Hay quiénes nos han intentado vender que la Guerra Fría que tuvo acojonado a todo el mundo durante la segunda mitad del siglo XX terminó con la Caída del Muro de Berlín, y que de este hecho tan simbólico derivaron las caídas de varios regímenes comunistas del este de Europa. Rusia estaba definitivamente desarmada (y no armamentísticamente), había perdido una guerra que llevaba perdida desde hacía tiempo. Claro que, Estados Unidos ahora tampoco es el gran hemegón que fuera otrora, y todo esto viene a cuento de los hechos acontecidos estos días en Ucrania, y Pimpf, que es tan gafapasta multicultural, tan apasionado por la política y la historia aquí os trae un análisis de la situación. Que si, sentaos que os va a gustar.
Caídos los regímenes comunistas europeos que formaban el Telón de Acero, con una envejecida Cuba a manos de los hermanos Castro y una alejada de la realidad, Corea del Norte, parecía terminada esta contienda virtual dónde nadie atacaba a nadie pero dónde unos tocaban los cojones a los otros, pero de forma disimulada. Luego vino la caída de la URSS, la creación de los CEI (Comunidad de Estados Independientes), y finalmente Rusia, que, supuestamente había abandonado a su suerte al comunismo, su causa y se habían vendido al capitalismo, como le ocurrió a China. Pues bien, nuestros países comunistas por excelencia adoptaron el extraño modelo del "comunismo de mercado", se reformulan como países capitalistas pero mantienen su bloque contrario a los Estados Unidos. Rusia ha visto desmembrarse su país, poco a poco, ha ido concediendo de mala gana independencias de muchos de los países de su órbita, pero ha mantenido a lo largo del planeta esa posición de país a tener en cuenta. Lo último que le han robado ha sido Ucrania.
Porque los Estados Unidos no han cejado en su empeño de agotar la paciencia rusa, y atraer hacia si, a un país fronterizo con Rusia es un exitazo. La líder proeuropea Timoshenko (o como se escriba) llevaba unos años en prisión, por malas gestiones con gasísticas rusas, o algo así, el presidente ucraniano era un señor pro-Rusia con fuerte peso en las regiones éste y sur del país. Pues bien, a Yanukovich, el presidente este prorruso le ha salido una fuerte oposición en la calle, tipo 15M en la Puerta del Sol (pero sin hosteleros que protestan porque las manifestaciones les afectan a sus negocios), pero a lo bruto, resistiendo a temperaturas muy bajo cero durante meses y meses, solicitando más apertura hacia la Unión Europea (ese engaño que nos han hecho a los europeos para que seamos firmes aliados de los Estados Unidos). Y aquí nos encontramos con un nuevo conflicto en medio de Europa. Dónde la Unión Europea es incapaz de discernir por si misma lo que se debe o no se debe decir o hacer, si nos conviene tener a Ucrania o si no, si estamos interesados en ellos lo suficiente, o si ellos están interesados en nosotros, sobre si los intereses gasísticos de Alemania y Francia fueran factores decisivos a la hora de tomar una determinación que nos afecte a todos los países de la Unión Europea. Con unos Estados Unidos que han malmetido en lo que han podido (y Obama parecía bueno, pero era de los que las mataban callando) y han hecho como que no opinaban, aunque han alentado (a saber cómo) a que la gente montase este cirio, y con una Rusia, que se ha frotado un poco las manos, porque de una Ucrania que tenía perdida, hasta se le han encendido a Putin los ojos como bombillas pensando en un cisma del país entero haciéndose con una parte prorrusa en el supuesto de una guerra civil.
Pero los países modernos lo tenemos claro, estas democracias perfectas que tenemos generan mecanismos para responder ante situaciones límite así como los más poderosos apuesten de una u otra forma. Se ha conseguido con una votación que no alcanza los mínimos constitucionales derrocar al gobierno de Yanukovich, que ha tenido que escapar con el rabo entre las piernas a zonas prorrusas, dónde es mejor visto. Y ha vuelto la recién liberada Timoshenko, y ha prometido un futuro dónde todos los ucranianos participen de la consecución de ese sueño europeo que muchos ucranianos (aunque no mayoritarios) tenían sobre la Unión Europea. Y luego nos han vendido, como cuándo ocurrió con Saddam Hussein, que Yanukovich era un corrupto del tres al cuarto, con una mansión en Kiev con todo lujo de detalles, mucho oro, mucha finca dónde jugar al golf, vamos... un aprovechado de la política ucraniana. Nada que un político del PP no tenga en España, e incluso añadiría, que algunos del PSOE tampoco, más que nada para contentar a Angel, bloguero premio Bicha 2014. Claro que en España está ya todo el pescado vendido, y derrocar gobiernos con manifestaciones en España no tiene ningún sentido, porque España hace tiempo que se vendió ya hacia un bando de estos imaginarios que dejó la guerra fría.
Interesante... eres todo un especialista ;).
ResponderEliminarUn abrazo chiquitín !!.
Me ha faltado hacer el post con menos antelación, porque los acontecimientos han venido un poco a darme la razón, y la cosa se ha complicado algo más.
Eliminarbicos Ricos
Pues bajo el manto de la democracia y la “defensa” de los mas débiles se ha escudado estados unidos para meter sus narices donde no debería, extrapolando mas al sur, yo aun no entiendo muy bien como es que los venezolanos (o los ucranianos) no se han levantado en peso sus respectivos gobiernos y desahuevarlos de una vez por todas.
ResponderEliminarQue conste que esta vez lo han hecho de una forma muy sutil, al punto que Rusia está ahora actuando por libre, como si Estados Unidos no tiviesen nada que ver con el asunto.
EliminarBicos ricos