viernes, 27 de septiembre de 2013

FNF Nº 172

Me resisto, me resisto a dejar de poner alguna canción que me sugiera cosas, me resisto a dejar de pensar en él, y a no colgar un vídeo muestra de este estado de desamor. En esta ocasión he elegido la canción por una frase que me viene a la cabeza una y otra vez y que me da fuerzas, muchas fuerzas para olvidar a esa persona que tanto daño me ha hecho, "Te tengo olvidado desde noviembre del año pasado". Esa es la frase, esa es la motivación extra que busco cada vez que abro mi whatsapp. No me gusta leerla, me hace daño, muchísimo daño, pero el daño también nos hace más fuertes. Así que, me he ido a noviembre, aprovechando que vienen vientos frescos y húmedos que anuncian la llegada definitiva del otoño, y el final de este verano, que ha sido un verano de adioses.




November Rain, es la canción que traigo hoy, un clásico de los Guns N' Roses, un grupo que tuvo un notable éxito en los noventa y que así como lo tuvo, desapareció, o prácticamente desapareció. Se lo comieron todo muy rápido, y con motivo quizá, aunque tengo que admitir que a mi la voz de su cantante, nada de nada, lo de los grititos no es que me guste demasiado.

En fin, que no os quiero aburrir en esta tarde de viernes tan apática. Espero que os haya gustado la canción de hoy a los que no la conocíais, que lo dudo.

martes, 24 de septiembre de 2013

El Engreído

Estoy convencido de que me ha mirado un tuerto, lo tengo clarísimo, y tanto que el sábado por la noche me miró un vizco, que yo no tengo nada contra los vizcos, pero sé de buena tinta que me ha mirado. Cuando las cosas no van bien, no van bien, y muestra de ello me ha dado estos días Billy.

A estas alturas de la película no contaba con hacerle un post a Billy, no entraba en mis planes vitales, ni lo había llegado a considerar merecedor de otro post, pero se lo ha ganado, está clarísimo, y no por bien, todo lo contrario. Cosas del alto EGO.

De un tiempo para aquí, nos escribíamos a través del teléfono. Tras la ruptura con D., esto se había intensificado un poco. Un trato correcto, sin pretensión alguna por mi parte más que un poco de cháchara. Ya sabéis que en momentos duros, siempre se necesita alguien a tu lado que te apoye un poco, quién mejor que él, que conocía la historia de D. desde el principio para hacer un poco de oreja y subirme el ánimo. Solo el ánimo, advierto, que luego puede dar lugar a malos entendidos.

Hace unos meses tuvimos una charla en la que llegamos a ponernos de acuerdo en varios puntos, ni él tenía intención de volver jamás conmigo, ni yo tampoco. Concretamente yo lo había descartado totalmente al carecer de las luces suficientes para lo que yo necesito tener al lado, él tendría sus razones, supongo. Otra de las conclusiones fue que tampoco había ya tensión sexual, por mi parte dejé hace mucho de tener ese interés, él parecía que también. Podíamos charlar sin problemas como amigos, sin más pretensiones, por los cauces establecidos, en la distancia, y si se pudiese dar algún encuentro, lo habría sin problema. Vamos, que llegamos a un acuerdo de mínimos sobre lo que debe ser una relación normal entre dos personas, más que nada por evitarnos las broncas cada vez que nos poníamos en contacto, que era algo bastante común, y con D. al lado, más aún, ya os lo digo.

Pues estos días ha estado un poco con la mosca detrás de la oreja. Se extrañó de que en tiempos tuviese que rogarme para tomar un café, y ahora charlásemos casi a diario, me preguntó a qué se debía, y yo le dije, sinceramente, que no tenía a D. y que eso lo notaba, que tenía más tiempo libre y ya no estaba atado a no poder hablarle para que no le pareciese mal al otro. No sé si le convenció o no. Pero fue un poco parco en sus comentarios a partir de ese día. Aprovechaba en ocasiones para contarme hazañas sexuales, sus nuevos gustos. Me ha parecido perfecto que me contase esas cosas, no me quitaron el sueño. Se le escapaban comentarios del tipo "somos amigos", como marcando territorio, demostrando que no éramos nada más, aunque en otras ocasiones aprovechaba para recalcar mis errores en aquello que tuvimos si se le puede llamar relación. Pero ayer, en medio de una conversación de otra cosa, me preguntó si llevaba otras intenciones ocultas que aún no le había comentado. Le dije que no, y también le pregunté si le molestaba que charlásemos, en cuyo caso, vacaciones y problema arreglado. No dijo que si, pero tampoco dijo que no, dijo que tenía la impresión de que buscaba en él algo más. Le conté que era todo mucho más simple, que no lo estaba pasando bien y necesitaba un poco de apoyo, que él por lo que me conoce, por lo que sabe, y por lo que sabemos que no tenemos intención de que suceda, era la persona adecuada para entender un poco mis sentimientos, que me había defraudado un poco al pensar así, aunque no le dije que me había defraudado muchísimo, no le dije que me parecía un engreído, no le dije que no lo aguantaría más de dos horas seguidas, ni que no le veía las luces suficientes para que se me pasase por la cabeza la idea de intentar algo más allá de un poco de charla. Tiempos eran tiempos (otro de los lemas que le gustaba recalcar... que había pasado mucho tiempo). Efectivamente, tiempos eran tiempos.

Le dije que tenía muy claro lo que quería, pero no le dije que tenía muy claro lo que no quería, y no quiero a mi lado a nadie problemático, como me ha ocurrido estos últimos cuatro años, jaleo día si y día también, no le dije que no quería a mi lado a un egocéntrico que solo pensase en si mismo, que también me ha ocurrido, ni le dije que no quería a mi lado a un descerebrado, que no quería a mi lado a alguien engreído, No le dije un montón de cosas porque sería entrar otra vez en la espiral de destrucción mutua que hemos tenido los últimos años y de la que ya estaba cansado. Le dije que no le molestaría más, si es que le molestaba hablar conmigo, que le felicitaría en el cumpleaños y poco más. Su respuesta fue dura e innecesaria, como muchas de sus respuestas "no me gustan los cumpleaños". Y es cierto, siempre ha sido un desmemoriado de los cumpleaños, pero capté el mensaje y estuve llorando un buen rato. A perro flaco todo son pulgas. Al rato me dijo "no es eso", le dije que había llorado y me contestó "yo también lloré en su día" y le pregunté si tenía pensado hacerme pagar por sus lágrimas toda la vida, como si yo no hubiese llorado lo mío por él en su momento. Se hizo el silencio.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Supernanny

"Se acabaron las rabietas, los enfados y los berrinches". Así reza el eslogan de este programa de entretenimiento del canal Cuatro en el que una psicóloga de niños (o lo que sea) trata de ayudar a unos padres desesperados ante los distintos problemas en la educación de sus hijos. Pues a mi este fin de semana me ha tocado ser una auténtica supernanny. Y cuándo digo esto me refiero sencillamente a que me ha tocado trabajar de niñero, en Madrid, pero en lugar de ser un niño, un joven de 19 años y con mucho peligro.

No seáis mal pensados cuándo digo que he tenido que hacer de niñero de un chico de 19 años, es que se trata de un primo de esa edad que ha venido a pasar el fin de semana a Madrid. Aunque inicialmente no ha venido a dormir a mi casa, porque se queda en casa de una familiar que tenemos en un barrio de la zona norte de la capital. El chico, en su afán por conocer las bondades turísticas de Madrid ha decidido (y así se han dado las circunstancias) que pasarse el sábado conmigo sería buena idea, por mi proximidad al centro de la ciudad. Mi primo es gay. El chico apuntaba maneras desde pequeño, y no hace mucho, por cauces que no contaré por aquí confirmé que era gay. Pero solo a modo de resumen, decir que las noticias vuelan, así me ha llegado esa confirmación, eso, y un poco de I+D, claro, que las lenguas son malas, pero no tanto si no son azuzadas.

Así que, el niño y yo, una noche de sábado solos en Madrid. ¿Qué hacer con él? ¿A dónde llevarlo? ¿Turismo nocturno? Lo invité a cenar en un bar cercano a mi casa, mientras yo maquinaba algo con que tenerlo entretenido. Iríamos a mi casa a beber algo. Lo que es normalmente un autobotellón, solo que esta vez en compañía (y ya no es el primero este mes), y de ahí, a conocer la noche madrileña. Porque está en la edad en la que salir es fundamental para adquirir esas malas costumbres de la vida de los próximos años. ¿A dónde llevarlo? Gay, su primera vez en Madrid, por la noche ¿A Chueca, no? Allá nos fuimos a tomar esos maravillosos (por decirlo de alguna manera) cubatas de litro, a un precio razonable. Su primera impresión al entrar en el barrio fue de estar entrando en territorio comanche, un parque temático de hombres, de hacerle los ojos chirivitas. A los ojos de la gente, la impresión sería un poco distinta, chico mayor con jovencísimo por la calle, pensarían que éramos "tío y sobrino". Las miradas se disparaban, en ambas direcciones, pero sobre todo en la de él. Qué exito, qué salvajes somos los hombres que olemos la carne fresca al instante. Travestis, drags, maricas con pluma, modernas de mierda, musculocas, chicos guapísimos, bollos de todo tipo, abuelos, osos y rumanos robacarteras. Todo para él era novedad. Y no es que fuera su primera vez en el ambiente, el de Galicia lo conoce, pero no tiene nada que ver.

Allí nos encontramos a una conocida del pueblo que me pretende, estuvimos con un amigo mío un rato, y tras un par de vasos decidimos que era buena hora para cambiar de lugar, que no de ambiente. El chico quería discoteca. Así me lo llevé a la OHM. Unas copas más, música, gente de todo tipo, y él encantado, y cada vez más suelto. Allí nos encontramos con un chico de Galicia que ambos conocíamos, yo de vista, él de proposiciones deshonestas. Y en un descuido mío (intencionado o no) llego a la pista de baile y allí me lo encuentro dándose el lote con un tipo, de por lo menos mi edad. Mono, majo pero a fin de cuentas, dándose el lote con mi primo pequeño. Y mi primo pequeño sin cortarse un pelo, no os vayáis a pensar. No tardó en decirme que no se venía a dormir a casa, y ante mi la disyuntiva de ser un primo majo y la responsabilidad de tener al niño a mi cargo. Lo dejé ir que es ya mayor de edad. He sido el primo moderno y comprensivo que él esperaba. Cambié el teléfono con el chico ese y le exijí que a las 12 de la mañana me lo entregase en una boca de metro cercana a mi casa. Y allí aparecieron. Mi primo me saludó con un simple "buenos días, jajaja". Yo apenas había dormido, inquieto por no saber si estaría bien o no, él había dormido menos, aunque por otras razones distintas.

No me hizo falta preguntarle si era gay, él sin cortarse un pelo me lo confirmó de cuerpo presente, nos evitamos el mal trago de preguntas obvias. Él tampoco me preguntó nada a mi, y que piense lo que quiera, esa sigue siendo mi filosofía de vida, aunque haya quién no lo haya querido aceptar. No me gusta hablar de mi vida privada, eso ya lo sabéis los que leéis este blog. Me importaba que pudiese confiar en mi, y creo que lo ha hecho. Lo vi feliz y me hizo feliz, me hizo despejar la mente tras estos días complicados y tras tantas y tantas horas de estudio.
 
Me hizo mucha gracia por la mañana, desayunando cuándo me preguntó si sabía lo que era el Bender, me explicó que era una aplicación de teléfono "en el que la gente según tus gustos sabe más o menos dónde estás para quedar y esas cosas". Me comentó que no le paraba de sonar, por la cantidad de mensajes que le escribía la gente. Me hice el sordo y me acordé de cierta persona que había jugueteado con ella en su momento, aunque a mi no me había dicho nada, probablemente desde noviembre, o antes quizá. Una cosa es que yo sepa o no cuál es la aplicación, y otra que le vaya a decir a mi primo que lo tengo bloqueado en la misma, por prudencia y estas cosas.
 
Me reí mucho con él, y por el camino pensamos qué decirle a nuestra prima sobre la noche anterior. "En tu familia sois todos iguales", me comentó Billy.

sábado, 21 de septiembre de 2013

El beso

Hubo en España un dúo musical en los años cuarenta y cincuenta formado por Pepe Blanco (no confundir con el ministro socialista absuelto por el caso Campeón) y su pareja artística y en la vida real, Carmen Morell, que tuvo que soportar la diferencia de salario por el machismo de la época y también las infidelidades de su pareja. Estos cantaban una canción que sonó y en ocasiones suena todavía ahora, un clásico de la copla española, "me debes un beso":

Hay... que me debes un beso... No te lo perdono
Me debes un beso... me lo cobraré...
No me exijas eso, que un beso se ofrece
Y si lo merece, te lo brindaré.
Me debes un beso... no puedes negarlo...
Si puedo pagarlo, te lo pagaré...

Así era la letra de esta canción que me ha venido al pensamiento en cuánto fui testigo, una de estas cosas que ves por el balcón e irrefrenablemente te inducen a hacer un post, una historia de un beso, algo aparentemente muy sencillo, para algunos, para otros, una quimera.

Salí yo al balcón, como suele ser habitual a tomar el aire, entre apuntes y esquemas de esta oposición que me está trayendo de cabeza, cuándo se abrió la puerta del edificio de enfrente. De ella salió una pareja, un chico muy mono y una chica guapa a la par que frágil. Advertir que ninguno produjo en mi un deseo irrefrenable de irme a la cama con ellos, pero me parecieron tan tiernos que no pude evitar soltar una lagrimilla. Lo admito, estoy sensible.

Iban a darse de la mano, al menos esa era la intención del chico nada más salir de casa, y sin embargo, llegaron un poco más allá. El chico agarró de la mano a su novia, la giró hacia si y le estampó un beso de película, como los que imitan los niños cuándo se creen que están enamorados. Un beso apasionado, largo, precioso. Me quedé embelesado mirándolos. Se me caía el ojo. Él agarró por la cabeza a la chica en un gesto cariñoso, mientras con la otra mano le acariciaba un brazo. Ella, se dejaba besar, y como en las películas, levantaba su pierna izquierda hacia atrás, ligeramente. Con su mano derecha intentaba apartar al chico. Fue un beso largo, precioso, como ya dije, de película. Ella estaba encantada, se le veía en su cara de enamorada, o no tanto de enamorada, de chica feliz por tener a un hombretón besándola.

Entonces me imaginé yo a mi mismo, en una situación hipotética, siendo besado por la persona a la que quiero, por esa persona que me hace estar tan a gusto, sentirme feliz. Me temblaban las piernas imaginándomelo. Intenté recordarme haciendo algo similar, siendo ese macho alfa que besa a su pareja. Busqué precedentes. Quizá los hubiese en alguna ocasión con mi Angelines, lo que no tengo muy claro quién era en esa ocasión el macho alfa, si ella o yo. Pensé en Billy, y ahí no encontré ninguna situación de beso romántico apasionado. Alguna si, quizá, más preámbulo de sexo que otra cosa, nada tan romántico como esto. Y luego pensé en D., al momento desistí en mi pensamiento, jamás me hubiera dado un beso al salir de casa a cuento de nada. Tampoco me habría dado la mano. Al principio se la habría dado yo, pero... descubrir que algo romántico tu pareja ni se lo plantea, te desmoraliza, y luego dejas de tener esos detalles. 

Tras descartar a mis parejas anteriores, volví a la realidad, ella había conseguido zafarse del chico, y se atusaba el pelo, él se limpiaba ligeramente los labios, recientemente pintados por romántico. El beso había terminado saciando a la pareja de amor, ella satisfecha y contenta con su chico romántico, él seguro de haberle dado a ella lo que no se esperaba y tanto quería. ¿Y yo qué? ¿Cuándo?

viernes, 20 de septiembre de 2013

FNF Nº 171

Yo creo que hoy toca una última dedicatoria, y ya ponerme a partir de la próxima semana con esas músicas que tanto me gustan a mi y que dicen tan poco al público en general. Esta semana la dedicatoria está clara, yo la canto, y a quién todos lo sabéis.

No es la primera ocasión que pongo algo de música de Guaraná. Como decía Damian en uno de sus vídeos que colgué, son los de Échame a mi la culpa. Efectivamente, ese es el tema que estos días he escuchado de Guaraná, un grupo alicantino que me encanta, actualmente compuesto por Juanra Arnáiz y Dave Navarro. Bueno, David Navarro, que Dave Navarro es el que fuera guitarrista de los Red Hot Chili Peppers entre 1993 y 1997, nada que ver. Ni nada que ver el estilo de mis Red Hot con el de Guaraná, algo más castizo que suele hacer canciones al desemor. Como en esta ocasión. Aunque el tema Échame a mi la culpa, una canción de José Ángel Espinoza Aragón, conocido como Ferrusquilla, compositor mexicano. El tema fue interpretado por un montón de cantantes, entre ellos destaca la interpretación de Rocío Durcal, pero a mi la versión que más me gusta es esta de Guaraná.




Así que os dejo con esta canción, para que la apliquéis en aquellos casos que consideréis. Yo ya lo he hecho. Os deseo un buen fin de semana. A todos menos a uno.

El repago farmacéutico hospitalario

Y vuelve este Gobierno a darnos una nueva mala noticia, a la vez que anuncia futuras calamidades para los españoles de a pie, nuevos recortes a la vista, nuevas congelaciones, engaños y demás. Perdón, se me ha escapado la palabra "Gobierno". Sepan ustedes, señores lectores, que a mi en este blog no me gusta hablar de mi vida privada, mucho menos de política. Pues nada, que de vez en cuándo se nos cuela un post que pudiera parecer político. No lo es, tranquilos.

Pues bien, Ana Mato, la ministra que gasta en los cumpleaños de sus hijos ingentes cantidades de dinero negro financiado a través de la Gürtel para decorarlo a lo Disney y un largo etcétera, ha dado el visto bueno al "copago farmacéutico en medicamentos de dispensación hospitalaria para pacientes no hospitalizados", o algo así, que es como lo llamaría yo. Este repago, porque recordemos que esto es un repago, que no es más que aportar una parte del precio público de venta de dicho medicamento que ya había sido adquirido por el estado. Así pues, tenemos pacientes que se pasan por el hospital con su receta médica, recogen un medicamento y se van a su casa. Normalmente en tratamientos especiales y caros para el bolsillo humano, aunque de esto quizá nos pueda hablar más Gary Rivera. 

Entre los medicamentos se encuentran algunos para retrasar la progresión del cáncer de mama avanzado o para tratar el cáncer de riñón también avanzado y extendido a otros órganos, tratamiento de tumores cerebrales, leucemia crónica, tumores malignos y mestastásicos, reproducción asistida, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, degeneración macular, vih o hepatitis C crónica. Ahí es nada. Que los que más jodidos están, ahora lo van a estar un poco más, claro que, supongo, el pensamiento de la señora ministra será que, para lo poco que les queda, y total, que éstos no se nos van a manifestar en contra. Pues he ahí que cada poco y de cada bolsillo va a haber que reembolsar un poco de lo que ya habíamos reembolsado, que es curioso. El decreto lo podéis leer en el BOE y ahí podéis consultar también la lista de medicamentos incluidos.

Claro, añaden, y para tranquilizarnos, que los tratamientos antiretrovirales no tendrán que pagar nada en los hospitales, siguen con el "cheque en blanco" que diría la ministra. Aunque no nos engañemos, poco a poco van arrinconándolos, hasta que un día también les den una pequeña patada. Al tiempo. Tampoco iban a tocar las pensiones, o eso decían, ni el IVA de las chuches. También añaden y para más tranquilidad nuestra, que de ese 10% que se va a tener que pagar por esos medicamentos, no será siempre de aplicación, porque se establece un máximo de pago, 4,20 euros. Así pues, si tu tratamiento cuesta 10 euros al mes, tendrás que pagar 1 por el medicamento que ya estaba pagado, pero si tu tratamiento cuesta 100 euros, tendrás que pagar "solamente" 4,20 euros. Y así, a poquitos nos van sacando nuestros derechos. Ellos que sigan disfrutando de su gran vida, que total, cuándo tengan alguno de estos problemas médicos, tampoco les va a suponer mucho de su bolsillo pagar 4,20. Triste y español.

¿Lo veis? De la nada he hecho un post farmacéutico, sin tener yo ni pajolera de eso, pero nada de política.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Sueños y pesadillas

Me comentan algunos lectores, tanto por la vía pública como privada, que el subconsciente, algo por debajo de la consciencia, sigue actuando sin que, valga la redundancia, nosotros seamos conscientes, esto supongo yo que tendrá que ver con el asombroso mundo de los sueños. Pero eso mejor nos lo explique algún bloguero que se pasa por aquí y que sea conocedor de este tema, que yo voy bastante justo.
 
En pocos días he soñado varias veces con D. Y esto es todo un logro, porque estando él en vida la relación incluso en sus mejores, o momentos regulares era algo bastante complicado que sucediese. No voy a decir que jamás había soñado con él. Si, pero el contexto era distinto y quizá no supe apreciar o disfrutar los sueños en su momento o se me olvidaban en el momento, qué sé yo. Pero los sueños y pesadillas en esta ocasión han sido totalmente distintos y supongo que no es nada bueno soñar con alguien a quién echas de menos, aunque tampoco nada malo, así lo creo.
 
La semana pasada cuándo dormía soñé ¡Bendita ilusión! algo nada bueno. Horrible, ya os lo digo. Un sueño de lo más real, dónde él y yo aparentemente estábamos rodeados de más gente, y en determinado momento, él tenía uno de esos ataques de ira que le dan, o un ataque de mala hostia según se mire, empezaba a gritarme, repetía aquellas perlas que en su día me envió por el whatsapp del demonio y por el facebook, y yo no me quedaba callado, también os lo digo. Algo similar a la realidad, solo que en este caso recibía una y cada una de sus perlas como si lo que yo dijese no le afectase. Como el tono de la discusión iba a más, en ese momento me entró el punto de consciencia durante el sueño y decidí que no quería soñar más con eso. Me desperté entre sudores (que parece una frase hecha pero que fue totalmente real), y me puse a merendar. Intenté llorar pero no pude.
 
Anteayer volví a soñar con él. Había pasado un fin de semana bastante duro, comiéndome mucho la cabeza con todo este asunto del que ya os anticipo que este será uno de sus últimos post, los últimos coletazos. Empecé a sentir esa debilidad propia de la soledad, ese momento de duelo que los blogueros llaman, la necesidad de su voz, de su sonrisa, la toma de conciencia de que ya no volverá, y tras unos días muy agobiado, mi subconsciente (supongo) decidió que ya no más, que ya estaba bien, que debíamos despedirnos con un buen sabor de boca de esta relación imposible que me ha dejado esa halitosis ficticia (aunque también le reconozco muchas cosas buenas, no os quiero engañar ni engañarme a mi mismo). Soñé que si él estaba descontento con mi actuación los últimos meses, esa falta de muestra de cariño en público por mi parte, sobre todo por mi público, ese reconocimiento hacia los demás de la relación y sus ganas de formalizarlo todo, decidí olvidar el empujón, decidí olvidar que La Buscona no había tenido en todo este tiempo más que medio minuto para preguntarme qué tal estaba, decidí olvidar tantos y tantos malos recuerdos que solo quería su felicidad. Recuerdo mucha gente de mi círculo más cercano, en él, flotando casi entre algodones (no algodones de algodón, que el algodón es algo que curiosamente nos producía dentera a ambos, algo más parecido a las nubes, qué por cierto ¿a qué huelen?), y ahí recuerdo mi mano sobre su mano, una ligera caricia, un guiño en la oreja y el cuello, un beso en público. Si, precisamente cosas que a él, al principio de la relación no le gustaban nada y que luego, él solía pedirme, claro que era algo que tampoco hacía en su círculo, en su barrio, jamás en Chueca (¿hola?). Pero en el sueño lo veía feliz, mi gente no se asombraba por ello, estábamos todos flotando y felices. Entonces tuve una nueva toma de consciencia. Tampoco me quería engañar a mi mismo y decidí despertarme.
 
Quería despertarme porque no quería precisamente ilusionarme con algo que no va a ocurrir jamás, por algo que me va a dejar ese regusto de ¿Por qué no se lo di cuándo él quería? Ni quería pensar que con concederle sus deseos se arreglase todo, todavía quedaban, y quedarán en realidad mis deseos de ser feliz, y ésto no se consigue siempre haciendo feliz a tu pareja. Se necesita ese puntito de egoísmo que te hace pedir a tu pareja que lo seas todo para él, y que él haga por hacerte feliz y no que tus sueños sea precisamente tu pareja quién los tire por tierra por su propio egoísmo.
 
Sin embargo, tengo que agradecer que tras este sueño me he sosegado totalmente en cuánto a este tema. Pasé el resto de días sin agobio, concentrado en mis estudios, aprovechando bien el tiempo y sin desesperar, que era lo que me trajo de cabeza el fin de semana pasado. Si ya lo decía aquella canción "y que una nube de tu memoria me borre a mi". Eso espero, para que termine esto de una vez por todas.

martes, 17 de septiembre de 2013

Una Semana Nada Más

Recupero hoy un post que tenía en la recámara, un post teatral, que aunque se refiere a su estreno ya hace un par de meses, la obra sigue en cartelera. Y el mismo día del estreno de la obra teatral Una Semana Nada Más, en el teatro Maravillas, en pleno barrio de Malasaña, ahí estaba Pimpf para disfrutar con esta comedia protagonizada por Antonio Hortelano, María Castro y César Camino.
 
El teatro Maravillas tiene mucha fama, buenas funciones y unos precios caros, ya os lo digo y también unas butacas que no son precisamente las más cómodas de Madrid, pero teatro aparte, vinimos a hablar de Una Semana Nada Más y varias fueron las sorpresas, también os lo digo. La principal sorpresa, Kimi. Antonio Hortelano pasará a la historia de la memoria de los españoles por ser Kimi, al igual que Antonio Ferrandis fue más conocido durante toda su carrera por su papel de Chanquete. Encasillado, el que fuera un joven rebelde sorprende y mucho por su papel por sus distintos registros, por una bis cómica que yo personalmente no le conocía. Aparte queda ese momento en que luce pectoral, que también es de agradecer. Y otra de las sorpresas fue mi paisana María Castro, y no solo mi paisana, pues María veranea en mi pueblo desde que tengo uso de razón, y es que una joven pelirroja suele llamar la atención, si a esta joven comienzas a verla en la televisión autonómica, más y cuándo el Sin Tetas No Hay Paraíso, ahí si, deja de ser llamativa, e incluso viene con menos asiduidad al pueblo. Y si, María, en un papel inicialmente insulso también tiene cierta bis cómica pero esto sería adelantar acontecimientos en el argumento. Finalmente, el tercero en discordia, o concordia, según se vea, César Camino, el chico de Vaya Semanita, el que pedía "un cigarrito por favor", ese toque de masculinidad encubierta siempre en un papel como de distraído.
 
Una Semana Nada Más parte con la idea de Antonio Hortelano de romper su relación con María Castro, lo que era una relación perfecta, a los pocos meses de irse a vivir juntos termina siendo una pesadilla para el joven, y como en toda comedia española, recurre a su mejor amigo, César Camino quién será el encargado de aportar esa ayuda que Antonio necesita, y para ello idea un plan, César, deberá pasar una semana en casa de la pareja, con la excusa de que se le ha muerto su madre, la conviviencia entre los tres se pretende que sea un  auténtico infierno que lastre definitivamente la relación de la pareja, y sin embargo, como en todas las comedias de situación, las cosas no son lo que parecen, ni lo serán, ni la relación se tambalea por la visita, ni César tiene muy claro que quiera estar en esa casa muchos días. Y a partir de ahí la historia toma varios giros inesperados que liarán mucho más la situación. Cada nueva escena lleva una cuenta atrás que nos traerá la música de los mejores videojuegos de la historia, y si, entre ellos PacMan y Mario Bros.
 
Si os gusta el teatro, si os gusta una bonita decoración, si queréis descubrir a un Kimi que nada tiene que ver con el protagonista de Compañeros, si queréis ver a una dulce y no tan dulce María y si dejan de poner el aire acondicionado en la sala y queréis ver sudar a los actores de esta obra, yo no tengo más que deciros que no dejéis de ver Una Semana Nada Más. Si sois muy exigentes quizá no os guste, que también es otra opción, pero para pasar un buen rato, yo no lo dudaría.

lunes, 16 de septiembre de 2013

¿Por qué?

¿Por qué me encuentro un lunes por la mañana escribiendo un post haciéndome miles de preguntas como cuándo era un niño? ¿Por qué no he parado de darle a la cabeza todo el fin de semana hasta casi pensar que bordeaba la locura? ¿Por qué dedicar un post a quién no lo merece?
 
¿Por qué tengo la sensación de haber sido engañado durante cuatro años? ¿Por qué he tenido la mala suerte de encontrarme con aquella persona a las seis de la madrugada? ¿Por qué me fui a casa de aquel desconocido? ¿Por qué di pie a una relación que no funcionó desde el principio? ¿Por qué pienso que he sido examinado uno y cada uno de los días de aquella relación? ¿Por qué he sido observado por sus amigos día si y día también? ¿Por qué me dejé llevar con palabrería? ¿Por qué consentí tener una pareja a la que me abrí desde el principio cuándo ella no me consideraba realmente su pareja? ¿Por qué fui engañado los seis primeros meses de relación? ¿Por qué tuve que ganarme a pulso un cariño mínimo?
 
¿Por qué dejé de vivir mi vida para vivir la suya? ¿Por qué me he sentido más el chico de las fotocopias que otra cosa? ¿Por qué confié todo mi tiempo a su vida? ¿Por qué estoy ahora solo? ¿Por qué tras cada crisis caía para mi alguien de su círculo? ¿Por qué no tenía yo más vida que su vida? (melancolía)
 
¿Por qué no me he ido a Cuenca? ¿Por qué en cuatro años no hemos sido capaces de ir a Salamanca que está a dos horas en bus?¿Por qué tuve que ir solo a hacer fotografías? ¿Por qué he ido con él dos veces al cine en cuatro años? ¿Por qué he tenido que ver sus películas? ¿Por qué aceptar que un paseo por el campo son 15 minutos de paseo al lado de su casa? ¿Por qué no conozco Alcalá de Henares? ¿Por qué no conozco Sigüenza? ¿Por qué no conozco Aranjuez? ¿Por qué sus grandes viajes los ha hecho sin mi? ¿Por qué sabiendo que lo del armario venía de serie cada día hacía algo para hacerse más visible sin contar conmigo? ¿Por qué forzaba la situación y sin embargo jamás hacía nada por tener contento a "su cari"? ¿Por qué formalizar una relación que no arrancaba? ¿Por qué estamos en momentos diferentes? ¿Por qué acepté la insatisfacción sexual? ¿Por qué no he tenido una disculpa por su parte? ¿Por qué después de cada crisis me ha hecho sentirme culpable por sus meteduras de pata? ¿Por qué jamás entendió que no hace más el que se acerca para pedir disculpas que el que acepta las disculpas? ¿Por qué esa agresividad con los que dieron todo por él? ¿Por qué la tomó conmigo cuándo yo estaba apoyándolo el día de autos? ¿Por qué esos ataques gratuitos? ¿Por qué me merezco estar solo pudriéndome en Madrid? ¿Por qué soy una marica mala según su punto de vista? ¿Por qué hay gente que apenas se ha preocupado de mi situación y sin embargo lo ha hecho quién menos tenía que haberlo hecho? ¿Por qué esta sensación de pérdida de tiempo?
 
¿Por qué después de hacerme tantas preguntas no tengo respuestas ni las he tenido ni las tendré? ¿Por qué pese a creerme poseedor de mi razón no encuentro razones para dejar de pensar en él? ¿Por qué él? ¿Por qué yo? ¿Por qué?

viernes, 13 de septiembre de 2013

FNF Nº 170

Ahm, mis queridos blogueros, hoy traigo música, o mejor dicho, MÚSICA, una de las consideradas cien mejores canciones de la historia, que tenía que tener su paso por estas Pimpfiadas, dónde tanto alardeo de conocimientos musicales basados en búsquedas infinitas en Youtube y la Wikipedia.
Hoy tenía ganas de rock, ganas de garaje, ganas de uno de los grandes de la música, ganas de guerra (no literal, no confundir con mi opinión sobre el conflicto Sirio y/ u otros conflictos personales), ganas de mover los pies y de dejar fluir el sonido de Van Morrison por mis oídos, guiando mis pasos musicales con acompañamiento de la cabeza al ritmo de GLORIA.
Gloria es un temazo que Van Morrison compuso en su momento, en 1963 cuando contaba con 18 años, a su paso por Alemania. Pronto incluyó el tema en los conciertos que tenía, agregándole versos al gusto, prolongando la canción hasta los 15 o 20 minutos. Todo un divertimento musical. En 1964 fue grabada en un álbum del grupo Them en el que tocaba el norirlandés Van Morrison.


Este tema ha sido versioneado por innumerables grupos musicales, entre ellos los propios U2, AC/DC, The Rolling Stones, Santa Esmeralda o por Patty Smith, Tom Petty o Jimi Hendrix. Ahí es nada. Yo he querido poner también una versión, aunque cantada por el propio Van Morrison, aunque acompañado, de otro monstruo musical, en esta ocasión del blues, John Lee Hooker, que tiene un sonido menos potente que la original, y más suave, como es mi carácter.

Mi Relaxing Cup of Café con Leche

Y cuándo todos pensábais que iba a venir yo con un post político de los míos de siempre, de esos de los que no me gusta hablar en este blog, pero qué, por cuestiones de actualidad informativa es menester tratar, voy yo y os sorprendo de nuevo con un post genial a la par que íntimo y tierno sobre el café con leche.
 
Efectivamente, todos pensábais que iba a aprovechar este pequeño espacio para meter mi pulla hacia la señora Botella, a la sazón alcaldesa puesta a dedo que se metió en el berenjenal de los Juegos Olímpicos sin saber bien dónde se metía, y cuyo resultado fue el pasado sábado con esa elección de Tokyo para las Olimpiadas de 2020. Pues bien, aunque yo me he reído muchísimo con el "relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor" y el resto del discurso, a favor de esta señora tengo que decir que le ha puesto muchísimas ganas, y que le ha echado un par de huevos por dar un discurso en inglés sin tener ni pajolera idea de lo que decía. Una lástima, también os lo digo. Aunque mi dedo acusador apunta directamente al Gobierno pues varias de las preguntas que hizo el Comité Olímpico Internacional apuntaban a la política de lucha contra el dopaje, y es que algo desde arriba no se está haciendo bien, y también acuso al Comité Olímpico Español por la patética presentación del proyecto de Madrid. Hombre, poner a personalidad tan insigne como la Botella para hacer una presentación turística de la ciudad no creo que sea lo ideal para unas Olimpiadas, más bien sería perfecto para una Exposición Internacional de Turismo. ¿Veis? Ya me habéis liado con esto, y es que me tiráis de la lengua y luego no puedo ponerle freno.
 
Lo decía D. en sus últimas palabras conmigo por una de esas aplicaciones del demonio de mensajería instantánea que no son de cancaneo o por el facebook concretamente antes de disolverme definitivamente como amigo, me deseaba lo mejor en la vida y que fuese feliz que me muriese en Madrid del aburrimiento y solo, sin nadie. Chuchis, voy a darle una alegría, ya os lo anticipo. Aunque la vida de opositor es dura y permite pocas alegrías para el cuerpo y la mente, se echa de menos ese momento de descanso para relajarse que en su momento tuve cuándo opositaba en Galicia. Si, me tomo mis descansos también, aunque me los tomo en casa, un poco de balcón, un poco de teléfono, algún que otro juego online de ordenador y un cafelillo de vez en cuándo, en casa, y si, solo. No quiero decir que sea un café solo, un café en solitario, a eso me refiero. Mientras yo disfruto de mi soledad. Siempre he sido un perro solitario, o más bien, un gato callejero.
 
Pero lo que me entristece es lo del relaxing cup auténtico. El placer de estar agobiado entre apuntes, salir de casa e ir al centro del pueblo a una cafetería y saber que allí te vas a relajar, despejar la mente totalmente de cualquier mal rollo que te traigas de casa, el disfrute de un café en compañía. Y no es que no me los tome, que también hay que agradecer el interés de aquellos que se han tomado algo conmigo estos últimos días, agradecerles que me hayan permitido sacar sapos por la boca, aburrirles con mi triste existencia los últimos años. A todos ellos gracias, no os imagináis la falta que me habéis hecho en estos momentos. Lo que me refiero es a los cafés de los buenos tiempos. Una cafetería con varias mesas ocupadas por tus amigos, unos más que otros, pequeños grupos, cinco minutos leyendo las noticias del periódico con unos, media hora echando una partida de tute con otros, la tertulia política en otra mesa, el grupito de cotilleos. Todos allí, en aquella cafetería, a todas horas, personal de repuesto. Siempre había alguien a cualquier hora del día. Te sentías el más importante del grupo, un nexo de unión entre ellos, y no eras más que uno más, valga la redundancia.
 
Hoy no queda nada de eso, no hay esa costumbre del café, los hay que vamos de vez en cuándo, con más o menos asiduidad. Otros muchos se han ido, otros están tan ocupados que no se pueden pasar, cambia el personal, cambia la vida, cambia todo, y como decía Pata Negra en su canción. Y pasa la vida igual que pasa la corriente. No, Madrid no es igual, está claro, es el lugar perfecto para pudrirse en un entorno hostil. Aunque ciudad hecha a partir de barrios, el café de toda la vida no es el café de mis amigos, el de mis reuniones, y quizá yo tampoco tengo la edad. Me quedo con mi balcón y la vida que pasa por él, lo disfruto y soy feliz con ello. Pronto volveré a Galicia a tomarme mi relaxing cup of café con leche.

lunes, 9 de septiembre de 2013

La Cabecera de la Quincena (L)

Solución al concurso ¿Dónde te escondes Carmen SanDiego? de la quincena anterior: Aunque con algo de retraso llevamos las cabeceras, intentaremos ponerlas un poco al día. Por el momento avisar ya de que Carmen Sandiego, sigue disfrutando de sus vacaciones, recogiendo los más preciados objetos de muchos museos importantes, todo reliquias históricas. La última quincena de agosto, Carmen SanDiego se escondía en una isla española, la isla más de moda en los últimos años, allí dónde se pueden disfrutar las mejores puestas de sol de España, o eso dicen (los que no las han visto en Galicia), efectivamente, nuestra delincuente estaba vestida de hippie en la isla de Ibiza, concretamente en Sant Antoni de Portmany, ahí es nada.


Sin embargo, Carmen, que es más lista que el hambre, en esta ocasión se ha ido a uno de estos sitios del mundo tropicales, lo explica de forma muy resumida en el telegrama que me ha enviado:
 
"Querido Pimpf STOP. Estoy en un país tropical con mi banda de ayudantes todos hombretones STOP. Nos hemos ido a África a una ciudad con un pequeño lago en su capital STOP. No digas nada a los ineptos de tus lectores sobre mi destino STOP. Muchos besos hombretón STOP."
 
Esas son las explicaciones que ma ha dado, aunque me pregunto yo que porqué me escribirá a mi, y no a cualquier otro. Pero ella es así, totalmente imprevisible.
 
Esta quincena, y por si sirve de pista alguna, se celebran los días internacionales de la alfabetización, de la prevención del suicidio, el día mundial de la fibrosis quística, el europeo de la salud prostática, y la semana europea del cáncer de pulmón. Finalmente se celebra también el día del cooperante y la diada catalana, Dios nos coja confesados, también os lo digo.
 
La cabecera es el clásico pectoral de hombretón depilado en blanco y negro, que tan poco le gustan a algún bloguero nuestro, con su fondo en tonos rosáceos de final del verano en un lugar paradisíaco que Carmen SanDiego quizá no haya querido esta vez ocultar demasiado.
 
Bicos Ricos

domingo, 8 de septiembre de 2013

María Castaña

Hoy he venido, una vez más, y como es habitual en mi, a culturizaros, a meteros esos conocimientos que tanto ansiais y que nunca está de más adquirir, porque yo no tengo otro objetivo en este blog que hacer un mundo más culto, al menos el blogosférico, y como siempre, me lo agradeceréis. Yo soy así, no me importa compartir mis conocimientos de gafapasta multicultural con vosotros y todo por el módico precio de vuestra compañía, que no es poco, es más, es mucho.
 
 
Hace unos días, trabajando, llegamos a la conclusión de que a un fax que estaba en nuestra oficina le había llegado su hora. Hacía un par de años que no trabajaba, y ya no tenía servicio técnico, con lo cual, su futuro era menos esperanzador que el de Rajoy en el gobierno (que ya es decir). Tenía los días contados. Pero ese fax vivió su tiempo de gloria, cuándo en su momento lo trajeron, según mi compañera de trabajo, "es un fax de los tiempos de María Castaña". Asentí con un "ya...", y puse cara de interesante. En mi mente ya solo flotaba una duda, la que a todos os ha asaltado al ver el título ¿Quién era María Castaña? ¿A qué debe que se la mencione cuando algo es muy viejo? ¿Por qué no dicen que es de la edad de bronce o de piedra?
 
Pues bien. María Castaña, también conocida como María Castiñeira era una gallega. Si, chicos, como no podía ser de otra forma, no solo vamos a exportar los gallegos lo peor que tenemos, no todos son Rajoy, ni Franco, ni Fidel Castro, también exportamos cosas distintas. Una gallega de un pueblecito del sur de la provincia de Lugo, pegada a la provincia de Ourense y que linda con Monforte de Lemos y Quiroga. María Castaña fue una heroína que lideró una revuelta contra el poder eclesiastico en Lugo.
 
Cuando reinaba Fernando II de León, a finales del Siglo XII, éste ratificó el testamento de un obispo, por el cual el señorío de Lugo, pasaba a manos eclesiásticas, lo que provocó fuertes tensiones y revueltas entre las autoridades civiles y el poder eclesiástico. Ahí es nada, ya en el Siglo XII la iglesia amasaba grandes fortunas, tampoco es nada nuevo. Dos siglos después, el conflicto continuaba, y en el 1389 (el tiempo de María Castaña), María Castaña y su familia encabezaron una revuelta contra el obispo Pedro López de Aguiar por uno de los impuestos que los civiles tenían que pagar al obispado. Esta revuelta terminó con la muerte del mayordomo del obispo, y la familia de María Castaña fue acusada de provocar esta muerte. Fueron apresados y obligados a pagar mil maravedís de la época y a donar sus bienes a la iglesia, entre ellos cotos en la zona de Cereixa de dónde eran naturales.
 
El origen de la expresión "en tiempos de María Castaña" se desconoce, pero debió calar muy hondo entre los habitantes de Lugo, que no dejaban de recordar cuándo la heroína y su familia se rebelaron contra la iglesia. Sin embargo, y pese a formar parte del vocabulario de todo el mundo, el desconocimiento hacia su persona era tal, que no hace muchos años, en la ciudad de Lugo intentaron poner el nombre de María Castaña a una de sus calles, conocedores del origen de la gallega, y los vecinos se negaron en 1986. Poco después, el profesor e investigador Isidoro Rodríguez creó la asociación María Castaña y empezó a difundir la figura de la misma, hasta conseguir finalmente que en el año 2000 se pusiese finalmente el nombre de la heroína a la calle de Lugo.
 
Finalmente, el diccionario de seres mitológicos gallegos, recoge a María Castaña como la equivalente a Blancaflor, una de las tres hijas que tuvo el diablo, quizá, de ahí venga la expresión, dado el desconocmiento que hay sobre esta mujer, y las dudas de si realmente existió o si es solamente mitología, por lo que podría ser una frase anterior al cristianismo, para referirse a tiempos míticos, muy antiguos.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Lucro de propios y ajenos

Me negaba a no seguir dando por culo. Así fue mi pensamiento durante las últimas horas. Había dado mucho por alguien que al final de la relación solo me reclamaba una gabardina y unas llaves, había prestado mi tiempo incondicionalmente para vivir una vida que no era la mía y esa era una de las espinitas que me quedaban clavadas de estos últimos cuatro años.
 
 
Cuándo D. empezó con su proyecto de hacer la página web, pensé que era una pena desperdiciar ese tiempo tan valioso que teníamos para aprovecharlo como tiempo para nosotros. En principio, y casi siempre estuve reticente, aunque me dejé llevar por su palabrería, efectivamente, así como era una pérdida de nuestro tiempo, podría servir para tenernos unidos en algo más, yo colaborando con él, y él entretenido en momentos en los que a mi me gustaba relajarme un poco (ese espacio vital que muchos necesitamos). Pronto se convirtió en una pesadilla, en una obsesión de un tauro, las cosas tenían que hacerse así, perfectas y ya, la página comenzó a llevarse ese poco tiempo que teníamos en una relación de progresión exponencial con mi desencanto hacia él. Debía estar enamorado, enganchado o vaya usted a saber qué. Consentía casi siempre.
 
Según él, las ventajas serían muchas, fiestas, eventos, teatros, presentaciones, libros, y un largo etcétera. No lo voy a negar, ventajas las hubo, aunque algunas de ellas camufladas de trabajo. No había nada que objetar. Sin embargo, en una de estas crisis de pareja que tuvimos, tuvo la firme decisión de eliminarme de la plantilla de la web. Era lógico, cuándo uno no pertenece a tu vida, a tu mundo, lo normal es que lo borres, y más de una plantilla en la que no colaboraba. Sin embargo, recuperamos la relación, yo jamás recuperé mi puesto en esa web que tanto sacrificio me había costado, más que a ninguno, con excepción de D., en ella figuraban personas que apenas se habían implicado (y todavía figuran), no me duele, no soy celoso en ese sentido, solo me dolía que no me reconociesen mi sacrificio, un sacrificio que él jamás vió, porque si en algo no ha pensado él ha sido precisamente en la pareja, mucho de cara a la galería, armarios, relaciones perfectas, matrimonios, pero sobre la pareja muy poco, sobre el bienestar de uno y otro, nada. Así pues, mi vuelta a su página web fue como yo decía, de freelance, iba un poco por libre, hacía mis fotos, se las pasaba, las subían pero tampoco me comprometía a nada que no me apeteciese, mucho menos, tragarme las reuniones de organización de la página que a mi no me incluía, pero que me incluían a mi.
 
Así pues, ayer se me encendió una luz. Si ya no obtengo nada de esa página, que más bien me ha quitado mucho en lugar de darme, si otros se están beneficiando y lucrando de ella, aunque su trabajo les cueste, a mi en su momento también me costó lo suyo hacer mis fotos, que serán mejores o peores, ya os lo digo, a mi las hay que particularmente me gusta, pero son mías, y en su momento pensé que estaban bien ahí, pero ahora creo que no pintan nada. No quiero que mis fotos aparezcan más que dónde a mi me apetece, son mías, como su gabardína. Así que también vía whatsapp, y utilizando de intermediario al chico que vino a buscar la gabardina, aquí estoy esperando respuesta. No quiero ninguna vinculación con esa página de un tipo que fue agresivo conmigo, con mis amigos, que no se ha disculpado y que me ha hecho perder el tiempo no solo de este último año, de toda mi estancia en Madrid, y que encima pueda entrarle algo de publicidad por ello. Que no es poco precio por unas fotos.

viernes, 6 de septiembre de 2013

FNF Nº169

Todavía no sabemos mucho del artista que hoy os traigo a esta sección musical de los viernes por la tarde, John Newman. Un joven de tan solo 23 años que lleva mucho tiempo dedicándose a la música, y componiendo música entre soul y electrónica desde que tenía 14 años. El artista inglés debutó con el tema que hoy os traigo, este Love me Again, y con él llegó a número uno en no sé qué listas inglesas, que con lo estirados que son los ingleses no es mal mérito. A su vez, también ha participado este año en la elaboración de un par de singles de otros grupos, y a estos tampoco les ha ido mal.
 
Quizá sea un éxito de tan solo este verano, quizá tenga una progresión espectacular, o quién sabe, que en el futuro no está nada escrito, y aunque él pida que lo amemos otra vez, vamos a amarlo esta primera vez, que no cuesta nada, y la canción engancha. Ah, claro, seguro que a vosotros también os suena, de algún anuncio publicitario, de Opel Corsa seguramente, ahí lo conocí yo.




Aunque el título podría ser engañoso, ya os lo digo yo, que de inglés, aunque haya superado el lower level, todavía tengo muchas carencias, y si el título es Love me Again, pues como si es otro, soy todavía de los que solo se interesan en ciertas letras, y el resto de canciones en otros idiomas, me es suficiente con que suenen bien. Este es el caso de la canción de hoy. Espero que os guste, malandrines.

La Buena Nueva

Ya os lo dije hace unos días, este verano no ha sido solo de malas noticias, aunque haya empezado por ellas, quizá por desprenderme cuánto antes del mal sabor que dejan. Pero de todo lo malo hay siempre un lado positivo, son formas de ver una botella, medio llena o medio vacía, ahí estriba la diferencia entre morir de pena, morir dando pena o vivir, vivir y ser feliz. En esta ocasión os traigo la noticia que a mi más me ha impactado este verano, la más positiva. Y no, no seré tan bicha de decir que lo más positivo que he hecho haya sido que D. haya puesto fin a la relación, que también tiene su lado bueno pues, no hay mal que por bien no venga, dice el sabio refranero español. Hay algo que me ha hecho inmensamente feliz a estas alturas de la vida, voy a ser tío.
 
Tengo un hermano, un Pimpf pequeño, cinco años menor que yo, casado desde hace cinco o seis años con una chica de otro país. Aunque la relación ha atravesado sus más y sus menos a lo largo de este tiempo, parece que la cordura se ha instalado entre ellos, y pese a no ser la pareja perfecta que uno y otro hubiesen soñado, como mandan los cuentos de príncipes y princesas, han decidido, recientemente, que era buen momento, o el momento ideal para traer un retoño los próximos meses. Así pues, cuándo yo tengo treinta y unos cuántos años, voy a estrenarme en mi faceta como tío. Sin tiempo no era. Es algo que me hacía muchísima ilusión.
 
Mi hermano, muy dado al misterio, llamó por teléfono a mi madre, le pidió que fuese a su casa, que tenía algo que contarle. Mi madre, conociéndolo se temía lo peor, y sin embargo volvió de allí con una sonrisa increíble, cuándo ella ya había descartado la posibilidad de ser abuela. Para ella será una situación totalmente nueva, y para mi, una situación muy especial, he tenido que esperar mucho para ser tío. Al poco de conocer la noticia ya me lo dijo a mi, a algunas de mis tías. Y precisamente uno de mis tíos lo primero que me comentó ese día fue "¿Qué se siente con tu edad al sentir lo que yo sentí con 2 años?". Mi tío es mayor que yo dos años, y yo soy el sobrino mayor. Desde luego mi sensación de felicidad es infinitamente superior, y ahora solo cabe esperar que mi cuñada tenga un buen embarazo, sin problemas, que luego, mimos al niño o niña que nazca no le van a faltar, ya os lo digo.
 
Aunque la noticia sea de super felicidad, tampoco puedo dejar de sentirme algo frustrado. Hace tiempo comenté por aquí que uno de mis mayores deseos era ser padre. Desde luego, si mi intención es serlo algún día, voy con muchísimo retraso, hasta el punto que mi madre en ese sentido tiene muy pocas esperanzas puestas en mi. Hace bien, aunque tampoco debiera descartarlo. Lógicamente no me lo puedo tomar como una de mis prioridades, sería absurdo, creo que para ser padre se necesita cierta estabilidad, la emocional, que no la tengo, la pareja, que tampoco la tengo, el dinero, porque aunque digan que los niños vienen con un pan debajo del brazo son un gasto terrible, y los hay que nos mantenemos a duras penas. Pero en absoluto lo descarto, no lo voy a buscar, ni a provocar, pero puede que un día llegue. Por esto aunque la noticia me ha llenado de felicidad también me ha hecho pensar y sentirme un poco mal.
 
Yo por ahora, a centrarme en la criatura que va a venir al mundo en unos meses, pensando ya que cosas comprarle, e ir peleando por ese puesto de padrino que tanto me merezco y que hasta ahora también se me ha negado. Claro que, aunque católico, tampoco me gustaría que bautizasen al niño, estas modernidades, pero esto es ya mucho adelantar.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

La última entrega

Hoy ha sido un día triste para mi, ya os lo anticipo. Hoy he hecho la última entrega de las cosas de D. en mi poder, una gabardina que le había llevado yo al tinte para lavar aprovechando un ofertón y las llaves de su casa que tenía yo guardadas por si algún día se quedaba de puerta afuera, y con ello se han ido los últimos recuerdos.

El pasado lunes recibía un whatsapp de alguien cercano a D., un colaborador de Cáscara Amarga, en el que me decía "me ha pedido D. si puedo quedar contigo para que me des su gabardina y las llaves de su casa para poder devolvérselas. Dime cuándo podemos quedar". Frío y con intermediarios. Casi mejor así. Me he evitado volver a verle la cara, y dada mi fragilidad, volver a tener algún acto de sumisión-perdón-vuelta a lo mismo. Con lo de las oposiciones he estado liado y hasta hoy no he podido devolvérselo.

Así que hoy he estado dudando, parte del día, si contestarle para que su amigo viniese a recoger sus cosas, en qué momento, si hoy sería el día adecuado, si mejor el viernes, o en fin de semana. No lo tenía muy claro, y aunque me molestaban esas cosas en mi habitación, sobre todo la gabardina, algo hacía que interiormente me costase desprenderme de ellas, sobre todo de las llaves. El adiós definitivo y ha llegado.

He quedado definitivamente con este chico, le he dicho que se acercase a casa y le he bajado las cosas. He olido por última vez la gabardina, que olía a productos de la lavandería, no tenía nada impregnado de él, y metí las llaves en un bolsillo. Abrí la puerta del portal, y sujetándolo con una mano, le di la gabardina, en una percha de alambre que trajo de la tintorería y cubierta en un plástico inmenso. Le he preguntado qué qué tal y me deshice de ese último recuerdo en mi posesión. Se quedó con cara de circunspecto, y me preguntó por las llaves. Le dije que estaban dentro del bolsillo de la gabardina. Asintió con un OK. Y volvió a poner cara de situación, como esperando por mi parte un par de besos, que le diese la mano, o que tuviese un mínimo gesto. No lo tuve. Me despedí con un "chao chao".

Cerré el portal del edificio, suspiré y sentí realmente lo lejos que estaba ya de mi D., se había acabado con ese gesto el último capítulo de una relación para mi traumática de cuatro años y pico, toda mi estancia en Madrid.

Obviamente, entiendo que esas llaves en mi poder no pintaban nada, pero no deja de sorprenderme la obsesión del ritual que tanto le gusta a D. de tener todas sus cosas controladas. Claro, no era lo único que yo tenía de él. Me quedo con dos libros de Cáscara Amarga que dos editoriales le dieron en su momento y que tenía yo para leerlos. Esos me los cobro por los servicios prestados para la página web del niño que jamás agradeció con un simple "gracias". Realmente salgo bastante barato como trabajador.

En su casa yo he dejado poca cosa. No era muy dado a dejar cosas allí, una porque cada vez me gustaba menos estar en su casa, muy pequeña hasta el punto de hacérseme incómoda la estancia, y en segundo lugar, porque no era mi casa, no era nuestra casa, no era ni fue nunca el hogar que ambos queríamos tener para estar juntos, era su hogar, su casa, su rincón que yo en el supuesto de que la relación fuese bien, compartiría con él, pero allí no tendría nada. Otro de mis aciertos por mi desconfianza innata como gallego. Solamente ha quedado en su piso un cepillo de dientes, un pantalón de andar cómodo por casa, y dos camisetas, una que yo utilizaba para cocinar y la otra para estar por allí. Jamás le voy a reclamar esas cosas, me daría un poco de vergüenza, sinceramente. Aunque conociéndolo, se los regalará a algún amigo suyo algo grande y con una gran sonrisa le dirá "¿Pero cómo puedo ser tan nice?" Y luego se dirá a si mismo "qué detallista soy, le he dado un pantalón de andar por casa y dos camisetas, algún día me lo agradecerá".

He terminado por echarme a llorar.

martes, 3 de septiembre de 2013

Opositando

Y se me va el tiempo durante todo este tiempo con la maldita oposición. Desde que entré consideré que necesitaba un sueldo mayor para poder vivir tranquilo en Madrid, un salario el de los funcionarios de mi grupo que apenas llega para pasar el mes sin oportunidad de ahorrar, que requería de al menos dos años en mi puesto para poder acceder por promoción interna a un grupo superior. Han pasado más de dos años y estamos intentándolo.

Una de las cosas buenas de estar sin pareja, si uno no se despendola, es que se puede aprovechar el tiempo en aquellas cosas que ha ido dejando aparcadas por tener una relación. Sobre todo, estudiar. Estudiar una oposición requiere mucho tiempo, mucha dedicación y esfuerzo. Con D. se me iban las energías por todas partes, y no porque él me tuviese actividades complementarias para mi tiempo libre, más bien pocas, pero quieras o no, al igual que la masturbación, la oposición requiere eso, estar solo para poder hacerla y dejar que funcione la mente, aunque, bien pensado, en grupo también se puede....

Y bien, hace apenas unos días ha salido la convocatoria de esas plazas que tanto ansiaba. No son muchas ya os lo digo, y la esperanza de obtener una de ellas es pequeña, pero por pequeña que sea uno no puede cejar en su empeño e intentarlo, vale la pena, y más, teniendo en cuenta que, conocimientos que uno adquiere, no se van. Bueno, sí, se van, pero en su momento vuelven con cierta facilidad cuándo refrescas la mente. 

Lo que si está claro es que uno está oxidado. Está clarísimo. Dejar los estudios durante un tiempo hace que la vuelta al cole, este año nunca mejor dicho, sea de un durísimo esfuerzo. Esta vuelta a los estudios, sumada al tutum revolutum que tengo en la cabeza, algunos recuerdos de D., mis autoconvencimientos de que jamás había adoptado una decisión mejor, aunque se echan de menos muchísimos momentos buenos, el calor del verano que se va apagando, y la tensión general hacen que me esté costando. Y pese a ello he establecido ya mi plan de estudios mental que requiere estar todo el día y parte de la noche estudiando, parece sencillo. Tengo material para hacerlo, y ganas, muchas ganas, ganas de progresar y de ahorrar unos eurillos que me permitan cuánto antes cumplir ese objetivo de viaje que tengo en mente. París, porque, París bien vale una misa. Se necesitan cambios en mi vida, y estos cambios sé que solo vendrán a través de mi esfuerzo, porque si he confiado en alguien alguna vez en mi vida, ha sido en mi mismo, y buen resultado me he dado.

Finalmente, el plan de estudio tiene sus momentos de relajamiento, el momento del café, el descansito para atender el teléfono, la hora de ir a correr para esa gran operación "Carrozas Orgullo 2014" que requerirá una gran pérdida del mucho peso que he cogido este mes de agosto.

Chicos, no sé cuándo podré actualizar el blog, se me va el tiempo y todavía tengo que contaros las miles de cosas que han sucedido días atrás.

Bicos ricos