jueves, 26 de julio de 2012

Querida Marta Sánchez, dos puntos

Querida Marta Sánchez:

El que te escribe es un joven funcionario. Tan solo llevo trabajando para el Estado tres años y medio. Me he animado a escribirte, para contestar a tu asunto zanjado sobre las disculpas que pides por tus nefastas palabras en el programa "Qué tiempo tan feliz" que presenta María Teresa Campos.

Cari, tampoco te canses haciendo portadas
Marta, como te decía, llevo poco tiempo trabajando para el Estado. Terminé mi licenciatura en economía y busqué trabajo como un loco, cuando todavía España iba bien, y ya por aquella época era casi imposible encontrar un trabajo. En aquella época habría aceptado unas prácticas no remuneradas, incluso para ello pedían experiencia. ¡Qué cosas! Decidí que la única forma de entrar al mercado laboral sería sacarme una oposición del estado, libre, sin depender de nadie más que de mi mismo, sin deber ningún favor a nadie. Al final lo conseguí, en una escala básica, pero a fin de cuentas un trabajo fijo con un salario justo y unas condiciones más o menos favorables, el precio que tenía que pagar sería tener que trabajar fuera de casa, a 600 kilómetros. Pronto me di cuenta de que esto de que España fuese bien era un poco un engaño, ya instalado tan lejos de mi casa el alquiler de la vivienda se llevaba gran parte de mi salario. Tenía un salario justo para salir adelante en la capital.

Y vino la crisis, y una bajada del salario, un aumento del IRPF, y una subida del IVA con un alquiler de vivienda que no había bajado. Tenía un trabajo fijo y una situación muy precaria. Y hubo un cambio de gobierno, y una nueva subida de IRPF, otro aumento del IVA, una eliminación de una paga extraordinaria de unas pagas extraordinarias ya de por si muy reducidas, y una serie de condiciones leoninas de control, supuestamente para que los funcionarios nos solidarizásemos con la sociedad y arrimar el hombro para salir de la crisis. Marta, mi querida Marta, si un día tengo la gripe, me pueden pagar entre el 0% o el 50% del día, teniendo en cuenta el salario de un joven funcionario que apenas es mileurista, sumado a todo lo anterior puedo encontrarme con un problema. Claro, la crisis se arregla trabajando, y como bien dices, sin joder al prójimo. No he faltado ningún día por enfermedad a mi trabajo, y espero no tener fiebre un día, porque a lo mejor significa pasarme el resto del mes comiendo bocadillos, y todo sea por arrimar el hombro.

Marta, cari, si fueses un poco más solidaria, o si pensases un poco más, te darías cuenta de que es más sencillo esperarse 15 minutos en un atasco por una protesta de funcionarios que insultarlos y atropellarlos, que consentir que el Gobierno nos ningunee, que una paga extraordinaria bien podríamos invertirla en comprar un disco tuyo, en una comida en un restaurante algún día, en un pequeño viaje y ayudar a mantener el turismo, o los que no tenemos un salario muy digno, simplemente un dinero para pagarnos un autobús que nos lleve a Galicia aunque tarde siete horas y media, con tal de ver a nuestra familia. Si es que no hay como ser rubia para no pensar en esas cosas, claro que tú, rubia rubia, tampoco eres.

Pero efectivamente, si tengo que darte la razón en algo es en que hay que trabajar más para salir de la crisis, que no me lo pidan a mi, que trabajo 40 horas semanales. Preguntemos a tu chico, por citar algún ejemplo así rápido, cogido al azar, Hugo Castejón, que también fue cogido al azar para su cargo, un puesto de asesor al que ha llegado por afinidades políticas, dónde cobra un pastón, va a trabajar cuando quiere, le dan a elegir despacho, se lo reforman al gusto y se lo vuelven a reformar también al gusto, donde lo echan y lo vuelven a coger para cobrar todavía más, si, y para cobrar con el dinero de todos en un año, una cantidad que yo no veré ni en 4 años. Menos mal, rubia, que estás del lado de los funcionarios, menos mal que reconoces que tu padre ha sido durante treinta años funcionario, claro, sabes de lo que hablas, conoces el percal, lo que pasa es que no todos los funcionarios somos iguales, ni todos nuestros salarios iguales. Yo no sé si tu padre vivía bien como funcionario, desde luego yo con este salario de mierda estoy planteándome pedir una excedencia y volver a mi pueblo, aunque sea a trabajar de camarero, me saldrá más a cuenta. Si no es por falta de ganas de trabajar, bien lo sabes tú, es por tener una dignidad, te lo dice un funcionario de carrera, un administrativo, pero te lo podía haber dicho un bombero, un médico, un ats, un policía, un barrendero, un enterrador, un juez, un ordenanza, un cartero incluso, un abogado del estado o un maestro, gente que trabaja, aunque a ti no te lo parezca y sin la cual el país no podría salir adelante

Querida Marta, me parece muy bien que te disculpes por tus palabras, que no por tus hechos, y que nos vuelvas a tomar por tontos y tergiversadores, por malinterprestar tus palabras, que seguramente solo te ha faltado decir aquello de "sacadas fuera de contexto". Marta, cuando dices "la manera de salir adelante no es jodiendo al prójimo, sino trabajando", solo quieres decir una cosa, que te toca las pelotas que te corten el tráfico por una exigencia justa y que los funcionarios somos unos vagos. Un poquito de por favor.

5 comentarios:

  1. uuuf aunque no he escuchado o leido las palabras de la martha sentia que de alguna manera tenia que patearla!!

    Bueno, Yo creo que la pobre aun vive en su burbuja y que por eso no esta enterada de nada!!

    Muy buena catarsis por cierto! me impacto!

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  2. Aplausos. Muchos aplausos. No podías haberlo dicho mejor. Ya está bien de los mitos sobre los funcionarios, que son ciudadanos como todos pero sufriendo más que nadie los recortes. Que parece que no son "iguales ante la ley".

    Y a Martita Sánchez, ¡que le den! Y no es excusa que sea rubia (aunque los químicos del tinte tendrán algo de culpa en su tontería).

    Clap, clap, clap!

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  3. a mi esta mujer siempre me ha parecido subnormal profunda, será culpa del tinte...

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  4. Mira que para comentarte tuve que acudir a san Google patrono de los desinformados, no para saber quién es Marta Sánchez, que acá se le recuerda, más por sus tetas que por su canto, pero se le recuersa..."deseeesperaaada". En fin, menuda polémica, que poco solidarias sus palabras, no es a la única que escuchado con comentarios de ese tipo y duele, no solo por la crisis española, por acá, con el tema de los estudiantes pasó lo mismo, que el país se divide, entre los que luchan y los conformistas que critican desde su comodidad, que a veces ni es mucha. Tu post me recordó Aquí no hay quién viva, que sí, es de una época donde no había crisis y la pobre Belén la sufría mucho buscando empleo. Cariños querido Pimpf.

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  5. Cierto que no fue acertado la frase final, que no la frase entera. Iba a declarar las mentiras vertidas por los funcionarios sobre "el atropeyo e insultos" que ellos utilizaron por ser cara famosa, y la cago dando su opinion, que si bien, del todo no es incierta.
    Se puede manifestar pero sin generar violencia ( hablamos de lo que paso con las taxistas?), a eso se referia. "a lo de trabajando" se le fue la olla, viendolo bien, lo que la señora que se explica peor que un libro cerrado, estaba hablando en esa manifestacion en concreto, si vas a generar violencia mejor sigue currando. Hasta mi hijo de 3 años lo ha entendido. Ah y antes de insultar gratuitamente, mi padre, mi abuelo y hasta donde yo se, son funcionarios y yo tambien.

    La cabeza de turco ha sido elegida, en vez de meternos con los que realmente nos han metido en esto.

    Que siga cantando eso si.

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