sábado, 15 de octubre de 2011

La Doctora House

No fue una Doctora House al uso, estrictamente como el malhumorado doctor de la serie de televisión. La Doctora que me atendió el pasado jueves en esta convalecencia gastrointestinal que he padecido me recibió de forma genuina, pero me atendió de maravilla, que para eso el médico es privado.

No todas las doctoras son la Doctora Queen

En la misma clínica donde se terminaron mis problemas de oídos me esperaba la doctora House. Esperé en la sala de espera y un cuarto de hora después ya me llegó mi turno. Abrí la puerta con la cautela con que siempre se entra en una consulta médica, y la doctora con sus zapatitos de medio tacón, su bata blanca y los labios pintados de rojo comenzó a poner mala cara, o una cara rara, se reclinó sobre su asiento con los brazos apoyados en la cabeza, y mientras yo cerraba la puerta exclamaba ¡No, no no puede ser, pero qué he hecho yo para merecerme esto, mira que ya es mala suerte! ¡He debido ser muy mala en mi otra vida para merecérmelo, seguramente! ante este amable recibimiento comencé a poner cara de resignación e incredulidad. Pronto ella, al advertirlo me dijo Sientate, siéntate, y tranquilo, que no es por ti, es que acabo de ver a un paciente en la sala de espera, mientras entrabas de estos que te tienen aquí cuarenta minutos, no paran de hablar y lo peor de todo, que nunca tienen nada y vienen por aquí todas las semanas. Respiré aliviado.

Le comenté mi problema, enseguida congeniamos. Mi actuación para cortar la diarrea iba por el buen camino, ahora era cuestión de una adecuada medicación. Me recetó los medicamentos necesarios, un jarabe y unas pastillas, que, a día de hoy podría calificar de efecto placebo, pero esto lo digo dos días después. Me dijo, amablemente túmbate en la camilla, que te voy a ver la tripita. Reí con sorna, tripita, me dije yo, y le dije si, tripita si, ya verás tú. Ante lo que ella rectificó y dijo bueno, tripa.

Supuestamente tenía la tripa bastante bien, por lo que ella comentó, pero que si no metía la pulla de doctora House tampoco quedaba tranquila añadiendo. ¡Uy, lo has tenido que pasar fatal, lo digo por la mala cara que tienes, todo pálido, con esas ojeras! No te jode, y sin afeitar desde hacía una semana y media por lo menos. Luego me revisó la garganta, y comenzó a relatarme como tenía que ser la dieta blanda que tendría que seguir los próximos días, que si purés, que si nada de lácteos, que si carnes blancas, arroz, y pescado cocido. Vamos, estas cosas que revuelven el estómago a cualquiera y lo dejan con una sensación de hambre brutal. Añadió, y frutas, solamente plátano, manzana o pera. Le puse cara de extrañeza y ella me preguntó a que se debía esa cara. Le contesté que de todo si, menos pera, si no quería verme por allí mañana mismo, atendiéndome cuarenta minutos y con una diarrea todavía peor. Contestó pues, pera no, entonces, tendrás intolerancia.

Y ya está caris, como nuevo, estos cólicos tan dolorosos han remitido, y la diarrea que aún no ha desaparecido parece que tiende en el tiempo a irse. Ya estamos para otra, y esta noche para celebrarlo, un pequeño concierto.

Bicos ricos

7 comentarios:

  1. Vaya, que eficaz es la Doctora Tripita no? Como se nota que cuando trabajan para seguros privados son mucho más eficaces y amables...

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  2. ¡Hijo mío, para no hablar de tu vida privada, te acabo de imaginar con la tripa, más blanco que la nieve, con ojeras y sin afeitar....jejejeje, y se me ha ido todo el sex-appeal! (No te lo tengo en cuenta, te has descrito así para que deje de darte la tabarra, jejejeje....) Espero entonces que estés mejorándote...

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  3. ANDALE, PIMPF, QUE EL PESCADO ES DE LO MEJOR, ES MI PLATO FAVORITO, NO TE HAGAS.

    ABRAZOS.

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  4. A ver, Pimpfito. Lo siento mucho, mucho por tí. Pero no sólo porque te duela la tripita, que también. Lo siento porque no te podrán poner la indición del amor, quien quiera que te ponga esas cosas. Que no estás para que te follen, vamos. Que todo hay que decirlo, joder.

    Nada, que no hay manera de adptarme a tu gafapastismo. A ver..."La yubia en Zevilla ez una marabiya". Nada, que no hay manera.

    Besos y agur.

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  5. Uhm, oye pimpf, tú estás cagándote cada dos por tres. Deberías mejorar tu carácter, jajajajajajajajaja.

    Ahora en serio, no hace poco que te pasó algo parecido? Ay, no sé, a lo mejor te lo tendrías que hacer mirar.

    Y mira al Zowi que cochinote. Inyección del amor. En vena, jajajajaja. Hala me voy a cenar que yo no salgo hoy.

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  6. Awww, bueno ya esperemos que en el siguiente post sí ya vayan pasando todos los males, eso tiene la salud privada, que te atienden como si fueras un ser humano jejejeje. Cariños Pimpf.

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  7. Christian, no sé si son más eficaces, yo no diría tanto, que nunca me han tratado mal en la seguridad social, lo que si, la diferencia, que te miran a la cara, en la seguridad social eres un número nada más, aquí, un número y dinero.

    Observatorio, yo es para desmitificarte al Pimpf, para que no te vayas a pensar que estoy bueno ni nada por el estilo y que uno, además, no puede estar mono siempre.

    Antony, no te vayas a pensar, que a mi también me gusta mucho, aunque en Madrid como menos que en Galicia.

    Zowi, ahí le has dado, menos mal que una pronta recuperación.... jajajaja bueno, a ver para cuando tu indición...

    Z, es que sacáis todo de contexto, el post en que me iba por la pata pabajo era de hace no sé cuantos meses, pero bastantes y lo publiqué en diferido en agosto... vamos, dos al año, y esta parece que de carácter vírico o algo así que dijo esta.

    G-boy, tú también eres de médico privado, pero en general, ¿no?

    Bicos Ricos

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