Tras doce años como presidente de la Conferencia Episcopal Española, Rouco Varela dice adiós, y es que por edad se le termina el mando al frente de la iglesia española al gallego dando paso al que será el nuevo encargado de la cúpula de la iglesia en España.
En este caso, muchos dirán que tanta paz deja como descanso lleve, y se agradece un cambio en el que no sabemos si se votará por la continuidad o la renovación. Quizá los obispos españoles hayan aprendido un poco de la curia romana a la hora de elegir, como ocurrió en el cónclave del año pasado dónde inicialmente se ha elegido un papa que para nada es continuista con la política de sus predecesores Benedicto XVI y Juan Pablo II. El caso es que hoy entrará un nuevo obispo al mando de la curia española y muchos agradecemos que se produzca el cambio, porque si para algo ha sido nefasto el mandato de Rouco Varela, ha sido para los propios católicos españoles.
No se trata de hacer una crítica fácil de Rouco Varela, o a la iglesia, pues un servidor es católico, pero cada uno tiene una forma distinta de defender sus intereses. Rouco se ha despedido fiel a su estilo, en un funeral de estado por las víctimas del atentado del 11M en Madrid y hablando de lo suyo, que es de todo menos de religión, de cualquier cosa menos de amor, que se supone es de lo que debe predicar un sacerdote. Ahí estaba Rouco, delante del rey, de parte del gobierno y la oposición, de los familiares de tantas víctimas del atentado diciendo que "les mataron por oscuros intereses de poder", ahí, alentando a estas alturas la teoría de la conspiración de la que ya hablé ayer, y lo ha dicho tan fresco sin inmutarse demasiado, revolviendo entre la mierda. Y luego ya ha pasado a hablar de cosas más mundanas, de cosas que afectan a los católicos, del aborto, del matrimonio igualitario aunque en este caso disfrazando las palabras por "esas leyes que atentan contra la moral cristiana", de la unidad de España. Lo que siempre le ha gustado a Rouco, manejar desde el púlpito el país. Mäs nos habría gustado a muchos de nosotros que puestos a hablar de la situación del país, se centrase un poco más en los pobres, en la crisis económica, o en general en la sociedad que no es que lo esté pasando nada bien. Esos temas quizá no interesasen tanto.
Por ello muchos celebramos hoy su despedida, y esperamos que, como dijo el papa Francisco hace un par de semanas a los obispos españoles "diviertanse" en el cónclave que elegirá al jefe supremo de la Cadena Cope. En aquella ocasión el papa Francisco también dijo "no pierdan la ilusión por evangelizar", claro que en España esas palabras hay que cogerlas con pinzas, porque aquí dices que se evangelice y ya enseguida los obispos mueven hilos para interpretar los evangelios a su manera, para politizar las iglesias y para mezclar una vez más iglesia y estado, para moverse con el único fin de mantener las asignaciones que el Estado hace a la iglesia.
España necesita adoptar otro modelo de iglesia católica y ya olvidarse de la ruptura de España, porque a fin de cuentas, católicos hay dentro y fuera de España. Se necesita una iglesia más preocupada por los que menos tienen en lugar de dar todo su apoyo a aquellos que como siempre, más tienen. Se pide una iglesia que no permita la entrada en los templos de símbolos franquistas, con curas que ya no levanten la mano al son del Cara el Sol. Se requiere mano dura con los pederastas, que eso sí es algo que ha hecho que muchos católicos abandonasen la iglesia. Se busca una iglesia que comprenda el matrimonio igualitario en lugar de demonizarlo. ¿Será mucho pedir?
Esperemos que el nuevo obispo traiga nuevos aires a la Iglesia Española y que por fin se haya marchado Paco Clavel, perdón Rouco Varela.
ResponderEliminarUn abrazo chiquitín !!:
Como me imaginaba mucho estas celebrando la despedida de su Eminencia, esperemos pues que la Iglesia por las Españas i sea ventilada con aires màs evangelicos.
ResponderEliminarAbrazos.
A poco que sepa callarse un poquito más, el sucesor será mucho mejor.
ResponderEliminarHace unos días comentaba en un blog, que cuando las religiones desaparezcan tendremos por fin paz y por lo que veo un poco de dinero extra! Ya que se ahorrara de diversas maneras. Y se arreglaran muchísimo problemas solamente con desaparecerlas.
ResponderEliminarMe recuerda mucho a nuestro Cabernal Juan Sandoval Iñiguez... un hombre inmamable, nefasto, que Gracias a Dios ya se jubilo, aunque no deja de andar de metiche, ósea opinando de todo menos de lo que debe.
ResponderEliminarA mí este impresentable siempre me ha recordado al Obispo malo de "Los pilares de la tierra"... Podrías otorgarle el premio póstumo de bicha malo malosa del 2014 y que lo comparta con el ganador de esta edición...jajaja... Que no descansé en paz... Besotes.
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