Premio Tigretón

Ya soy un tigretón, algo tontón también, así os lo digo, y es que con el premio que me ha concedido recientemente Pancho entro ya en el olimpo de los tigres, nada que ver con la tigresa de oriente, con la que ahora acabo de emparentar de alguna forma.

 

Para los que no lo conozcáis, yo hoy os hablo un poco de él, como muestra de agradecimiento por su post. Pancho es un chico de México, bueno, no sé cuánto de chico, que a mi no me gusta cotillear estas cosas de las edades, pero tiene un blog entretenido en el que no duda de hacer su propia catársis, porque en este blog sí que le gusta hablar de su vida privada, que luego parece muy reservado, y que se ralla mucho con sus cosas, pero en el blog desde luego descarga. Y ahí nos tiene encantados leyendo las historias de su niña, a la cual estamos viendo crecer a pocos, un blog variado en el que habla mucho de él, algo de anime, algo de cine, y alguna que otra cosilla sobre sus relaciones sentimentales. Vamos, que solo le falta hablar de política para tocar esos temas de los que yo en este blog no suelo hablar, porque si hay un tema que aquí no me gusta tratar es de política, no sé si lo sabréis ya. Vamos, que seguro que no me habréis visto escribir nada de eso.

 

Yo por otra parte, tengo que estar muy agradecido a Pancho por el premio, y es que Pimpfiadas hacía ya mucho que no recibía nada, ni premios ni memes, parece como si los blogueros, los pocos blogueros que quedamos nos quedásemos algo deshinflados, no sé si por la pereza de escribir, por la falta de ganas en general, o porque la vida nos va llevando por otros derroteros que hacen que dejemos los blogs a un lado. Y sin embargo, Pimpfiadas ha estado aquí, con o sin público, respondiendo a vuestros post antes o después, pero sin dudar en ningún momento que la ayuda entre los propios blogueros es fundamental para salir adelante. Por eso la importancia de un premio que nos llega ahora en verano, una época tan mala, ya os lo digo también. Tener un post asegurado, con una imagen que Pancho me ha regalado, y en el que solo cabe agradecimiento hacia quién te lo concede, le haces publicidad y él en su día te la hace a ti. Es lo bonito de la blogosfera, y no se hace por obligación, aunque así pudiera parecerlo, chuchis, se hace por fomentar una comunidad que tiene en común este u otro blog, alguna que otra idea política, de moda, personal, el gusto por los cómics, el cine o vaya a saber usted el qué, el caso es que no estamos unidos por nada más que las ganas de leernos unos a otros, porque aquí no tenemos un grupito de Whatsapp, ni de twitter, aunque hayan blogs que sí se han modernizado.

 

Muchas gracias pues a Pancho, por mantener este vínculo blogueril tan bonito. Ya sabéis dónde lo podéis encontrar, en Tigretón Tontón.