Este fin de semana he descubierto un paraíso perdido, y lo de perdido no lo digo en broma, no en vano, dicen que Teruel no existe, y ahí he estado yo, en Teruel, para demostrar su existencia. Pero lo mejor de este viaje de escapada de fin de semana ha sido el paso por Albarracín, una villa medieval perdida en la sierra a la que da el mismo nombre, dónde nace el río Tajo y dónde parece haberse detenido el tiempo.
Albarracín está mimadamente conservada, así os lo digo. Por sus irregulares callejuelas puede verse el discurrir del tiempo, las calles estrechas, las forjas en las ventanas sobre las que presumían de poder económico y las aldabas con las que pretendían escapar de la mala suerte, o los blasones sobre casas señoriales. Una ciudad llena de un pasado histórico por el que pasaron musulmanes, judíos y cristianos.
Albarracín es pequeño, también os lo digo, se ve enseguida, aunque lo suyo es perderse por sus calles lo más que puedas, para descubrir el encanto que éstas tienen. Yo lo que si lo he visto es un poco ciudad museo, porque es un lugar pintoresco y muy turístico pero dónde apenas hay vida, qué dices tú, por la noche me voy a la zona nueva de la ciudad, pero es que apenas hay zona nueva, todo permanece ahí, enclaustrado en la edad media. Yo no sé dónde disfruta la gente los fines de semana. Yo no podría vivir en un sitio sin un pub por la noche, os lo aseguro. Claro que, el entretenimiento de algunos pude descubrirlo el domingo por la mañana. Un grupo nutrido de hombretones maños, o como se llamen los hombretones de allí, se disponían a ir de caza.
Sobre Teruel mucho no hay que decir, así os lo digo. Es una ciudad pequeña, que después de ver Albarracín pues te sabe a poco, la plaza del Torico en pleno centro, su catedral con sus motivos mudéjares o cómo se diga, las torres, que hay por lo menos cinco y son curiosas y está bien visitar alguna, y finalmente, la ciudad de los amantes de Teruel, que yo no he visitado pero que son motivo de fiestas medievales en el mes de febrero. Os lo advierto desde ya. No me he encontrado con Enrique, el ex imaginario de mi ex imaginario Fabián, aunque tampoco me extrañaría que estuviese por la ciudad.
Y sin más, os dejo con unas imágenes de lo que ha sido el fin de semana pimpfiano. A disfrutarlas.
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Una calle de Albarracín para no perderse |
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Explicaban cómo ganaban espacio las viviendas |
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Las aldabas, en su mayoría con lagartos |
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Trazado de la muralla defensiva de la ciudad |
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Vista de Albarracín, con la catedral al fondo |
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Aldaba judía. Poco presumen del paso de los judíos en la ciudad, así os lo digo |
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Acceso a las murallas de la ciudad, un paseo casi obligatorio |
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La irregular casa de la Julianeta, un emblema de Albarracín |
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Murallas de Albarracín, que en su momento fueron escondite de Carmen Sandiego |
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Vista panorámica de Albarracín desde una punta de la ciudad |
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Primavera albarracinense |
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Plaza de la Seo, Albarracín |
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Teruel existe, prueba 1. Torre Mudéjar |
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Teruel existe, prueba 2. Aldaba curiosa |
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Teruel existe. Prueba 3. Plaza del Torico |
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Teruel existe. Prueba 4. Destalle de la plaza del Torico |
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Teruel existe. Prueba 5. Catedral. |
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Teruel existe. Prueba 6. Campanario de la torre de El Salvador |
Dos lugares apacibles y cargaditos de Soler histórica... Invitan a perderse aunque sus límites geográficos lo hagan imposible...jejeje... Cuántas visitas y excursiones... Besotes.
ResponderEliminarSi, llegar se hace complicado, pero Albarracín vale mucho la pena. Yo pensaba que tenía antepasados allí, por eso me hacía tremenda ilusión.
EliminarBicos ricos
Que bonito Albarracin, yo lo visité hace muchísimos años pero lo recuerdo perfectamente y siempre se lo recomiendo a la gente como uno de los pueblos más bonitos que existen en España y lamentablemente muy desconocido
ResponderEliminarPrecioso! Hay otros muy bonitos, en Galicia alguno, aunque más chiquitín, que no es por hacer patria, pero otro ejemplo similar podría ser Santillana del Mar, que a mi me encantó aunque lo visité en un día de perros.
EliminarBicos Ricos
Un lugar precioso, yo tuve la oportunidad de estar allí, aunque fuera sólo por un día.
ResponderEliminarUn abrazo chiquitín !!.
Precioso el sitio y preciosas las fotos.
ResponderEliminarDigo yo que algún pub tendrá que haber, que si tiene instituto, es que tiene yonis en edad de chuzarse ;)
Pues pub no se, pero yo estuve comiendo en un restaurante precioso, metido directamente en la montaña, tanto es así que la pared del fondo no era pared si no piedra de la propia roca, muy bonito, y además comí unas migas que estaban que te mueres.
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