martes, 8 de octubre de 2013

Las Vacaciones de mi Fabián

No seáis mal pensados, que Fabián ha vuelto de sus merecidas vacaciones anuales. Que no es que mi Fabián y yo estemos en crisis, de esas que tenía con el otro que nos dábamos vacaciones cada dos por tres, que las de mi Fabián son vacaciones de verdad. El pobre, se las coge una parte en agosto, y el resto en septiembre. Este año muy a finales, por lo que me ha vuelto hace dos días. Tenía muchas ganas de volver a verlo, con su barba cuidada y ese aspecto maravilloso que traemos casi todos al volver de vacaciones, siempre y cuándo las hayamos disfrutado, que también hay casos de gente que coge vacaciones y se va a cualquier viaje y ¡chica! que no se lo pasan bien. Muermos.
 
Pero mi Fabián creo que se lo ha pasado de maravilla. No me ha contado mucho, pero lleva varios días con la sonrisa en la cara, y yo sé que eso significa que se lo ha pasado bien. Se ha ido con un amigo de toda la vida, una marica mala, también os lo digo, pero que es de su confianza. De esas maricas que conviene tenerlas a cierta distancia, ni muy cerca, ni muy lejos. Pero ellos son amigos y yo en esas cuestiones ya no entro. Se me han ido a la Playa del Inglés. Que yo, que soy muy de campo, muy básico, y tengo muy poco mundo, jamás he ido a las Islas Canarias, y no por falta de oportunidades, generalmente de tiempo y de dinero, porque podría irme con mi Darío (ese amor platónico de toda la vida) , a su casa unos días, pero el caso es que no he tenido oportunidad de ir. O eso, o que tenía mucha prisa mi Fabián por ir, que tampoco sería de extrañar, porque sabe que yo ahora vuelvo a tener una semana de vacaciones a finales de mes, o a principios del próximo.
 
Pues bien, que mi Fabián ha vuelto muy moreno, nada de ponerse rojo como los cangrejos en una cazuela, o como los alemanes que allí pasan unos días, con ese rojo radiactivo que tienen. No, mi Fabián es de ponerse morenísimo, un moreno precioso que le realza esa sonrisa que solo él tiene, y jamás le he oído presumir de ello, así como tampoco presume de esa tableta de chocolate que luce insconscientemente, ni de esa barba que a mi me pone enfermo. Dice que ha tomado mucho el sol, y no hace falta que me lo diga. Que ha sido todo el tiempo playa-hotel-playa-hotel-copas. Ese ha sido su ritmo de vida. Y que saliendo un par de noches se le acercaron algunos, pero él, que me quiere mil ha rechazado cualquier oferta por suculenta que esta fuese.
 
Claro, que teniendo una joya a mi lado, que me quiere tanto, y que es pretendido por medio mundo, tengo que ser algo celoso, si no yo creo que no estaría ni enamorado. Pues bien, he cotilleado su maleta nada más llegar, unas cuántas facturas y un par de teléfonos anotados, un tal Michael y otro de un tal David. Que me ha dicho que son doctores a los que ha conocido estos días, un cirujano plástico y un otorrino. Que han hablado mucho de medicina. Yo no he dudado ni un momento, aunque el tal Michael este fuese búlgaro, y mi Fabién de búlgaro ni jota. Claro que mi Fabián, al ser un novio imaginario perfecto, sabe un montón de idiomas, entre ellos domina el inglés totalmente, aunque si a mi me pareciese, podría controlar mucho el búlgaro también, pero no es el caso de mi imaginación hoy. Al poco, le ha llegado un mensaje de un tal Jurgen, no he querido cotillear, pero desde arriba, viendo un poco de reojo me ha parecido que el tal Jurgen este le enviaba una foto de su culo, y en una segunda foto que le envió, se les veía a ambos retozando en una toalla. Empecé a ponerme un poco mosca, no os lo voy a negar. ¿Qué hace mi Fabián con un tal Jurgen en una toalla en una playa llena de dunas dónde la gente va a cancanear? ¿Qué necesidad había de esa foto? No le he dicho nada, que soy muy discreto. Como tampoco me ha dado por preguntarle que qué coño hacía con el Bender instalado en su móvil, más teniendo pareja.
 
Vamos, que a mi me da que mi Fabián me oculta algo. A lo mejor me ha puesto los cuernos, o vaya usted a saber, si es que me ha olvidado desde noviembre, o quizá desde diciembre del año pasado.

9 comentarios:

  1. Mmmm ¿Amor de verano?.

    Un abrazo chiquitín !!.

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    1. Uhm, no lo creo, no creo que se me haya enamorado de buenas a primeras.

      Bicos ricos

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  2. Deja que se lo pase bien, el pobre, que también tiene derecho a disfrutar de sus vacaciones. ¡Pero que no te engañe!

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    1. No, si no creo que me engañe. Yo soy muy confiado, y mi Fabián jamás me ha dado motivos...

      Bicos ricos

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  3. Osea te estan adornando la cabeza?

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    1. Espero que no, Aristio, yo no creo que mi Fabian... aun siendo imaginario...

      Bicos Ricos

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  4. Para mí que está todo calculado, quiere provocar esta reacción en tí... Con post y todo incluido... No sabrá de la existencia de este tu espacio bloggero??? Besotes.

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    1. Ya, esa es la duda que tengo yo y que todavía no he podido resolver. No sé si Fabián sabe si tengo el blog no y a estas alturas, y teniendo en cuenta que Fabián es producto de mi mala leche y mi imaginación, debería tenerlo claro.

      Bicos ricos

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  5. Que no tome tanto sol, que se va a arrugar TODO

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