jueves, 31 de octubre de 2013

Ayuda psicológica

Me he calentado hace unos minutos, me váis a perdonar, chuchis. No tenía pensado hacer post hoy, tengo un día muy liado en medio de un fin de semana de lo más liado, y eso que comienzo hoy mis vacaciones, y sin embargo, a mitad de la mañana he sentido la necesidad de hacer catarsis con vosotros, como diría Gary, que creo que sois muy pacientes para con según qué temas relacionados con mi vida personal, de la cual no me gusta hablar en este blog.
 
A mediodía recibía un mensajillo vía facebook de una amiga de D., la chica que se casó a la semana de llegar yo de mis vacaciones de verano, una boda en su pueblo a la que estaba invitado como pareja de D., pero que, por los motivos que vosotros todos sabéis, no pude ir. Mucho me ha dolido. A esta chica no le faltaba razón, estaba mosqueada conmigo porque no le avisé de que no iba a la boda, y podría haberlo hecho, y debería, pero no reuní las fuerzas suficientes y pensé que, dado que el causante del desaguisado por el cual no podía haber ido a la boda, el que había encontrado motivos suficientes para romper la relación, obviando otros más importantes todavía, era el que debía dar el paso, el que es su amigo, porque a fin de cuentas, yo soy un conocido, muy cariñoso, eso si, pero un conocido. ¡Contenta me tienes! Normal. Pensé yo. Aunque la ofendí un poco, supongo, o eso me hizo entender.
 
De su grupo de amigos si le cogí cariño a alguien, ha sido a La Buscona y a esta chica, las dos únicas personas que se preocuparon por conocerme un poco, las únicas que no me consideraron "la pareja de", si no una persona más, en momentos complicados siempre he tenido alguna charla con ellas, y también me han tenido ahí a mano cuándo ellas tenían algún problema, aunque ha hecho más uso de esto La Buscona. Por eso me dolió tanto no ir a su boda, porque no solo era una amiga de D., era su amiga la que me había conocido un poco.
 
Desarrollando la conversación, pedidas las disculpas, felicitada por la boda y por alguna que otra buena noticia que ronda su vida, me dijo que se alegraba de que estuviese un poco mejor, que ahora se trataba de que ambos superásemos la ruptura de la mejor forma posible, que nos recuperásemos pronto, o como se diga. Respondí con un escueto "Ejem. Si". Y no es que no le desease yo a D. una pronta y buena recuperación, pero me quedaba con ganas de decir cosas importantes, importantes para D., para su futuro. Le dije "yo voy más o menos saliendo del paso, cada día más animado, pero él lo va a tener más complicado, y no saldrá adelante solamente con palmaditas, necesita ver a un especialista". El comentario pudiera parecer de bicha despechada y sinceramente os lo digo, nada tiene que ver con eso. Ella me añadió "cada uno a su manera", y tampoco le falta razón, así que terminé añadiendo "no hablo de amor, hablo de agresividad". Y ahí terminó la conversación. Ignoro si por falta de tiempo de mi interlocutora, o por falta de ganas de hablar del mismo. Si fuese el pirmer caso, lo entendería, aún habría tiempo de respuesta, si es por el segundo, mal, muy mal, así os lo digo.
 
No considero mi comentario como algo obviable, es algo fundamental. Para mi tiene mucha importancia, pues es la primera vez que me enfrento a alguien agresivo, y diré agresivo por no decir violento, que quizá suene peor, aunque ya os digo, que en cuánto a mi relación de pareja, poco o nada me importa ya su agresividad, poco me importa aquel empujón a mi prima, son cosas que considero del pasado, del pasado a borrar cuánto antes de mi mente. Esa relación está terminada, y bien terminada (debidamente sellada quiero decir), y por suerte, tengo cosas mucho más bonitas en las que pensar, y también cosas que me hacen más feliz, ya os lo anticipo. Pero es un tema que necesitaba sacar, porque con excepción del blog no lo he comentado a nadie, La Buscona también ha ignorado el tema, y estaba presente cuándo el oscuro incidente que no dudó en recriminárselo. Bien, dicho esto, insisto ya por el cariño que todavía le tengo (por los momentos felices que hemos vivido), por el cariño que los suyos le tienen, por su auténtica felicidad, por su buena recuperación, para que nadie el día de mañana sufra un gesto malo por su parte. Tiene que ver a un especialista, y yo ya no sé si un psiquiatra o un psicólogo, no sé quiénes tratan estas cuestiones de irascibilidad, de agresiones, alguien que le ayude a desentrañar el por qué de actuaciones así fuera de contexto. Antes de presumir de desarmarizado, antes de dárselas de supervaliente en ese sentido y de seguro de si mismo por saber lo qué quiere para el futuro y cómo lo quiere, antes que todo eso debe llegar esa recuperación, debe ser conocedor de por qué ha hecho lo que ha hecho, y por qué hemos llegado a dónde hemos llegado. ¿Había necesidad? Yo hoy desde luego sí tenía necesidad de contarlo y que este pensamiento no quedase fluyendo en mi cabeza como comentario de marica despechada, no, siempre he querido lo mejor para él.

6 comentarios:

  1. Pues hay que relajarse y (de ser el caso) estar pensando en el disfraz de la noche (aunque yo soy anti-halloween).

    Un abrazo y ànimo que esas cosas pasa :)

    PS: Helga es todo un personaje, me cae muy bien ajajaja.

    ResponderEliminar
  2. Vamos, que hay mucha plancha en ese tema. De todas formas me alegro de que estés bien y lamento haber estado todavía desaparecido cuando todo pasó. Sé que con los problemas eres como yo, que prefiero pasarlos solo, pero no hace falta que te diga que aquí me tienes no?

    Bicos.

    ResponderEliminar
  3. Aquí nos tienes a todos para lo que haga falta. Y para que veas, creo que esa chica amiga de D. también se preocupa por ti, y digo por ti, no por ser pareja-de.

    ResponderEliminar
  4. Bueno siempre he pensado que con respecto a los ex, después de la ruptura es natural desear que las 7 plagas le caigan encima pero que luego conforme va pasando el tiempo las heridas sanan y la presencia del “ex” es mas tolerable!!! Y luego cuando menos te das cuenta ya es pasado! Lo malo es que cuando hay amigos en común todo se complica un poco, algunos toman bandos y te lo hacen notar! Otros tratan de ser conciliadores y otras tratan de levantarte en peso para llevarte a su cama de una vez por todas! Jajajaja Me parece bien que lo proceses y lo escribas! Nada como hacer una catarsis!

    ResponderEliminar
  5. Yo he tenido bien claro diferencias universos para no pasar precisamente por eso. Es incómodo, lo sé, y solo con una persona me pasa, pero debido a que a diferencia de ti, por lo menos yo he tratado de recuperar la amistad que hubo, por lo menos podemos coincidir sin problemas y hasta llevarnos bien, aunque a veces a la fuerza.
    Abrazo

    ResponderEliminar
  6. El tema de la agresividad mal gestionada es algo bastante grave y generalizado... Si perdiéramos ese respeto negativo a las terapias, todo sería más sencillo y la gente sanaría sus heridas.... Pero no hay conciencia Pimpf... Olvídate de eso... Cuídate tú...Besotes.

    ResponderEliminar