Sargent y Sims

Yo que últimamente me he considerado un gafapasta en continuo aprendizaje, multidisciplinar y con unos post que últimamente os abruman más o menos sobre el mundo de la cultura, la ciencia, la tecnología, gastronomía y lo que se me pase por la mente, exceptuando política donde a estas alturas del guión veo que sois ya incorregibles; me he decidido a hacer un post super cultural y lo digo totalmente en serio. Ya el año pasado os hablé del premio Nobel de economía, este año, con algo de retraso vuelvo a traeros información sobre sus ganadores, pues parece que solo existiesen los Nobel de Literatura y la Paz, y algunos años el de Medicina, aunque este último parece perder importancia desde los gloriosos tiempos de Fleming, o peor aún, desde Ramón y Cajal y Severo Ochoa a los españoles cada vez nos da un poco más igual, porque ya no nos lo llevamos nunca y esto es una especie de Eurovisión de las ciencias; todo ello sin restar la importancia de los estudios de cada uno.

Thomas J. Sargent y Christopher Sims son los profesores e investigadores estadounidenses en los que ha recaído este 2011 el premio nobel de economía, ese hermano inferior de los premios Nobel que no fue ideado inicialmente por Alfred Nobel, pero que el Banco de Suecia decidió que sería óptimo otorgar.

Así, los dos premiados este año en un fallo que se conoció el pasado lunes son expertos en "los cambios en la política económica permanente y los shocks que afectan a la macroeconomía en el corto y largo plazo". En otras palabras, también, como las decisiones políticas o de entidades privadas afectan a los resultados macroeconómicos como son el PIB, la Inflación, el empleo o las inversiones.  Uno de Whasington y el otro de Pasadena, ambos con importantes currículos en economía y por separado han investigado cosas tan similares que, aunque no son lo mismo, las teorías de uno complementan a las del otro. Una vez más recae sobre un estadounidense dicho premio que consiste en 1,1 millones de euros aproximadamente, y nuevamente por un estudio macroeconómico.

Ambos han hablado al ser preguntados, de la crisis actual mundial, aunque se han referido expresamente a la actual crisis financiera de Europa. Ellos se consideran ratas de biblioteca que a partir de modelos matemáticos han alcanzado sus teorías, y no se consideran quienes de resolver una crisis económica de tal magnitud, sin embargo, y pese a decir que si tuviesen la solución la habrían dicho ya hace tiempo, recomiendan a Europa en general que tienda a unificar la política fiscal y que todos tiren hacia un lado en cuanto al euro y para que este sobreviva.