miércoles, 4 de septiembre de 2013

La última entrega

Hoy ha sido un día triste para mi, ya os lo anticipo. Hoy he hecho la última entrega de las cosas de D. en mi poder, una gabardina que le había llevado yo al tinte para lavar aprovechando un ofertón y las llaves de su casa que tenía yo guardadas por si algún día se quedaba de puerta afuera, y con ello se han ido los últimos recuerdos.

El pasado lunes recibía un whatsapp de alguien cercano a D., un colaborador de Cáscara Amarga, en el que me decía "me ha pedido D. si puedo quedar contigo para que me des su gabardina y las llaves de su casa para poder devolvérselas. Dime cuándo podemos quedar". Frío y con intermediarios. Casi mejor así. Me he evitado volver a verle la cara, y dada mi fragilidad, volver a tener algún acto de sumisión-perdón-vuelta a lo mismo. Con lo de las oposiciones he estado liado y hasta hoy no he podido devolvérselo.

Así que hoy he estado dudando, parte del día, si contestarle para que su amigo viniese a recoger sus cosas, en qué momento, si hoy sería el día adecuado, si mejor el viernes, o en fin de semana. No lo tenía muy claro, y aunque me molestaban esas cosas en mi habitación, sobre todo la gabardina, algo hacía que interiormente me costase desprenderme de ellas, sobre todo de las llaves. El adiós definitivo y ha llegado.

He quedado definitivamente con este chico, le he dicho que se acercase a casa y le he bajado las cosas. He olido por última vez la gabardina, que olía a productos de la lavandería, no tenía nada impregnado de él, y metí las llaves en un bolsillo. Abrí la puerta del portal, y sujetándolo con una mano, le di la gabardina, en una percha de alambre que trajo de la tintorería y cubierta en un plástico inmenso. Le he preguntado qué qué tal y me deshice de ese último recuerdo en mi posesión. Se quedó con cara de circunspecto, y me preguntó por las llaves. Le dije que estaban dentro del bolsillo de la gabardina. Asintió con un OK. Y volvió a poner cara de situación, como esperando por mi parte un par de besos, que le diese la mano, o que tuviese un mínimo gesto. No lo tuve. Me despedí con un "chao chao".

Cerré el portal del edificio, suspiré y sentí realmente lo lejos que estaba ya de mi D., se había acabado con ese gesto el último capítulo de una relación para mi traumática de cuatro años y pico, toda mi estancia en Madrid.

Obviamente, entiendo que esas llaves en mi poder no pintaban nada, pero no deja de sorprenderme la obsesión del ritual que tanto le gusta a D. de tener todas sus cosas controladas. Claro, no era lo único que yo tenía de él. Me quedo con dos libros de Cáscara Amarga que dos editoriales le dieron en su momento y que tenía yo para leerlos. Esos me los cobro por los servicios prestados para la página web del niño que jamás agradeció con un simple "gracias". Realmente salgo bastante barato como trabajador.

En su casa yo he dejado poca cosa. No era muy dado a dejar cosas allí, una porque cada vez me gustaba menos estar en su casa, muy pequeña hasta el punto de hacérseme incómoda la estancia, y en segundo lugar, porque no era mi casa, no era nuestra casa, no era ni fue nunca el hogar que ambos queríamos tener para estar juntos, era su hogar, su casa, su rincón que yo en el supuesto de que la relación fuese bien, compartiría con él, pero allí no tendría nada. Otro de mis aciertos por mi desconfianza innata como gallego. Solamente ha quedado en su piso un cepillo de dientes, un pantalón de andar cómodo por casa, y dos camisetas, una que yo utilizaba para cocinar y la otra para estar por allí. Jamás le voy a reclamar esas cosas, me daría un poco de vergüenza, sinceramente. Aunque conociéndolo, se los regalará a algún amigo suyo algo grande y con una gran sonrisa le dirá "¿Pero cómo puedo ser tan nice?" Y luego se dirá a si mismo "qué detallista soy, le he dado un pantalón de andar por casa y dos camisetas, algún día me lo agradecerá".

He terminado por echarme a llorar.

8 comentarios:

  1. Caray, que difícil, te entiendo, creo que lo mejor es que te ocupes en algo, pinta tu casita, mueve los muebles de su posición, porque todo te puede recordar tu reciente pasado y lo mejor es que evites esas cosas, también evita el alcohol y la gente de alquiler que esas dos cosas más es lo que destruyen que construyen.
    Me has hecho recordar cuando me paso lo mismo, desprenderse de esas cosas es difícil, pero ya está hecho! Ahora toca pasar la página y avanzar! Abrazos!! Espero te recuperes pronto! Mientras te envío un abrazo! De esos que rompen costillas!!!

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    1. Estudiar, Gary, en eso procuro aprovechar el tiempo, jajaja, que no es poco y mucho lo que tengo que estudiar, como dicen por ahí, "estudia que es para ti". Lo que no he entendido bien es lo de la gente de alquiler... prostitución, ¿a eso te refieres? Tranquilo, nunca pagaría por sexo.

      Bicos ricos

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  2. La separación definitiva. Es un momento muy duro, pero llegó. Aunque sepas que es lo mejor, y que tenía que pasar, es inevitable que llores. Te dejo mi hombro y te mando un gran abrazo.

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    1. Muchas gracias Driver, aceptamos hombro como compañía. Efectivamente, lo dice el refrán, no hay mal que por bien no venga.

      Bicos ricos

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  3. Ahora toca mirar para adelante y olvidar el pasado... es duró, lo sé...

    Un abrazo chiquitín !!.

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    1. Se trata de aplicar positividad al asunto, para que no duela, aún así, estoy falto de disculpas.

      Bicos ricos

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  4. Es curioso como aveces se tiene en mente la posición que uno debe mantener, pero parece que es el corazón quien al final se sale con la suya. Te mando mi apoyo, un abrazo y la expectativa de verte mejor después de estos días difíciles. Mucha fuerza! besos Pimpfito

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    1. Es la gracia del amor, supongo, que aunque la cabeza diga una cosa, los sentimientos van por otro lado totalmente distinto y que muchas veces nos hacen impulsarnos hasta el infinito. Muchas gracias.

      Bicos Ricos

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