sábado, 28 de julio de 2012

Citius, altius, fortius

Y llegó por fin la jornada inaugural de los trigésimos juegos olímpicos de verano en Londres 2012. Toda la capital británica desviviéndose en una increíble gala inaugural, buscando como cada acontecimiento de estos ser la más original. Yo que sufro de ese españolismo que tenemos a veces los de por aquí, visto lo visto sigo creyendo que lo de Barcelona 92 fue insuperable.

Si, y los españoles en primera plana, como para no verlos de lejos.
Y pese a que creo que Barcelona ha sido insuperable, pese a ser unos juegos de hace 20 años, no vamos a desmerecer el mérito de la jornada de ayer, una puesta en escena increíble con una trama argumental y de homenaje a todo lo inglés. Y llegaron los momentos más esperados, el desfile de las delegaciones deportivas, todo el mundo pendiente de su pais, y los españoles un poco esperando que pasasen rápido los nuestros ante el más que probable ridículo por su indumentaria. Hombre, pudo ser peor, también os lo digo. Los hombres iban, normalitos, pero lo de las mujeres era un poco denunciable, yo creo. Aquella falda roja muy cateta, esa camisa amarilla, ese pañuelo de azafata de avión pero con los dibujos estos que le han puesto los rusos y el floripondio en la cabeza... Bueno, dejemos el tema, que ya bastante vergüenza han pasado los pobres. Nuestro abanderado, escogido casi a última hora era el mejor de los abanderados posibles, ya que no repetía David Cal, el piragüista gallego y deportista con más medallas olímpicas de los que participan en las olimpiadas de Londres, sin embargo, la elección de Pau Gasol como abanderado ha sido todo un acierto, todo un campeón europeo y mundial, una estrella en Estados Unidos, un auténtico crack, algo sosito, eso si, pero un digno merecedor de llevar nuestra bandera.

Pero el post quería tratar sobre todo de algo muy especial, el momento del encendido del pebetero con la antorcha olímpica. A lo largo de la historia cada encendido ha tenido su importancia, su estilo, una imagen, un recuerdo para todo el mundo y muchas emociones. Todos recordamos en Atlanta a Mohamed Alí con parkinson siendo uno de los últimos portadores de la antorcha, a la primera mujer que lo encendía en México 68, aquellas olimpiadas en que un hombre y una mujer portaban la antorcha. Pebeteros más o menos modernos, sobre todo los de los últimos años, con unos medios técnicos increíbles, como ocurrió en Sidney o en Pekin donde un hombre que venía por el aire portaba esa antorcha. Sin embargo, creo que aquí Barcelona si ha sido insuperable tanto tiempo después. Algo tan sencillo como utilizar a un deportista de uno de esos deportes minoritarios, un lanzador de tiro con arco, una flecha, millones de espectadores conteniendo la respiración y el encendido del pebetero. 20 años después, ni Atlanta, ni Sidney, ni Atenas, ni Pekín, ni ahora Londres han dado con algo tan sencillo y tan original. Sin embargo no vamos a quitar el mérito a los ingleses, que se han currado un pebetero hecho con pequeños pebeteros de todas las delegaciones. A mi me ha gustado, sin ser super espectacular, pero ha estado muy correcto.

Ahora solo nos queda esperar que nuestros deportistas, no solo los españoles, si no que los de nuestros deportistas preferidos, esas estrellas que cada año baten sus propios records, los deportistas de cada pais, de nuestros paises de la órbita bloguera, Perú, Argentina, México, Chile, Colombia y otros que nos lean por el mundo adelante, consigan unos buenos juegos, con muchas medallas, muchos oros, muchos claveles, y siempre, unos juegos limpios donde demostrar que somos más rápidos, más altos y más fuertes.

Bicos Ricos

4 comentarios:

  1. la vestimenta de mexico tambien estuvo horrendo..parecia que lo compraron en la tiendita de recuerditos en el aeropuerto.
    yo me acuerdo muy bien el de barcelona 92, me emocioné mucho recuerdo *_*

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  2. Pues de Barcelona me recuerdo muy poco, yo de Atenas en adelante jejejeje, yo no soy mucho de olimpiadas,prefiero Eurovisión y los mundiales, pero me he entretenido hoy viendo la gimnasia masculina, ñam,ñam,... a ver qué tal nos va. Cariños Pimpfillo.

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  3. A mi ese britanismo desmesurado me provoca una cierta urticaria, la transformación del espacio escénico me pareció sublime y el momento pebetero hermoso y sencillo, muy simbólico. Estoy contigo, hay un antes y un después de Barcelona 92. Besotes.

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  4. Pancho, uno de chaqueta verde y pantalón blanco? a mi me parece bonito, no sé si nos referimos al mismo.

    G-boy, bueno, yo recuerdo cosas, seguramente muchas más que tú, pero vamos, que siempre hay imágenes para ver. Increíble cuando el príncipe de España desfiló, un puntazo, claro que por aquella época éramos menos republicanos que ahora.

    Melvin, y mira tú que yo con lo británico soy super crítico, les tengo una tirria histórica desmedida pero vamos, no quita que hagan las cosas bien.

    Bicos Ricos

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