Creo que soy un chico modélico, según se vea, para algunas cosas nada modélico, os lo voy anunciando, pero para otras si, así es como Gordi, mi compañero de piso ha modelado un hombre perfecto, (que para si ya quisiera el mismísimo Fabián, que no deja de ser un producto imaginario), a mi imagen y semejanza.

Hace un año y pico me compré una caja grande de galletitas para picar, de esas con forma de pez, y aproveché el bote que tienen de plástico para meter dentro pasta de trigo, normalmente ahí dentro meto espirales de tres sabores, de esas de tres colores muy buenas para ensaladas de pasta las naturales, las de tomate y las de verduras. Gordi, que siempre que estoy cocinando le encanta meter las narices y preguntarme cual es mi menú y darme un poco la paliza, en su momento me dijo que a él de colorines no le gustan, un clásico pensé yo. Pues hace cosa de un par de días descubrí encima de la encimera un bote de galletas de aperitivos igual que la mía, y con pasta como la mía, pensaba que se me había quedado fuera al utilizarla, pero no, la mía estaba guardada en su sitio. Había utilizado el mismo método que yo. Empecé a hacerme cremas de verduras, porque creo que es de las pocas formas que soy capaz de comer verduras, tan necesarias para el organismo, aunque mi receta preferida es la crema de calabacín. Pues el muy desgraciado no tardó ni un par de días en empezar a hacerse cremas de verduras, a cada cual más apestosa, también os lo digo.

Pero el colmo de los colmos ha sido lo de ayer. Cada vez que salgo del gimnasio me tomo a modo de merienda, y para refrescarme la garganta una bebida de estas de leche y frutas de esas con sabores mediterráneo, tropical, o vaya vd. a saber qué. Pues ahí ha debido ver que yo los guardaba en la nevera, que ayer mismo estaba poniendo en su lugar de la nevera también bebidas de estas. ¡Es que no puede ser, coño! Un poquito de iniciativa, hombre, es lo único que le pido.
Yo a partir de ahora jugaré al despiste, no me vaya a ganar y me aparezca de la noche a la mañana hecho un figurín, que no me puede ganar en competición tal. Colocaré una caja de galletas de chocolate a la vista, una caja vacía, por supuesto, y pensaré en más maldades para que vaya por el camino equivocado, que yo quiero ser el primer Avisperman. A fin de cuentas, es una vieja táctica rusa. Qué duro es el culto al cuerpo, y qué dura es la competición.
Está reñida la cosa jajajaja.
ResponderEliminarUn abrazo chiquitín !!.
Pobre Gordi, intentando imitarte porque eres su modelo en la vida, y tú pensando en maldades como las galletas de chocolate...
ResponderEliminarJajaja...cuánto entretenimiento doméstico... En el fondo la admración es un amor camuflado.... Besotes.
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