viernes, 27 de julio de 2012

El competidor de Fabián

Se acercan las vacaciones, y hasta hoy estaba deseando que llegasen, en mente, una semana en Galicia con D. y unos días en Avilés con mis suegros imaginarios, disfrutando de Fabián y la naturaleza de Asturias. El caso es que hoy en el trabajo me he enamorado, una vez más, y en esta ocasión de un técnico de impresoras, y a lo mejor me apetece cada vez menos irme de vacaciones.

Si ya sabía yo que lo de esa especie de ascenso que he conseguido en mi trabajo -que no es que mejore mucho la situación con los recortes-  traería algo bueno, y tan bueno. Estar ahora rodeado de ordenadores, programas informáticos, switchs (o como se escriban), cables, impresoras, toners, e impresoras ¿he dicho ya impresoras? Pues he aquí la suerte, el destino, o la conjunción de astros que han querido que una de las impresoras se estropease -y esto tampoco tiene nada que ver con los recortes-, así que he tenido que pedir que viniese un técnico a ver que le pasaba al dichoso aparato. ¡Oh, sorpresa! Ayer quedaba con el chico este para que pasase por mi despacho a primera hora de la mañana, y hoy, antes de las nueve ya estaban llamando a la puerta. Se abre, tímida, pregunta por mi nombre, le digo que soy yo y me quedo con cara de alelado, la sonrisa de oreja a oreja y esa cara de ilusión ante el mayor logro visual que han tenido mis ojos en el trabajo jamás.

Un chico joven, de mediana estatura, unas zapatillas muy modernas y su uniforme de técnico, aunque yo creo que me lo imaginaba con una caja de herramientas sobre el hombro, para nada, no traía ni maletín, pero dejad que la mente viaje. Él, moreno, fuerte, con unos brazos capaces de sostenerme sin el mayor de los problemas, unas manos preciosas de esas que te imaginas recorriéndote la espalda en un masaje mientras te echa crema en una isla desierta, o en una isla con gente, una panda de maricas envidiosas y señoras con ganas de levantártelo a la mínima de cambio. 

Despierto de mi estado de sueños metafísicos, o físicos y le digo que si, que Pimpf soy yo, y añado "soy el hombre que buscas". Entonces él me contesta "por fin te he encontrado", me pone una mano en la barbilla y me da un beso de enamorado de película, mientras nos revolcamos por el suelo del despacho. Vale, lo admito, seguía soñando. Y le contesté con un "si, soy yo, y esta es la impresora que está averiada". Le echa un visual rápido, hacemos un par de pruebas y en menos de 5 minutos, la incidencia resuelta. Cachis la mar, y yo que lo habría retenido allí toda la mañana. "Y esta impresora suelta polvillo, y esta otra tiene el cable que le falla, y a esta se le va la imagen de la pantalla táctil." Toda la mañana que lo habría tenido conmigo. Pero se despidió zanjando la cuestión que teníamos pendiente. Añadió al irse "Entonces, ¿la próxima vez que haya algún problema tengo que preguntar por ti?", y yo, que empezaba a despertar solo pude decirle "aquí estaré esperándote cuando te necesite". Pops, ayudanops. Estoy deseando que sea el próximo lunes e ir a trabajar y además, sé con certeza que habrá algún otro problema con la impresora.

4 comentarios:

  1. Bien, me lo imagino como peli porno, que llega justo a hacerte el amor jajaja.
    ¡Maldita impresora! se arregla tan rápido.
    jajajaja "aquí estaré esperándote cuando te necesite", Dios debe estar re bueno. :P

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  2. bueno, pues cuando necesites a alguien k te enchufe bien el cable ya sabes a kien llamar... XD

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  3. Jajajajaja, hay que soñador, que risa me ha dado tu lapsus de sueño, pero lo entiendo, aunque en el cole tengo nada con qué llegar a soñar así, la U es otro cuento, ahí mientras espero a mis alumnos, siempre pasa algún chico, o los de educación física para deleitarse jejejeje. Suerte con las impresoras que comenzarán a averiarse jejeje :P. Cariños.

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  4. Damian, me pareció fatal que se arreglase tan rápido lo de la impresora, estoy por cortar algún cable, arrancar alguna pestaña interior de la dichosa impresora y tenerlo horas y horas aquí.

    Jajaja, Sergio, que no me has dado tu teléfono, jaja, ahm, que lo dices por el técnico... uhm, si me lo asignan si.

    G-boy, ¿Soñador yo? Uhm si todo el mundo tenemos esos sueños, otra cosa es ya quedarnos mirando al aire totalmente distraídos, jeje.

    Bicos Ricos

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