viernes, 5 de septiembre de 2014

Cíes 2014

Chuchis, que yo todos los años, siempre os lo digo, me hago una escapada a las islas Cíes, a relajarme de verdad y a alejarme del mundanal ruido, cambiándolo eso si, por el sonido de las olas, el viento y sobre todo, las gaviotas, protegidas y omnipresentes en todo el parque natural.
 
Todos los años suelo disfrutar con los amigos de dos días de descanso, de los que uno vuelve doblemente cansado. Yo este año he descansado de verdad, y la culpa de ello ha sido el tiempo, un tiempo penoso, también os lo digo, que ha hecho que desde nuestra llegada el cielo estuviese permanentemente gris, con solo un escaso respiro la primera tarde y otro respiro el último día, una hora antes de irnos en barco, pero han sido unos respiros escasos que han hecho que este año volviese menos moreno del verano que otros años. Una pena.

Praia de Rodas vacía

Lago artificial que une dos de las islas

Abandonando las islas, dejando atrás el mal tiempo

Las gaviotas, reinas de las islas
 
La estancia es sencilla, vamos un grupo de cinco personas, cargadas como auténticas mulas, con dos tiendas de campaña, una para tres personas y otra para dos, una parejita, por aquello de dejarlos en la más estricta intimidad nocturna, y todo lo demás, complementos para una acampada en camping, y comida, mucha comida, y algo de cerveza y otros alcoholes, porque las noches en las islas son muy largas, y al final qué mejor. Lo suyo sería disfrutar de la estancia con mañanas y tardes en la playa, algún que otro paseo por las distintas rutas de senderismo del parque natural, un rato en la cafetería para desayunar, otro rato para tomarte unas cervezas antes de las cervezas de antes de cenar, y luego, ya con la calma de unas islas prácticamente desiertas de los turistas diurnos, disfrutar de la tranquilidad que el paraje proporciona. Este año poco o nada, casi todo se redujo a muchas horas de cafetería, jugando a las cartas y disfrutando con las vistas de otros campistas, porque eso si, llueva o no, siempre hay campistas que valen la pena, que después disfrutaría su visual como otros años en la playa nudista, pero este año, playa cero.
 
El cuerpazo de este año
 
Lo único salientable este año ha sido un chico de Coruña, una marica mala que por allí estaba aunque dispersa y como todos los años, el chico de mantenimiento del camping, aunque este año ha perdido puntos por quitarse la barba. Claro que, lo que es impagable es coincidir con él en los vestuarios de las duchas. No quiero seguir con el tema, que luego os volvéis maricas malas y os da por arañarme, pero creo que el año pasado colgué un robado suyo.
 
Lluvia sobre la hierba
 
Os dejo con unas fotos de este año, que han sido pocas, con una luz horrible y una escasa inspiración, muestra dan del tiempo que hemos tenido, que no solo ha sido nublado, lluvia sin fin uno de los días.
 
Buscando a su compañera del PP
 
En el muelle de San Blas
 
Gaviota protestona
 
Os Carallóns, unos bajos dónde suelen naufragar muchos barcos
 

3 comentarios:

  1. Pues si, el tiempo dio mucho de que hablar, yo estuve un fin de semana también pero creo que no coincidimos.

    Un abrazo chiquitín !!.

    ResponderEliminar
  2. Es que este ha sido un verano raruno, ya lo dice todo el mundo, que es el verano menos verano de los últimos años. Pero aún así has descansado y lo has pasado bien, que de eso se trata.

    Bicos.

    ResponderEliminar