Que os lo estáis imaginando, la plaza del pueblo engalanada con luces que parten del centro del mismo dónde hay situado un palo de la luz, a su alrededor muchas parejas de todas las edades, con los señores vistiendo con trajes y un pañuelo saliendo del bolsillo de la solapa, y las mujeres con vestidos por la rodilla, todos bailando pasodobles o a una orquesta similar a la Orquesta Topolino bailando el "tengo una vaca lechera, no es una vaca cualquiera". Pues nada que ver con la realidad, así os lo digo, que las fiestas del pueblo han evolucionado un montón, ni yo las vivo con la intensidad de la juventud, cuándo eran unas fechas dónde salía toda la gente de tu edad, y ahí veías a los hombres de tu vida, y aquí es cuándo obvio lo de la mujer de tu vida, porque ésta estaba ya en mi grupo de amigos y la veía siempre (que siempre hay listillos que te critican por todo).
Pero es que desde que el PP ha aprendido que el fútbol es el opio del pueblo, o que los romanos utilizaban las fiestas para tener a la gente contenta, el concepto de fiestas del pueblo ha cambiado, y nada es como antes. Lo que hace unos años era contratar a cuatro orquestas de mala muerte que campan a lo ancho de la geografía española, ahora es contratar a artistas de segundo nivel o de tercero que te hacen una actuación en playback y todo el mundo aparentemente tan contento. Sin embargo, no seré yo quién se queje del nivel de estas fiestas, así os lo digo, sí me quejo amargamente de que no inviertan este dinero en cosas más productivas o más necesarias, pero en cuánto a fiestas bien. Entre otras cosas porque este año hemos tenido un par de conciertos potentes, sobre todo uno de ellos. Los tres días que han durado las fiestas las actuaciones han sido buenas, el primer día el mejor de los conciertos, mucho nivel para el pueblo. Tanto, que yo pensaba que el recinto dónde actuó no iba a aguantar por su propio peso, porque lo petó pero mucho.
El segundo día, el día grande, para mi es especial, porque hacen una procesión cuyo mayor atractivo para mi, suele ser uno de los chicos que portan a la patrona del pueblo, un chicarrón, brutote, que no es extraño encontrártelo montado encima de un caballo cualquier día del año, pero que ese día, y no me digáis por qué, ahí va, acompañando a la virgen. Pero a la gente, normalmente a los turistas, lo que más les gustan son los fuegos artificiales que a media noche lanzan desde la ría, una tirada que este año ha estado al nivel y que llenó por completo el pueblo de gente de los lugares cercanos. Finalmente, un concierto de un grupo de estos que suenan bastante por la radio, que no se llenó como el día anterior pero cuya cantante, muy maja quiso hacerse una foto con Pimpf, y es que yo sé cuidar muy bien a mis fanses, así os lo digo.
Lo del tercer día y último de las fiestas tiene su gracia, un día lleno de actividades, muchas de ellas marítimas en los que puede participar quién quiera. Todo terminó por la noche con un lamentable espectáculo musical. Y las cosas hay que decirlas. Traen a tres o cuatro grupos o artistas de cierto renombre, que vienen allí y te hacen un playback cada uno, un playback muy televisivo, porque mucha gente pensó que porque los cantantes tuviesen el micro abierto, aquello era un directo, pero los instrumentos estaban más desenchufados que el Franco en su último día de vida a las máquinas del hospital. Un truño, vamos, que yo hubiera suprimido un espectáculo tan triste y tan caro por un par de orquestas, de las de toda la vida, que al menos, con chicas rumbosas con trajes de lentejuelas hacen bailar hasta a los más ancianos.
Yo ya os digo, que nada más llegar a Madrid, la primera conversación que he tenido con mi compañero de piso, Gordi, ha sido sobre esto de los conciertos, las orquestas y el nivelón que tenemos, porque si hay algo que preocupe a Gordi son las orquestas. Este año, en general las actividades de verano han sido buenas, siguiendo los patrones de los últimos años, pero quizá un poco más abiertas a todos los gustos, dando oportunidades a las agrupaciones del pueblo, que es algo que también es de agradecer, pese a la crítica que hacemos los del pueblo, de que, las actividades de verano están muy bien, pero que el pueblo existe durante los 365 días del año, y no pedimos actividades para todos los días, pero pedimos que no se olviden de nosotros el resto de días.
Perdonad este coñazo de post, pero quería salientar que, en cuánto salí del hospital con mi tripa mal, así fui raudo y veloz al primer concierto, porque yo puedo hablar mucho de Gordi, lo que queráis, pero a mi me va más una fiesta que a un tonto un lápiz. Y ahí aguanté el tirón, los tres días, por primera vez en la historia, disfrutando de unas fiestas patronales sin probar una gota de alcohol, sobreviviendo a cuenta de Aquarius, todo un logro humano.
¡Que bonitas son las fiestas del pueblo! Ains... Y lo bien que se lo pasa uno jejejeje.
ResponderEliminarUn abrazo chiquitín !!:
Me gustan las fiestas de pueblo, aquí las patrias el 15 y 16 de septiembre son geniales y este año más porque tendremos puente.
ResponderEliminar¡Sin alcohol también se puede!
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