Europeas en clave española

Si pensábais que íbais a quedar sin mi análisis siempre genial sobre las elecciones europeas estábais muy equivocados, y que conste que la suerte la habéis tenido que estas dos últimas semanas he estado desaparecidode la blogosfera, porque os habría hecho un precioso post sobre por qué no me gustaba Elena Valenciano como candidata socialista, o sobre cómo la misma Valenciano avasallaba a Arias Cañete sacándole su lado más machista, sobre lo sosa en general que fue la campaña y sobre lo único destacado políticamente estos últimos días, el triste asesinato de la presidenta de la Diputación de León, y la polémica posterior sobre los insultos a través de internet y la persecución de estos imbéciles por esas gilipolleces que dijeron en su momento. Ya han pasado las elecciones, que era lo más importante, aunque quedasen momentaneamente solapadas por la final de la Champions, que sigue coleando, y tanto.

 

Los resultados de las europeas han llegado tarde, como siempre, por el cierre de las mesas electorales en Italia, que es el último país en hacerlo, y los resultados, dentro de lo previsto, aunque no en su cuantía. Se preveía una caída del PP y del PSOE, y la subida de muchos pequeños partidos, alguno con posibilidad de entrar, y así ha sido, pero como en Gran Hermano, magnificado, eso en cuánto a España, pero los resultados también tienen su lectura europea, nada que ver con la española, claro. Pero en este genial post nos centraremos en las claves españolas, porque no hay que obviar que en cada país se vota según le vaya a uno, no como la generalidad europea, lo que es lógico, en parte. Si bien, se podría también hacer un análisis autonómico, porque aquí los resultados han sido, una vez más dispares. Principalmente destacar que el PSOE cae en toda España, pero que se hace un poco más fuerte que en anteriores elecciones en Andalucía, ese bastión socialista, y que Extremadura parece castigar a Izquierda Unida y PP que gobiernan actualmente esa comunidad autónoma, otro de los puntos fuertes socialistas. Vuelve a liderar en Asturias el PSOE, que la gente ha pasado bastante por alto este dato y no es nada desdeñable. Finalmente, las históricas tienen miga, mientras en Galicia cae una barbaridad el PP, sigue manteniendo los mejores resultados de España, para variar. En Cataluña, el PP casi desaparece del mapa y se ve que la deriva soberanista va por un camino algo embarrado, aunque liderado en esta ocasión por ERC que se alza con el mayor número de votos, dónde el PSOE pasa a ser la quinta fuerza más votada, patético pero real, tremendo desplome. Y en Euskadi, que también van a su bola, sale victoriosa Bildu, la gran temida por el PP a los que han comparado con el demonio con cuernos y rabo.

 

Pero un análisis más frío necesita de un análisis global de todo el estado español, pues a diferencia de otras elecciones, en estas se hace un recuento total de votos sin esas jodidas circunscripciones que borran del mapa a muchos de los partidos menores, he aquí una de las claves de ese frente antibipartidista.

 

El PP ha ganado las elecciones. Punto pelota. España no es un país de cambios radicales y éstos suelen ir produciéndose poco a poco, he aquí la caída libre del partido más votado, que ha ganado, si, pero más ha sido lo que ha perdido, ha pasado de 24 eurodiputados a 16, un descalabro que sus electores tradicionales han permitido quedándose en casa, probablemente desencantados con las corruptelas peperianas, e incapaces de ver a otras fuerzas gobernando. Pero el descalabro del Partido Popular, que habría sido histórico, se ha quedado en nada con un nuevo descalabro socialista. Si los socialistas pensábamos que habíamos tocado fondo con la derrota de Rubalcaba en las generales, estábamos muy equivocados, y vemos que hay más fondo todavía, y más que puede haber si no se cambia algo, ya no solo el liderazgo, aunque, urgentemente es lo más visible, y lo que en un principio podría volver a ilusionar a muchos socialistas. Complicado, si, pero no imposible. La caída del PSOE es a niveles nunca vistos, y ha bajado de 23 eurodiputados a los 14 actuales. Claro que entre esos 14 se ha asegurado bien un puesto Pepe Blanco, al pobre que casi lo han puesto ahí con calzador, que él no quería. Tremendo ingenio que ahora pagamos el resto de socialistas, sin contar con que Elena Valenciano era, al parecer, la mejor baza de Rubalcaba, su número dos. Si con los casos de corrupción de la derecha no se levanta cabeza es porque el proyecto socialista no es visible a los ciudadanos. Consecuencia, a dos días después, dimisión de Rubalcaba, que ha anunciado que no se presentará a la reelección como secretario general, a Dios Gracias.

 

Pero el caso más espectacular de estas elecciones ha sido el ascenso de una nueva fuerza, Podemos. Y no, cuando digo Podemos no me estoy refiriendo al slogan del Mundial para la selección española, aunque ha sido el mismo, me refiero a esa nueva fuerza que aboga por no seguir los pasos de Grecia y para que nos salgamos del euro, o algo así, todo un ingenio en márketing, así os lo digo. ¿Recordáis al Chikilicuatre en Eurovisión? Ahí vimos el poder de la televisión, desde dónde nos ofrecieron un candidato a cantar y representar a España en Europa, y salió ese personaje, aupado por la audiencia, algo así le ha ocurrido a Podemos, el partido liderado por Pablo Iglesias, ese joven escritor y profesor de ciencias políticas que aprovechando el atril que le presentó un canal de televisión en el que ha partidipado como tertuliano, ha salido como el gran vencedor de estas elecciones, con cinco eurodiputados, algo impensable en cualquier mente cabal, pero un super producto del marketing, que ha puesto su cara en las papeletas, por si acaso ¿Tan hueco es su proyecto político? Y ya no voy a mencionar la CristianoRonaldez de Pablo Iglesias al salir a hacer sus primeras declaraciones. Sale de aquí por lo tanto una formación de izquierdas, una nueva formación de izquierdas para aquellos descontentos con los socialistas, pero una formación que ha hecho mucho daño no al propio PSOE, si no a formaciones más pequeñas, que esperaban su asalto al bipartidismo desde la experiencia de los años. ¿Qué puede estar pensando en estos momentos Cayo Lara al frente de Izquierda Unida cuándo un partido salido de la nada, o de un programa de televisión te supera en número de votantes en unos meses? ¿De qué sirve el trabajo y la historia de un partido cuándo al final compramos aquello que nos venden las televisiones? ¿En qué año fue fundado el PSOE y el PCE? ¿Renovarse o morir? Además de este paradójico caso, han aumentado su número de votantes las coaliciones de izquierdas más pequeñas, Izquierda Unida, Bildu, BNG y otras muchas escondidas bajo siglas más grandes. No voy a hablar de UPyD, ni de otras formaciones similares, que también han arañado su cuota nada desdeñable.

 

Sin embargo, este análisis me quedaría cojo si no hiciese una crítica hacia una postura que ha vendido muy bien Izquierda Unida, y otros (léase Podemos), ambos tenían como meta el terminar con el bipartidismo, se han alzado muchas voces contra este reinado de PSOE y PP, y desde luego mella han hecho, aunque ambos partidos siguen sumando casi el 50% de los votos, por lo que en ese sentido no se ha conseguido del todo, todavía tienen estos partidos un peso importante. Me preocupan las teorías antibipartidistas, porque me han vendido el bipartidismo como malo, pero ¿Hay alguna prueba empírica de que sea realmente malo? ¿Hay alguna muestra que así lo atestigüe? En absoluto, hay lugares dónde le bipartidismo ha hundido países, pero no en todos, véase el caso más llamativo de Estados Unidos, dónde llevan con ese modelo toda la vida y dónde el resto de formaciones apenas existen. ¿Hay casos dónde el pluripartidismo haya sido beneficioso? Dígamne uno. Yo solo veo la ingobernabilidad de Italia y me basta para decir que es mejor gobernar con pocos. Ello no quita que, los que no quieren el bipartidismo deberían centrarse en alguna fuerza, una tercera que tomase el relevo, bien de socialistas o bien de derechistas. Lo que yo no quiero es una España italianizada, en la que para salir del atolladero de la ingobernabilidad, de los pactos imposibles entre cincuenta partidos, salga un caudillo que nos lleve a la ruina, o a lo que es peor, a fantasmas más oscuros ya vividos hace cerca de 75  años. Nuevamente, jugada de Izquierda Unida que le sale frustrada, como en cada proyecto en el que se meten. ¿Cuándo una nueva Izquierda Unida de verdad? ¿Cuándo el PSOE será nuevamente un partido de izquierdas en la práctica en lugar de en la teoría? ¿Cuándo las personas dejarán de liderar los proyectos en lugar de las ideas? (Conste que había pedido la cabeza de Rubalcaba).