Dicen que las VISA normales, las VISA oro o las platino han pasado a la historia, que lo que ahora vale la pena conseguir son las Tarjetas Negras de Bankia, un lujazo oiga. Las tarjetas negras de Bankia no las tiene cualquiera, solamente la gente de su consejo de administración, y son lo más, así os lo digo, porque te permiten tener los gastos que te salgan de los mismísimos sin que tengas la necesidad de devolver nunca el dinero, porque no se trata de un préstamo que la entidad bancaria les hacía a estos miembros del consejo, no, se trataba de carta blanca para gastos, pero no os vayáis a pensar que son gastos relacionados con el funcionamiento de la caja, no, cualquier tipo de gasto, y aquí, en medio de toda esta polémica, una vez más, tenemos al gran gurú de la economía, el maestro de maestros, el mejor ministro de economía de la democracia, de Europa y del mundo, nuestro querido amigo, el casi sucesor de José María Aznar, Don Rodrigo Rato.
Blesa de caza en Namibia ¿Quién le pagó este maravilloso safari? Adivinad |
Se les llama tarjetas negras, o tarjetas black, porque así es cómo figuraban en un correo que el juez Silva descubrió del secretario del consejo de administración de Caja Madrid, Enrique de la Torre. En dicho correo, De La Torre hablaba de las tarjetas black, porque manejaban dinero en negro, vamos, dinero de este que no se declara a hacienda (que somos todos), ese dinero de las cuentas B a las que tanto nos están acostumbrando los políticos, sobre todo del PP. Pero ya os digo yo, que en esto de las tarjetas Black no solo hay amigos de Aznar, también han empezado a caer otros miembros de la misma junta directiva, de distintos colores políticos, aunque los nombres que más han sonado son los de un socialista y dos sindicalistas de UGT y CCOO que también se beneficiaban del uso de dichas tarjetas, es que vamos, por un lado es cómo para mear y no echar gota, y por otro, como para abrir la boca. Pues en estas estaban todos estos dirigentes, callados como putas y dejando a los clientes de su entidad más secos que la compresa de Arya Stark.
Pero aunque aparezcan nombres de otros colores políticos, los dos que se han llevado la palma con este caso, una vez más han sido Blesa y Rodrigo Rato. Hay que decir, a favor de Rodrigo Rato que limitó el uso de estas tarjetas a un círculo más reducido de gente, y es que quizás así era más sencillo guardar silencio. Mientras hemos visto durante estos años cómo la gente se ha ido empobreciendo día a día, cómo han perdido sus empleos y la seguridad de un salario que esto les daba para aumentar la desdicha de los ciudadanos, muchas personas han sido desauciadas y ahí hemos visto muchos casos sangrantes de gente que lo ha perdido todo por esta maldita crisis. También hemos visto, cómo no, a muchos de los preferentistas, éstos que fueron animados por la entidad bancaria a comprar unas acciones de venta preferente, que luego han resultado ser una especie de timo de la estampita haciendo que muchos de estos inversores no pudiesen recuperar su dinero. Y mientras todas estas desgracias ocurrían en España, los consejeros de Bankia tenían carta blanca para gastar lo que les viniese en gana con estas tarjetas en negro. El club del cochinillo se llamaban algunos de ellos que cada viernes escapaban hasta Segovia a disfrutar de tremendo banquete a costa de sus clientes. Blesa cobró de ahí solamente en el mes de enero de 2010, 19.000 euros, que podrían ser una minucia, pero es que el año anterior había gastado con dicha tarjeta 65.000 euros. También se pagó con dicha tarjeta su sueldo, un total de 3,6 millones de euros más una indemnización también millonaria de 2,7 millones de euros, y todo ello en B, no me digáis que no es cómo para estar callado, porque encima, la declaración de la renta te sale a devolver.
Claro que pronto han salido los peces gordos diciendo que todo el mundo sabía de la utilización de estas tarjetas. Yo desde luego lo ignoraba, tampoco es que sea cliente de Bankia, pero a fin de cuentas, todo ese dinero negro forma parte de esa España que formamos todos de Hacienda, y todo este dinero defraudado, son menos ingresos para el estado, y ahora estamos en estas, apretándonos los cinturones, pagando con nuestras pagas extraordinarias, nuestras congelaciones de salarios, los días libres que nos han quitado, los medicamentazos, los recortes en sanidad y las largas listas de espera. ¿Sigo?
No sigas, que es para cabrearse o ponerse a llorar.
ResponderEliminarooh dios!! de pronto me han dado ganas de asesinar!
ResponderEliminarLo peor de este crImen, no es que sea desmesurado, nada ejemplificador e insultante... Sino que mientras celebraban su fechoría... hay gente que se ha quitado la vida, está en la calle, vive sin ilusión o sufre las penurias de una vida sin futuro... Yo sólo les puedo llamar MONSTRUOS. Besotes.
ResponderEliminar