto no es un ataque a la Casa Real de España, conste porque aquí, hablar mal de la monarquía, según la nueva ley mordaza del gobierno puede significar una multa del copón pero esto no quita mencionar los hechos y en las noticias se ha hablado del discurso del rey Juan Carlos titubeante, que según las noticias "manejaba con cierta soltura las muletas" (como si fuese un torero) y también, estos últimos días de la imputación de la infanta Cristina por delito fiscal y blanqueo de capitales, pero eso es tema para otro post.
Así fue, como iba diciendo antes de que me liáseis con esos asuntos de política que a mi para nada me gusta tratar en este blog, mucho menos los de mi vida privada de la que tampoco hablo por aquí; los reyes han pasado cómo diría yo, rápido. Aunque rápido tampoco es la palabra, que incluso le han traído cosas a mi futuro sobrino que aún no está. Han pasado austeros, se podría decir, siendo generoso con ellos, y tan generoso, mejor decir que han pasado rácanos, muy rácanos. Ahí es que me han dejado un pijama, bueno, eso si, cómo ha recalcado mi madre, que parecía una accionista de Reyes Magos S.A., si, muy bueno, y ya me lo he traido a Madrid, y calentito. Las cosas como son. He aprovechado que en casa me habían comprado unas sábanas no especialmente bonitas para traérmelas como trofeo de Reyes Magos, aunque por las fechas más bien podría haberlas incluido en el lote de Papá Noel. Y ahora que menciono al señor este gordito ancho de caderas, ese que se ha pasado volando por mi casa y no ha dejado nada, cierto es también que no cabe por la chimenea, que en Galicia no tenemos una chimenea de estas como en las películas americanas, ni tiene la pericia de enviar a Baltasar (el hipotético rey negro) que tiene ese color tan especial por el hollín de las chimeneas. Lo que decía era que se ha pasado volando y se ha llevado la antena de televisión, que se ha quedado suspendida por dos cables.
Mensaje particular a Papá Noel: Desgraciado, que sepas que ya hemos reclamado al seguro. En breve te llegará un aviso de tu aseguradora para que te hagas cargo de los desperfectos, y te salvas que no hemos avisado a los de tráfico, que tienen más mala hostia.
Había decidido que yo, para seguir con estas tonterías de agónicos regalos, lo mejor que podría hacerme es republicano, porque es que ni salud me han traido. ¿Qué les costaba? Reconozco que en mi pueblo casi les cuestan unas hostias, y que su salud ha llegado un punto que ha peligrado, porque la desorganización de la cabalgata ha sido de libro, la falta de efectivos de protección civil, sobre todo alrededor de las carrozas, ha hecho que el alcalde tuviese un punto de "soy el alcalde responsable que todos estábais esperando" que ha pedido a mayores y niños que no se acercasen demasiado a las mismas (y todo por no disponer de las suficientes fuerzas de seguridad). Pero lo que ha sido de órdago ha sido ver a padres discutiendo por ver qué niños tenían que ir primero a dar un beso a sus majestades de oriente. El señor del micro pidiendo orden, el concejal de no sé qué organizando cuál agente de tráfico, los niños corriendo desesperados hacia sus reyes favoritos, el de protección civil echándose un cigarrito en la puerta, y los Reyes Magos un poco acojonados. Al alcalde entre tanto tutum revolutum solo se le ocurre dar unas palabritas, para regalar las llaves del pueblo a los magos.
No sé que me recomendáis, porque ya véis que monárquico no, pero lo otro tampoco.
¿Y a vosotros? ¿Qué os han traido los Reyes?
Aparte de trabajar por la noche, pues una colonia y un pijama :P.
ResponderEliminarSalu2.
El clásico que mencionan por ahí, a mi ni colonia, y mira que funciono ya últimamente con muestras....
EliminarBicos ricos
El pijama es un clásico.
ResponderEliminarPremio al comentario más corto del blog!
EliminarBicos ricos
aqui los reyes habran pasado de largo que a excepción de un reloj que me consto maso 5 dolares no me ha dejado nada en estas fechas.
ResponderEliminarBueno Damian, en tu caso a ti hasta te han salido caros... bueno, al menos no se te han llevado la antena de casa.
EliminarBicos ricos
Pues aparte de mi autorregalo, que este año ha sido un chelo me han regalado lo de siempre: ropa, palestinas y bufandas.
ResponderEliminarBicos.
Es lo que nos toca, autorregalarnos. Pero un chelo... es un regalazo.
EliminarBicos ricos
Mi me han traído un cansancio que te cagas... Quiero dormir, sus majestades!!! Asín que, les tengo rencor... Y a los otros, pese a su carisma, les deseo que sean de verdad eso que dicen que son... Ciudadanos como todos... Besotes.
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