Fabián, la Cantudo y otras hierbas

Empezar la semana con un post que parece que habla de mi vida privada es complicado, porque no sé si lo sabéis, pero en mi blog no me gusta hablar de política, ni mucho menos de mi vida privada, por eso el post de hoy es puro y simple marujeo, ayer coincidí con la Cantudo.

Pasarte el fin de semana en casa en lo que podría llamarse un retiro espiritual voluntario, ora leyendo ora echando una partida a algún juego de ordenador, ora practicando el más puro y duro onanismo, o bien fumando a la par que cotilleando desde mi balcón por si aparecía algún post por la calle; podría considerarse un auténtico coñazo. Sin embargo dos llamadas de teléfono hicieron que el domingo mejorase el panorama. Fabián me ha llamado, quería que diésemos un paseo por el centro. Él es ese novio imaginario que tengo, al que no veía desde hacía casi una semana porque estuvo en uno de esos congresos médicos que le hacen ausentarse de Madrid de vez en cuando y que, dicho sea de paso me dejan con una inseguridad en mi mismo, mientras pienso si realmente tiene esos congresos o si me está poniendo por ahí los cuernos imaginarios, porque a mi no me hace como el ministro este de defensa británico pues no me lleva a ningún sitio. Le dije que si, encantado. A los dos minutos, como si se tratase de una conjunción de los astros y planetas en el signo de Libra, queridísimos piscis, me llama Darío, si, mi amor platónico al que tampoco veía desde hacía aproximadamente una semana, también para vernos y dar un paseo por el centro.

Yo no tengo el don de la ubicuidad, omnipresencia o bilocación, o como queráis llamarle a esta serie de sinónimos de algo imposible. He decidido quedar en Callao con Fabián, Darío y la novia de este. También os lo advierto, que tu amor platónico tenga una novia es un auténtico calvario, aunque ella sea muy maja, muy guapa y todas estas cosas, pero el que se acuesta con él es ella. Y ahí nos hemos ido los cuatro a una terracita céntrica donde hemos coincidido con María José Cantudo. María José Cantudo, más conocida como La Cantudo comenzó su carrera a mediados de los años setenta como modelo publicitaria, actriz de fotonovelas y poco después pasó a presentar un programa de televisión junto con otros personajes del destape. Fue conocida por esto del destape, siendo el suyo el primer desnudo integral visto en el cine español y a través de un espejo. Luego de varias cintas enseñando las domingas intentó hacer un cine más interesante, pero no lo consiguió y se dedicó al mundo de la revista y el teatro. Años después la hemos visto en distintas series de televisión en pequeños papeles. Todo hay que decirlo pero esta chica no cae nada bien, sobre todo a las madres, y no me preguntéis por qué. Me habéis desviado de tema. Pues que coincidimos en una terraza con ella, mona como solo esta gente sabe, y de chandal con tacones, que dicen que es tendencia.

Ah, ¿os la pela La Cantudo? Bien, a lo que íbamos, al morbillo de ver a mi novio imaginario y mi amor platónico juntos. Se han conocido, aunque lo he presentado como "un amigo al que llevo a todos los sitios". A mi Fabián esto le da absolutamente igual, él sabe que nuestro amor está por encima de lo que piense la gente. Se han caído muy bien, ni que decirlo tiene. Aunque la cosa se ha caldeado un poco cuando Darío sacó en la conversación aquella primera noche que dormimos juntos. Darío recordó "y tú sin pegar ojo con el miedo de que te violase o te tocase la pirolilla". ¡Ay Darío, si tú supieras, si no fueses platónico como eres! Entonces la conversación ha ido por esos derroteros "como es cada uno en la cama", durmiendo, claro está. Yo me he callado un poco la boca y me he concentrado en La Cantudo, no fuesen a salir amores platónicos, imaginarios, reales y demás.

¿Hierbas? Bueno, lo de las hierbas ha sido porque finalmente hemos retozado Fabián y yo en el césped de Plaza España, pero de forma muy discreta y sin tocarnos las pollas como habría hecho Zowi.

Bicos Ricos