FNF Nº 192

Si chicos, he amanecido casi primaveral y muy guerrillero, motero y salvaje, por eso traigo la canción más clásica con la que asociaríais a una moto. Que conste que a mi las motos no me gustan más que para verlas de lejos, que jamás me sacaría el carnet de moto y que probablemente no aprenda nunca ni a montar en motocicleta (con lo prácticas que son a veces), y sin embargo ya os lo digo, si me viene un maromazo con una pedazo moto (o sin ese pedazo moto, simplemente con una más pequeña) y me dice que me lleva a dar una vuelta, pues me subo con él sin pensármelo dos veces. Mis experiencias en moto han sido una sensación de amor-odio, miedo-libertad, algo así, un pequeño paseo con un amigo por el pueblo, en una tarde calurosa de camino a la playa, esquivando a los cientos de coches que estaban atascando la carretera, el aire caliente pegándome por todos lados, mi pánico en las curvas al ver que la moto se inclinaba un poco y yo con ella. Pues he montado en moto, por eso este video rockero y de finales de los años sesenta que representa mucho el espíritu motero.

El tema es el más que conocido Born to Be Wild de los Steppenwolf, que escuché hace un par de semanas no sé si en televisión, en alguna serie, o en algún lado y me ha apetecido muchísimo ponerla, entre otras cosas porque esta semana me viene muy bien para demostrar que las cosas hay que probarlas antes de desecharlas ¿te vas a ir a la tumba sin montar en moto? La sensación de ir en moto ya no me la quita nadie, la he disfrutado, y sigo escribiendo post para contaroslo.

 

Steppnewolf es un grupo canadiense cuyos miembros eran en su mayoría de origen alemán, de dónde tomaron su nombre, de la novela homónima de Herman Hess, se les considera pioneros del hard rock, junto con Led Zeppelin o mis adorados Deep Purple. Su tema más conocido es precisamente este, que formó parte de la banda sonora de la película Easy Rider. Espero que lo disfrutéis.