domingo, 28 de septiembre de 2014

Albino Luciani

Hace hoy treinta y seis años de la desaparición de Albino Luciani, que a vosotros no os dirá nada en especial, pero fue un papa, el predecesor de Juan Pablo II, nombrado como Juan Pablo I, y más conocido cómo el Papa de la Sonrisa, o la Sonrisa de Dios, aunque los hay con más mala leche que le han llamado El Papa de Septiembre, y es que su pontificado fue de los más breves de la historia, concretamente 33 días, desde finales de agosto de 1978 hasta su fallecimiento un 28 de septiembre del mismo año.
 
Ya os lo digo yo, el papa Juan Pablo I, también conocido como el breve, en el poco tiempo en el que estuvo en su pontificado causó gran impresión, y no solo por su desaparición, sobre todo por su carácter alegre, algo muy distinto a los papas anteriores.
 
Albino Luciani, fue el primer papa nacido en el siglo XX, y también fue el primero que nació y falleció en el mismo siglo, con tan solo 65 años, el último papa italiano hasta el momento. Había nacido en 1912 en Forno di Canale, una pequeña población al norte de la región de Venetto, al norte de Italia, próxima ya a los Alpes Italianos. Hijo de un albañil, desde pequeño tuvo vocación sacerdotal, tras la muerte de su madre cuándo él contaba con 10 años. Pasaron penurias durante la I Guerra Mundial. Él era el mayor de cuatro hermanos. Con tan solo once años ingresó en el seminario menor, y en 1934 salió ordenado presbítero, asignándole la parroquia de su pueblo natal. Su carrera sacerdotal fue ascendente. En 1958 fue ordenado obispo de Venecia, el obispado de Vittorio Veneto, cargo que ocuparía durante 11 años. En 1969 el papa Paulo VI lo nombra Patriarca de Venecia, y en 1973, el mismo papa lo nombra cardenal.
 
Paulo VI fallecería el 5 de agosto de 1978, y el 25 del mismo mes comenzaría el primero de los cónclaves de aquel 1978, al día siguiente, en la cuarta elección saldría elegido Albino Luciani, y se pondría cómo nombre Juan Pablo I, en homenaje a Juan XXIII y a Paulo VI que lo habían ascendido en su carrera. Rechazó la ceremonia de coronación que había instaurado su predecesor, y rechazó así mismo la tiara papal. Desde el primer momento cautivó a todo el mundo, por su simpatía y sus primeros gestos que venían a romper tradiciones seculares, algo similar a lo que le ocurrió al papa Francisco.
 
Que Juan Pablo I era un papa especial estaba claro, desde que, en su puesto de cardenal publicase el libro Illustrissimi, dónde escribía cartas a personajes reales y ficticios, entre ellos, a Pinocho o al barbero Fígaro, al Jesús, y a David, a Mark Twain, o a Dickens. Sus primeros pasos se dedicaron a bajar a la tierra al nuevo papa. Dejó atrás el plural mayestático con el que hablaban hasta el momento los papas, de ser Nos, pasó a ser Juan Pablo, sus vestiduras simples también fueron interpretadas como otro gesto. Poco tiempo tuvo para realizar su labor, que prometía ser innovadora en la iglesia, y un 28 de septiembre fue encontrado por la hermana Vicenza en los apartamentos pontificios en su cama y sin vida, sosteniendo unos papeles sobre la reorganización del Vaticano. Vicenza llamó enseguida al cardenal secretario a un médico, que certificaron su muerte y enseguida lo embalsamaron.
 
El comunicado oficial decía que "el 29 de septiembre, a las 5.30 a.m no siendo encontrado el papa orando en la capilla, su secretario particular fue a su habitación, dónde encontró a Juan Pablo I en su cama, con la luz prendida cómo si todavía estuviese leyendo. Había fallecido alrededor de las 23 horas del día anterior a causa de un infarto agudo de miocardio. Si bien, el comunicado no es totalmente fiel a lo ocurrido en realidad, no es menos cierto que el papa Juan Pablo I padecía del corazón, y que se medicaba fuertemente para su delicado corazón. Jamás sabremos qué ocurrió realmente, porque al Papa se le inyectaron líquidos embalsamadores pero jamás se le practicó autopsia, cómo por otro lado es costumbre en los papas.
 
 
Y cómo no, la polémica está servida, porque hay detrás de esta temprana muerte una serie de teorías conspiranóicas que dicen que Juan Pablo I fue asesinado. ¿Por quién? Jamás lo sabremos. En El Padrino III se hace un guiño al fallecimiento del papa, sugiriendo que la mafia siciliana estuvo detrás de esta misteriosa y temprana muerte.

2 comentarios:

  1. Yo no soy muy dado a las historias papales, pero por el mismo guiño del Padrino que cuentas, es que esta me ha llamado siempre la atención. A saber quién y con qué fines se cargó al papa

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  2. Se lo cargaron desde dentro hombres y altos cargos que luego en el pontificado de Juan Pablo Ii estuvieron además de muy cualificados muy protegidos, inclusos cometiendo graves delitos. Pero Juan Pablo I estorbaba y habia que cargarselo y asi lo hicieron

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