Cuándo hablas de pasta enseguida te viene a la mente Italia, si hablas de café te viene a la mente colombia, si hablas de queso instintivamente piensas en Francia, y si hablas de toros en España. Claro, cuándo mencionas Carnaval, lo primero que te viene a la cabeza es Brasil, y es que en Brasil se celebran los carnavales más importantes del mundo, así os lo digo, y no es cosa mía, sin desmerecer los miles de carnavales que hay por todo el planeta a los que ya dediraremos en los próximos años sus propios posts.
El carnaval de Brasil es relativamente joven, ronda los doscientos años, y tiene su origen como todos los carnavales del mundo en las fiestas de purificación romanas. Son herencia directa de las celebraciones paganas de Portugal dónde participaba normalmente la familia, el entrudo (Portugal) o introito (latín). Normalmente estas fiestas consistían en lanzarse harina, agua, confites y serpentinas, algo similar a la tradición gallega, todo ello acompañado de música. Estas celebraciones comenzaron a hacerse violentas, pues al final ya ni se lanzaban harina y agua, si no que les servía para arrojar cualquier cosa contra el vecino, todo basándose en la lucha entre Don Carnal y Doña Cuaresma, carniceros contra pescaderos, intentando prohibirse (sin mucho éxito) por las clases altas pues no eran pocos los que después cogían cualquier tipo de infección.
Se introducen a finales del siglo XIX los cordoes, que eran grupos de músicos que recorrían las calles, los cordoes son los antecesores de las actuales escuelas de samba, y con ello se cambia el rumbo del carnaval y se le da el sentido que tiene ahora. Las escuelas de samba tienen origen humilde, en las favelas, y han dado lugar a los principales carnavales del país, entre los que destacan el magestuoso de Río de Janeiro, los de Olinda y Recife, los de Salvador de Bahía o el de Sao Paulo.
Durante los seis días que dura la fiesta, las ciudades se engalanan, son llamativas las escuelas de samba, sus ensayos que dan vida a la ciudad, la elección del Rey Momo, de la reina del carnaval, de las princesas, los concursos de carrozas, los desfiles, la poca ropa que muchos llevan, los ritmos de samba y la sensualidad brasileña. Todas las escuelas de samba viven durante el año para preparar el carnaval del año siguiente. En muchos lugares hay preparados sambódromos, lugares con capacidad para más de 70.000 personas dónde desfilan sin cesar personas al ritmo de samba durante horas y horas.
Sin embargo, el carnaval de Río es el que más fama tiene en el mundo, pero muy a su altura están los de otras ciudades, algunas del norte, como Salvador de Bahía, ahí destacan los tríos eléctricos y los blocos afro. Los primeros son grupos de diez músicos subidos a camiones con música de ritmos afro a todo trapo, en un sufrimiento para los níveles de decibelios permitidos, llevan su uniforme y arrastran detrás de sus camiones a ingentes cantidades de personas bailando. Los segundos son grupos más grandes, armados con bombos que no dejan de sonar esos días, estos blocos afro pueden estar formados por miles de personas. La elección del Rey Momo es otro de los momentos importantes, cuándo se da por comenzada la fiesta, él posee la llave de la ciudad y es el encargado de velar por el cumplimiento del carnaval.
Las fiestas de carnaval en Brasil son consideradas a nivel internacional, fiestas dónde el desenfreno y el sexo corren juntos de la mano, dónde la música y las plumas abundan por todos lados. El gobierno brasileño pretende repartir 104.000 preservativos, sirva como dato anecdótico de la importancia de campañas de prevención dado el riesgo de las fiestas. El pasado año, sin ir más lejos, el país esos días recibió aproximadamente 6 millones de turistas.
Me llaman los carnavales venecianos aunque los brasileños también son muy espectaculares. Nunca dejará de sorprenderme lo sexuales que son y lo que les gusta un tanga pero en cambio el topless y el nudismo están mal vistos.
ResponderEliminarBicos.
A mí lo que me desespera, es que detrás del carnaval encuentras gente trabajando como locos durante tooooodo el año solo para el baile, bailan por el reconocimiento de los demás y por tener la mejor escuela de baile, mientras que en sus vidas familiares el hambre y miseria se han instalado muy bien. Pero claro , lo que vemos es la pompa, las luces y plumas, no negare que es la parte más bonita, pero no pude evitar pensar en ello.
ResponderEliminarImpresionante proeza humana... Gran proyección y fiesta más tumultuosa del mundo... Me gustaría vivirlo alguna vez en la vida... Besotes.
ResponderEliminarHuy cari, es tremendo, es curioso yo tengo una anecdota muy curiosa al respecto, y es que una de mis maestras de primaria, la más importante sin duda, era una mujer muy exigente, una excelente profesional, una mujer muy especial, sin embargo años después de que salí de la primaria me entere por una compañera de escuela que de joven en los años 60´s fue a Río y regresó en shock, presuntamente fue abusada por su propio padre enloquecido por la calentura del Carnaval.
ResponderEliminarLo que me gusta del Carnaval de Brasil, tanto el de Río como de Salvador es que uno puede caer en el pecado... uhmmmm
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