Una fecha como la de hoy pasa desapercibida por la mayoría de mortales, sin embargo, recurriendo a las efemérides del día, hay una que a los gallegos nos llama la atención, la consagración de la catedral de Santiago de Compostela, un 21 de abril de 1211 años, hace la friolera de 802 años. La consagración es la puesta de largo de la catedral, la inauguración oficial, por decirlo de alguna forma.
La catedral de Santiago de Compostela, junto con el entorno del casco antiguo de Santiago, la capital de Galicia son sin duda los referentes en cuánto al arte se refiere para los gallegos, la joya de nuestra comunidad, sin despreciar por ello al resto de ciudades gallegas. En el año 814 se descubrió el sepulcro del apostol decidiendo en ese momento colocar allí una capilla. Esta capilla dio paso en el 829 a una iglesia, y esta iglesia, en el 899 a una iglesia prerrománica. Sin embargo, en el año 997 esta iglesia fue reducida a cenizas por el comandante del califa de Córdoba, Almanzor. Sería en el año 1075 cuándo el rey Alfonso VI con el patrocinio del arzobispo Peláez decidieron construir en el mismo lugar una catedral. La catedral se terminaría en el 1211, junto con el Pórtico de la Gloria, una de las joyas del arte mundial, a cargo del Maestro Mateo. Fue ese 21 de abril el momento en que decidieron consagrarla, aunque la catedral sería embellecida y ampliada en los siglos posteriores, hasta llegar a nuestros años.
Aquel día, un jueves santo, acudieron a la consagración de la catedral el rey Alfonso IX junto con su hijo Fernando, el propio obispo, Monseñor Pedro Muñiz, y los obispos de Ourense, Lugo, Mondoñedo, Tui, A Guarda, Coria, Évora, Lisboa y Lamego, que firmaron el acta de la consagración, junto con otras muchas personalidades de la nobleza de la época. El ritual fue peculiar, los asistentes dieron tres vueltas por el exterior de la catedral con cánticos y oraciones, para acceder al interior del templo con solemnes procesiones, y la bendición de doce cruces con inscripciones en latín que fueron ungidas por el obispo. La peculiaridad de estas doce cruces eran los símbolos que las acompañaban, la luna, el sol, el alfa, el omega, argumento que sirvió tiempo después para acusar al obispo Muñiz de nigromante y de realizar prácticas de brujería. La consagración sirvió para inaugurar también el Pórtico de la Gloria, que por aquella época era exterior, el paso del tiempo y el deterioro del conjunto artístico hubo de ser protegido, creándose después la actual fachada barroca que conocemos, instalando un busto del apostol en el interior.
Por aquel entonces, la capital gallega contaba con una muralla que rodeaba la ciudad, unas cuantas casas y muchas fincas de labradío, cuentan que lo que hoy conocemos como la Plaza del Obradoiro era una explanada con fincas que utilizaron los canteros de la época para pulir el granito con que fue construida la catedral, de ahí el nombre que actualmente recibe. La muralla tenía siete puertas desde las que entraban peregrinos y mercancías, desde los caminos de la región, como menciona el Códice Calixtino, conocido por su reciente robo hace algo más de un año. La ciudad crecía en distintas direcciones, desde la Puerta del Camino hasta la fachada norte de la catedral, desde Rúa Fagueiras a la Rúa do Vilar, y desde la Rúa de Mazarelos a lo que hoy conocemos como la plaza de Cervantes. No existían por aquel entonces ni la universidad, ni su claustro, ni el palacio de Xelmirez, ni la Torre de Berenguela. Siglos ha llevado la construcción de lo que hoy es Santiago de Compostela. ¿Qué todavía no conoces la ciudad? Pues te pongo un negativo, porque vale realmente la pena.
No tenía ni idea de la fecha, algo había oído, pero nada más. Me quedo con la satisfacción de lo leído, por cierto muy ilustrativo y ameno. Al menos se que me voy a llevar un positivo, porque ya he perdido la cuenta de la s veces que he ido a Santiago, porque a parte de ser una ciudad maravillosa para perderse por sus ruas, tengo familia allí.
ResponderEliminarBesos
Nela
Lo de las fechas no lo conocía. Una ciudad maravillosa.
ResponderEliminarUna ciudad encantadora...
ResponderEliminarUn abrazo chiquitín !!.
no es el día de la tierra?
ResponderEliminarY digo Yo que manía de poner símbolos por todos lados jejejeje Pues tal vez era un templario y le gustaba jugar con esas cosas! Jejejejeej Cuando te leia recuerdo un videojuego de Assasins creed donde menciona partes de Galicia.
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