12 de octubre

Chuchis, hoy vengo muy de efeméride, con uno de estos post que os aportan, porque qué si no puede hacer vuestro bloguero más gafapasta y multicultural, un post histórico sobre este 12 de octubre. Si bien, otros años le he dedicado el día al descubrimiento de américa, a las distintas celebraciones que hay por el mundo de este día, a las polémicas sobre este tema, al día después del descubrimiento de América, incluso al día de la raza que se celebraba antes en España, pero jamás me ha dado por hablar de la celebración religiosa de ese día, el día del Pilar, día que se celebra especialmente en mi casa, y no porque tengamos a nadie de la benemérita, de quién es patrona la también patrona de Zaragoza y de España. Pues sobre la virgen del Pilar voy a hablar hoy, también conocida como La Pilarica.

 

La historia tiene miga, pues cuenta la leyenda que hacia el año 40 después de Cristo, se pasaba por tierras de la antigua Caesaraugusta, actual Zaragoza, el apostol Santiago el Mayor, de camino al fin del Mundo, vamos, de camino a Santiago de Compostela, la que sería su casa en los últimos casi 2000 años, cuándo de golpe y porrazo se le apareció la virgen en "carne mortal", antes de su asunción, y esto os lo explico yo muy pronto. Se supone que la Virgen no estaba ya entre nosotros, que había fallecido, y ahí que se dejó ver, al igual que hiciera su hijo, en carne y hueso, antes de ascender a los cielos, en lo que se supone es la ascensión de la virgen. Pues bien, la virgen trajo consigo un pilar de jaspe como testimonio de su visita. Y Santiago Apostol se preguntó lo mismo que todos nosotros ¿me habré fumado algo? ¿Me habrán dado setas alucinógenas en Lleida? ¿Por qué trae la virgen un pilar de jaspe? A esto le encontraron siglos después respuesta unos obispos, y es que claro, el pilar que traía consigo era nada más y nada menos que aquel en el que habían azotado a Jesucristo siete años atrás, en Jerusalén.

 

Suponemos que Santiago siguió su camino hasta Galicia, pero mientras, los siete habitantes de Caesaraugusta que fueron bautizados cogieron el Pilar que allí dejó la virgen y construyeron una pequeña hermita. Y como en la mayoría de estos casos, la hermita dio paso a otra hermita, y ésta a una capilla, a una iglesia mozárabe, y al final derivó en lo que hoy conocemos como la Basílica de El Pilar de Zaragoza, dónde se venera una estatuilla de la virgen de madera que tiene como peculiaridad que es una virgen muy chiquitita que mide 38 centímetros, dónde lo más importante parece ser el pilar que la virgen dejó, recubierto de plata y bronce, claro, y adornada con más que unos claveles. La talla a la que se rinde culto es una imagen gótica, cubierta por un manto que cubre la talla hasta los pies, con la excepción de los días 2, 12 y 20 de cada mes, que le quitan el manto y se puede ver la talla original sin manto. Y bien, supongo que, dado que os está interesando mil el tema, os habréis preguntado por qué esos tres días del mes se le quita el mantón. La respuesta es mariana, no de Rajoy, mariana de la virgen María, pues el día 2 de enero se celebra la venida de la virgen, el día 12 el propio día del Pilar, y el 20 de agosto la coronación canónica de la virgen.

 

Ahí es nada, chuchis. Yo para el próximo año espero contaros cómo se celebran las fiestas del Pilar desde la mismísima Zaragoza, aparte de la ofrenda floral, porque me consta a mi que a los maños la fiesta les gusta, y tanto.

 

Por cierto, felicidades a los guardias civiles que velan por nuestra seguridad aunque en ocasiones nos multen y felicidades también a todas las Pilis, Pilitas, Pilas y Pilares.