lunes, 10 de noviembre de 2014

Los Lunes Día del Espectador. Annabelle

Por segunda semana consecutiva he visto una de terror, bueno, aunque Drácula no se puede considerar terror si no bélica, pero Annabelle sí cumple los requisitos del cine de terror, y pese a las críticas que he leído por ahí, a mi me ha gustado, así os lo digo.
 
Annabelle se trata de la precuela de El Conjuro, dónde unos chicos acuden a una medium por unos problemas con una muñeca, unos problemas del copón, claro, porque creen que la muñeca está poseída por el diablo y les ocurren unas cosas muy raras en su casa. En esta ocasión nos cuenta la película de dónde viene la muñeca Annabelle y los primeros problemas que da.
 
La película El Conjuro está basada en hechos reales, o eso al menos dicen, basándose en unos estudios parapsicológicos de los años 70 dónde una muñeca fabricada por la juguetera Raggedy Ann causó un montón de problemas a una chica, su compañera de habitación y su novio. Un lío de mil pares. La muñeca terminó en una urna en el museo familiar de muñecas en Conneticut, y allí permanece, aunque dicen que la familia ni le mira a la cara a la muñeca, por lo que pudiera pasar.
 
Annabelle cuenta entonces de cómo el matrimonio super super super super feliz de John y Mía Gordon vive en una casa super tranquilos, super enamorados, super católicos, y el marido regala a Mía una muñeca horrible, ya os lo digo, grande y fea, que ya da mal rollo nada más verla. Y ese mismo día que se la regalan, los vecinos, miembros de una secta que intentan invocar a un demonio atacan al matrimonio Gordon, con Mía embarazada. Vamos, que se desata una historia de estas de sangre y la loca de la vecina fallece con la muñeca Annabelle en sus manos. Y a partir de aquí la muñeca parece estar poseída, ocurriendo todo tipo de actos parapsicológicos a su alrededor, un marrón para los Gordon. Que nace la niña y la muñeca sigue dando problemas, ya os lo digo, pero no quiero destripar mucho más, que ya es bastante.
 
El caso es que a mi me ha gustado, pese a que el matrimonio Gordon rezuma pasteleo al cubo, porque son perfectos, super enamorados, super cariñosos, super buenos, super católicos, super trabajadores, super felices, super padrazos aunque en más de una ocasión la madre deja sola a la niña, super clásicos americanos, super todo, y menos mal que aparece Annabelle, porque si no sería un truño de película hasta para Winnie The Pooh. La historia engancha, y enseguida pasa a la acción, que es lo que nos interesa a casi todos. Los sustos, en muchos momentos de la cinta, bien puestos, con su componente de música y ruido que quizá hagan saltar a más de uno, y por lo demás, muy previsible toda ella, en incomprensible en ciertas ocasiones. Aparece una negra mayor muy mona, que se hace super amiga de la protagonista, y que entiende toda la historia de la muñeca, lo típico, vamos, y que sabemos más o menos el final que tendrá la negra, y aparece un cura, que controla un montón de espíritus y del demonio, una especie de padre Merrin pero que aquí se llama Pérez, y que tampoco acaba muy bien el pobre. La muñeca inquietante en todo momento, envolviendo la atmósfera satánica de la casa, y es que ves a la muñeca y sabes que va a haber algo de mal rollo.
 
Pero pese a lo clásico del género, y a lo poco que puede llegar a aportar, pese a ser más de lo mismo, para mi gusto tiene escenas que sí valen la pena, vamos, que me han aportado, concretamente, a mi, la escena del ascensor es la que más me ha gustado de la película, porque hay un ascensor de los años cuarenta muy grande en una noche de tormenta dónde la luz va y viene, porque al otro lado, en el trastero hay algo muy oscuro con ojos y garras que, presumiblemente es un demonio que se aproxima al ascensor, poca luz y una linterna, y cuándo vas y te crees que la chica coge rumbo a otro piso, el ascensor vuelve a dejarla en la misma planta dónde está el susodicho demonio... para mi gusto, lo mejor de la película entre otras cosas porque me ha traído a la mente otro clásico ochentero, El Ascensor, eso, y lo asquerosa que es la muñeca, que solo a esta chica se le ocurre tener en casa, porque las muñecas de porcelana son feas con ganas, así os lo digo.
 
Y aquellos que esperéis ver algo similar a Chucky ya os lo digo yo, Anabelle es mucha muñeca para el muñeco diabólico, nada que ver con el clásico ochentero pelirrojo. Entretenimiento puro y duro de terror, sin muchas más pretensiones, pero que se ha rodeado de cierto halo de misterio y todo causado por la aversión que muchos sentimos por las muñecas de porcelana. ¿Cuál es el motivo? Ni idea, pero inquieta.

4 comentarios:

  1. Cari... y eso que no la ibas a contarla...jujujuju, yo ya la vi, y me pareció entretenida, pero, me resulta un collage de muchas otras pelis y me caga eso, que no haya originalidad, aunque supongo ya todo está muy contado.

    Yo vi INTERESTALAR que bautice como Interpasiviactiviestelar, por que salen muchos buenorros... algunos de mis favoritos, y las shicas Anne y Jessica estupendas, vetela cari en cuanto puedas... besos.

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  2. jajaj lo que estuvo horrendo de la peli, fue el final, odie el final jaja, pero la pelicula me entretuvo eso si.
    cieerto la escena del elevador estvo super aterradora!

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  3. A mi me gusto, aunque claro en FB le di con palo a la pelicula y a sus incongruencias, me gusto muchisimo el demonio en la escalera, aunque era una copia descarada de un viral de youtube!
    Aun asi me dejo con ganas de mas! mucho mas!

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  4. El conjuro me gustó bastante... Como que no me atrevo con estas segundas partes tan oportunistas... Lo veré con el Apple TV... Que el cine es un lujazo...besotes.

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