Hoy se conmemora un aniversario importante en el país vecino, Portugal, la Revolución de los Claveles, que cumple 40 años y que terminó con la caída de la dictadura que el país padecía desde 1926 dando paso al maravilloso país que es ahora. Un cambio de gobierno sin derramamiento de sangre.

Portugal venía de una situación de inestabilidad tras el derrocamiento de la monarquía, claro que, esa inestabilidad era ya un mal endémico, una economía pobre heredada del régimen anterior. Se sucedieron en Portugal distintos gobiernos, muchos presidentes de la república, muchos primeros ministros, cambios continuos de equipos de gobierno, y lo que se avecinaba no era nada bueno. El por aquel entonces Presidente de la República encargó a un tal Antonio de Oliveira Salazar, un abogado y político de origen humilde, que recondujese la situación económica, y éste solicitó para llevar su empresa a tal fin, ciertas libertades. Pero ya se sabe como son los dictadores. En cuánto la situación del país comenzó a mejorar ligeramente, Salazar empezó a subirse más a la parra del poder, y constituyó una república al más puro estilo bolivariano, es decir, un presidente omnipotente y omnipresente con una constitución para si mismo y perpetuar su poder durante décadas. Mientras en Portugal las pasaban canutas, en España llevábamos una carrera similar, derrocada la dictadura de Primo de Rivera se terminó proclamando una república que fue totalmente ingobernable, por unas u otras causas y que derivó en guerra civil por el alzamiento militar del general Franco. Pasaron ambos países a ser gobernados por dictadores de derechas. En el caso español por la ultraderecha y el fascismo al más puro estilo Musolini, y en Portugal también, pero quizá algo más suave. En ambos países se recortaron las libertades del pueblo, se recurrió a la censura y la policía hacía limpias de aquellos no afectos al régimen. Salazar siempre temió que Franco decidiese invadir el país vecino, sobre todo en el contexto de la segunda guerra mundial, por eso fue uno de los principales valedores para que ambos países se mantuviesen neutrales, a su forma.

En medio de los conflictos coloniales, comienza a surgir en el propio ejército la opinión de que la política colonial aplicada no es la correcta, y surge, tras la destitución del general Spínola (contrario al régimen), un movimiento que se conoció como Movemento das Forças Armadas (MFA), su intención, crear una revolución para derrocar al régimen y con ellos la gran preocupación de Marcelo Caetano. Tras un intento frustrado de golpe de estado en marzo de 1973 cuya finalidad era marchar sobre Lisboa, Caetano decide una operación masiva de espionaje dentro del ejército. Los ocultos líderes del MFA temen que sus intentonas deriven en una Guerra Civil, y planean algo para evitarlo, entre otras cosas amplian sus círculos.


Fueron en total cuatro las víctimas civiles de dicha revuelta, pese a las órdenes de la MFA de no derramar sangre, los disparos de miembros del PIDE sobre manifestantes civiles pondría la nota triste. Un balance sin embargo positivo que terminaría con el régimen más antiguo de Europa.
Aqui en España necesitamos esa revolución para echar a Marianico.
ResponderEliminarUn abrazo chiquitín !!.