Tras conocerse los últimos datos de la EPA (Encuesta de Población Activa), podemos hacernos una idea de los derroteros de la reforma laboral emprendida hace dos años por el gobierno de Rajoy. La ministra de empleo Fátima Báñez, aquella que es incapaz de emplear un estilista, o un peluquero, o un maquillador, o tan siquiera alguien que le haga la cera al bigote, lleva saliendo a dar los resultados del paro en los últimos meses, desde que las cifras son positivas, para llenarse la boca con cifras escogidas para venir a dar ese mensaje genial que el gobierno tiene de que la recuperación ya está aquí, y que los españoles podemos estar tranquilos.
Efectivamente, las últimas cifras del paro no son malas. Concretamente, las del último trimestre han arrojado un resultado positivo, no el esperado, pero positivo, por muy poquito, pero muestran una tendencia que al menos no es destructiva. Eso si no nos fijamos en la letra pequeña, que aquí sí pueden saltar todo tipo de alarmas que demuestran que no es oro todo lo que reluce y que las cifras del paro están siendo más maquilladas que Carmen de Mairena una nochevieja.
Pero la EPA ha revelado que el número de parados ha caído, aunque la población activa también ha bajado, lo que nos hace pensar que muchos de los que la encuesta consideraba parados han sido pasados a otra lista, a la de inactivos, lo que se traduce en pensionistas, o inactivos que no buscan directamente trabajo. Un rollo patatero sobre el que no me quiero extender en un día como el de hoy, que es festivo y se celebra el día internacional del trabajador.
Este año, en Madrid han elegido como lema para la manifestación que "Sin empleo de calidad no hay recuperación". Y no les falta razón, así os lo digo. La recuperación está siendo un poco ficticia, y tanto que las condiciones laborales ya no son lo que eran, a la pérdida de muchos de los derechos que los trabajadores habíamos ido adquiriendo a lo largo de los años, se suma la precariedad de los contratos, contratos que son de duración irrisoria (es que hay contratos por horas, que es algo ya deprimente, porque me dirás tú, ya no son trabajos de 40 horas semanales, son de 3 horas en toda la semana, y búscate la vida después de ese horario, sácate las castañas del fuego y alimenta tú a una familia), y contratos mal pagados, se ha bajado el sueldo de forma alarmante. Efectivamente, hay poquito empleo creado, y tan nauseabundo, que en ocasiones dan ganas de romper el sistema y mandar a los que te contratan a tomar por culo, claro que, al final, nos conformamos siempre con lo que nos dan, porque menos da una piedra. Sobre cuestiones de riesgos laborales y salud en el trabajo mejor no vamos a hablar, que el empresario todavía ve eso como algo de cierta-ficción.
Muchos dirán que la manifestación del día del trabajador no sirve para nada, de hecho muchos no van a ninguna, como si la cosa no fuese con ellos, como si con que se manifiesten algunos fuese suficiente. Por eso invito a que, desde vuestras ciudades acudáis a las manifestaciones de este día, para recordar una vez más que el capitalismo, las empresas, los empresarios, los beneficios, el consumo y demás variables que puedan afectar a la economía, no serían nada sin la clase trabajadora, ellos siguen siendo los demandantes de trabajo y de trabajadores, porque a día de hoy aún no he visto funcionar a una empresa sin capital humano.
Todos los años siempre lo mismo, pero bueno... es una jornada reinvindicativa y este año con más fuerza que nunca.
ResponderEliminarUn abrazo chiquitín !!.
es para recordanos que la esclavirtud se ha reducido a 8 horas (a veces mas) jejejeje
ResponderEliminarAquí la CGTP (Confederación General de Trabajadores del Perú) van a hacer (o ya están haciendo) una marcha por este día. No sé si no logran sus objetivos por falta de apoyo de la mayoría, como sugieres, o porque los dirigentes no están capacitados, algo que pasa muchísimo en nuestro país. Igual nuestro apoyo para un futuro mejor. Beshosss.
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