domingo, 7 de septiembre de 2014

El tilacino

El 7 de septiembre es... es nuestro aniversario, y no sabemos si besarnos en la cara o en los labios. Que os pensabais que un blog tan culto como este hoy traería el tema por excelencia de Mecano sobre este día, pero no, chuchis, sabéis que yo soy mucho más de instruir vuestras no poco instruidas mentes, de aportaros cosas, conocimientos, de llenar ese vacío cultural que en algunos casos tenéis, entre otras cosas porque ya tenéis bastantes asuntos de los que preocuparos. Pero no le deis más vueltas, con que os paséis de vez en cuándo por aquí tenéis suficiente. Hoy vamos a hablar sobre el tilacino. ¿Qué no sabéis lo que es o mejor dicho, era un tilacino? Aquí estoy yo para alumbraros.

Hoy se recuerda un triste aniversario, la desaparición del tilacino, el último tigre de tasmania del mundo, al que llamaban Benjamín, una especie animal que ha pasado a engrosar la lista de animales extintos. Y ojo, que no culpo yo al humano de su desaparición, en algunos casos se trata de simple teoría de evolución de las especies, y el tigre de tasmania se ve que no tenía mucho futuro. Y esto ocurrió en 1936, mientras los españoles estábamos más preocupados por cargarnos los unos a los otros.

El Thylacinus cynocephalus de nombre científico, más conocido como lobo marsupial, tilacino, lobo de tasmania o tigre de tasmania era un marsupial carnívoro de la época del holoceno, que vivió en la zona de Australia y Nueva Guinea. Sus últimos ejemplares vivieron refugiados en Tasmania, dónde hay otras especies todavía similares, entre ellas, su primo el Diablo de Tasmania. El tilacino era una especie de... de... bueno, era.... no sé cómo explicarlo, una mezcla entre perro, hiena, con unas manchas en la parte inferior de su lomo similares a las de los tigres, con el tamaño de un perro grande y una cola del estilo a los canguros, de color entre pardo amarillento y con un tamaño aproximado de 60 centímetros de alto por los 100-180 centímetros de longitud. Toda una extraña especie que, dado el tipo de animal raro que era normal que terminase extinguiéndose. Sin embargo, su desaparición ha tenido varias causas, la caza indiscriminada en otros tiempos, la presencia humana cerca suya y sobre todo, las enfermedades, porque chuchis, esta especie tan rara no podía más que estar afectada por extrañas enfermedades.
 
Su desaparición de la Australia continental se calcula próxima a los dos mil años, cuándo en Galilea estaban más procupados por crucificar profetas, y se cree que fue por la convivencia con el ser humano, cuya caza por los aborígenes era uno de los mayores entretenimientos prehistóricos, y la competencia con los dingos por la comida, pese a que el tilacino era un marsupial noctuno y el dingo diurno, aunque comían básicamente lo mismo, carne. Su desaparición en Tasmania fue si cabe más triste. Se acusaba a los tilacinos de atacar a las ovejas, siendo su población más importante el norte de la isla, y los europeos ofrecían recompensas por cada ejemplar de tilacino que se cazase, así fue como la especie llegó a 1930 con muy pocos ejemplares y encima, afectados por una especie de moquillo. Cuándo el gobierno de Tasmania se puso las pilas por la posible extinción del animal era ya demasiado tarde. Uno de los último ejemplares de tilacino en libertad fue cazado en 1933. Benjamín fue el último de su especie, probablemente una hembra al que se le puso ese cariñoso nombre, fue recogido de su hábitat y llevado a un zoológico dónde se le daban todas las atenciones, y sin embargo ¿cómo continuar con la especie si era el último? Murió un 7 de septiembre por negligencias en su cuidado, la exposición a un clima extraño de altas temperaturas diurnas y nocturnas lo debilitó al punto de llevarlo a la tumba. Se cree que en libertad pudo haber algún ejemplar hasta los años 60 por algunos restos encontrados, sin embargo, aunque hay una sociedad que trata de buscar a los últimos tilacinos del planeta, lo cierto es que en más de 50 años no se ha visto ningún ejemplar del mismo, por lo que se clasifica como extinto, aunque los hay más cautos que todavía dicen que su población está probablemente extinguida.
 
Desde entonces, cada 7 de septiembre en Australia se celebra un día especial, el de las especies amenazadas. Hoy en día y solo en Tasmania, se dan estas especies tan extrañas, como el primo del tilacino, el diablo de tasmania, que actualmente se encuentra en estado de peligro de extinción, seriamente amenazado, más aún tras una especie de cáncer que ha reducido a más de la mitad su población, un tipo de cáncer que les afecta a la cara y que, curiosamente y excepcionalmente se transmite vía mordiscos.

5 comentarios:

  1. pues hace tiempo vi un reportaje y vi que hayuna gran posibilidad de que algunos estan vivos aun.

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  2. Hace ya unos cuantos meses me encontré con una exposición muy interesante de un ilustrador que dibujaba animales ya extinguidos vestidos según la moda del año en que desaparicieron.

    Bicos.

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  3. qué triste cari, y pensar que año tras año desaparecen especies, algunas sin descubrir.

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  4. Nooooo que triste historia... asi como la de los dodos :(

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  5. Eso salió de una noche loca en la selva... ¡vaya mezcla!

    Pero sí, es una pena que ya no quede ninguno.

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