viernes, 18 de abril de 2014

Preconstitucionales

Que resulta que yo hoy no quería hablar de política, y mira tú, que me voy a sentir Félix Rodríguez de la Fuente, aquí hablando de aguiluchos y demás carroña. Recordaréis un post maravilloso (como todos los que yo hago) que era un obituario algo hijoputesco sobre la desaparición de un fascista, el fallecimiento de Blas Piñar, que Dios lo acoja en su seno, o dónde él estime oportuno. Pues bien, pasados los días, ha tocado hacerle los funerales, y vaya funerales, chuchis. También estos días, con lo de la celebración del aniversario de la proclamación de la segunda república y las declaraciones de Rafael Hernando sobre las banderas republicanas, me sirven como motivo para este post.

Han hecho una serie de misas homenaje o misas en su honor, o por su alma, o lo que queráis llamarle, que yo suponía organizadas por su familia, pero va a ser que no, que la Fundación Francisco Franco ha ayudado (cómo se trataba de un alto cargo en época de Franco) a que se organizasen estas homilías. Y claro, la más importante, podría decirse fue la que hicieron en la iglesia de los Jerónimos, en Madrid, en el Paseo del Prado, no muy lejos del Congreso de los Diputados, ahí dónde se supone que radica gran peso de nuestra actual democracia. Y digo la más importante porque a ella acudieron no solo familiares del ya difunto Blas Piñar, entre otros estaban el suegro de Gallardón (hombre piadoso y demócrata convencido), algún que otro miembro de Intereconomía y el de más renombre, un tal Antonio Tejero, ex guardia civil, ex teniente coronel y uno de los impulsores del intento fallido de golpe de estado del 23F en 1981, otra de nuestras joyas democráticas. Pues bien, desde aquí ya os digo que a mi que se reunan varios fascistas en una iglesia, para rendir homenaje a otro fascista convencido rogando por su descanso eterno, pues me parece bien. Que a ese homenaje vayan familiares de Franco, pues hasta me parece lógico, que yo a reuniones de fascistas no pongo pegas. Lo que no tengo muy claro es que en una iglesia de la capital, y no una iglesia de barrio, no en el Valle de los Caídos (que me parecería igual de mal), en la de los Jerónimos, 24 sacerdotes se reunan para hacer esta misa y permitan poner al lado del altar una bandera preconstitucional, y cuándo digo preconstitucional me refiero única y exclusivamente a la bandera del aguilucho como solemos llamarla la mayoría de los españoles. Pero ya para colmo de todos los males, permitan que allí se cante el Cara el Sol. ¡Hombre ya!
 
Sobre la bandera, repito, única y exclusivamente una bandera preconstitucional (y no quiero malentendidos con una bandera republicana), la del águila de San Juan, que así le llaman, un símbolo fascista dónde los haya, que al parecer, en la nueva ley de seguridad ciudadana se comprende algo sobre exhibir estos símbolos fascistas, y sobre sancionarlo administrativamente, o algo así. Cuándo hablas de la bandera preconstitucional siempre salen los listos defendiendo que, la Constitución Española fue sancionada y promulgada por el rey con la bandera del aguilucho de fondo... hombre ya, no te jode... porque no les había dado tiempo de cambiarla, ni de retirar las pesetas rubias con la cara de Franco... o los otros listillos que van y te dicen que la bandera republicana también es preconstitucional, si, efectivamente, motivo por el cual tampoco podríamos presumir del imperio de Felipe II dónde jamás se ponía el sol, pero caris, mis queridos caris fachas, la diferencia entre esos símbolos arcaicos y la bandera del aguilucho es que ésta última es un símbolo fascista, como también lo sería exhibir una bandera nazi, una cruz gamada, y demás mierda barata de esta que destrozó Europa en su día. Pues a esos símbolos que alaban régimenes políticos que defienden la homofobia, la diferencia de clases, el odio entre los españoles, la xenofobia en general, o la violencia, a esos símbolos son a los que me refiero, y no a la banderita del orgullo LGTB.
 
Claro que como dije antes, lo más grave no me ha parecido lo de la bandera, y que los curas permitan que se coloque al lado del altar, lo que me parece más jodido es que en lugar de cantarle el "dale el señor el descanso eterno, y que brille sobre él la luz eterna" vayan y le canten el Cara el Sol, esa especie de himno español durante el franquismo que obligaban a aprender a todos los críos, y que, si no cantabas en actos públicos te veían mal, y tan mal. Hombre ya, que sucedan estas cosas en al casa de nuestro señor Jesucristo me parecen fatal, ya os lo digo. Siempre he sido un defensor a ultranza de la separación de iglesia y estado, que ha sido, sin lugar a dudas el mayor de los avances en la humanidad, pues en España parece que tenemos ganas de retroceder. Lo que no sé ya es que opinará un papa como Francisco sobre estos fachicidios permitidos por la Conferencia Episcopal en España.

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