lunes, 7 de abril de 2014

Los Lunes Día del Espectador. El Médico

Llevaba tiempo con ganas de ver esta película, pese a no haber leído la novela de Noah Gordon, una manía que tengo desde hace tiempo, y que normalmente termina con unas ganas increíbles de leerme los libros. Probablemente, cuándo tenga algo más de tiempo termine leyéndome la novela.
 
La película se estrenó en 2013, y fueron sus guionistas Noah Gordon y su hija, que no han dudado en hacer otro producto, por lo que he leído sobre la novela, que cambia un poco en algunos detalles. Lo digo para aquellos que se ofenden mucho cuándo una novela y una película cambian sustancialmente.
 
La película cuenta la historia de Rob J. Cole, que se queda huérfano junto con sus hermanos a los nueve años, en este momento descubre que tiene un don, tocando a la gente es capaz de adivinar una próxima muerte. Como nadie lo quiere adoptar, decide irse con Henry Croft, un barbero que va recorriendo pueblos con un espectáculo de malabarismos, barbeado, y cura de algunos problemas sencillos de salud. Pero Rob quiere algo más en su vida, conocedor de su don, decide que lo suyo es la medicina, su sueño, pero es consciente de que la medicina practicada en el Londres próximo al año 1000 no es ni la quinta parte de la que se practica en el mundo avanzado musulmán, así que, decide abandonar al barbero e irse a Ispahan, en Persia, dónde se encuentra la mayor y más avanzada escuela de medicina del mundo, practicada y enseñada por Ibn Sina, que aquí es más conocido como Avicena. Sobre su estancia en Ispahan va la película, sobre cómo entra a formar parte de esta academia por llamarlo de alguna forma de medicina, de cómo conoce al Shá de Persia, de cómo conviven la religión judía y musulmana, o de los problemas que por aquella parte del mundo tienen con los cristianos, de cómo los indios intentan invadir esta ciudad tan importante en aquella época, de cómo se propaga la peste, y más cosas que, chuchis, no puedo contar más por no espoilear. ¡Ah, que me dicen que ya lo he hecho!
 
Pues me ha gustado, así os lo digo, las dos horas y media se me han pasado entretenidas. Y como suele ocurrirme últimamente en las películas históricas (e incluso fantásticas), me encanta la ambientación, la recreación de aquel Londres medieval anterior al segundo milenio, la impresionante Ispahan. Me han cautivado los ojos en la película, de la chica con la que se lía el protagonista (vaya, otro espoiler), y de los del protagonista, claro. Me ha vuelto a gustar la interpretación de Ben Kingsley, un actorazo que siempre está a la altura y te resuelve cualquier papel que le pongas por delante. Me ha decepcionado un poco el paso de la peste por la película, así os lo digo. Soy muy fan de la peste bubónica, así os lo digo también, consciente de que fue un problemón que diezmó la población europea en un tercio, llevándose la vida de aproximadamente 25-30 millones de europeos, y en Asía entre 45-60 millones de personas. Sin embargo, aquí se las arreglan para tratar a los enfermos y apenas caer, chicos, no me digáis, en parte de Europa utilizaban esas máscaras tan raras con pico como de tucán, y estos así, sin nada, y no la pillan. En este sentido me esperaba algo más tétrico, como seguramente fue, pues muchos lugares desaparecieron del mapa por dicha plaga. Lo que si refleja son las represalias que tomaron sobre los judíos a los que, como no, acusaron de introducir la enfermedad. No sé cómo será en el libro, pero a este chico siempre parecía que las cosas le salían a pedir de boca, siempre salía bien de todas las adversidades, a lo mejor el libro ahonda mucho más en las penurias, que son lo que a los morbosos más nos gusta de estas historias.
 
No sé a qué estáis esperando para mirarla y destriparla, que seguro lo hacéis mejor que yo. Que antes de que nos demos cuenta, seguro que ya tienen en cartelera la segunda novela del autor, quién sabe. Aunque en algo ha debido flojear, bien en su promoción, bien en su momento de estreno, o en la calidad de la película o de la historia, vaya usted a saber, porque no ha sido el peliculón que yo me esperaba.

2 comentarios:

  1. Wow también me. Gusta peste.....bueno no, ósea leer sobre ese periodo tan negro en Europa y demás . Aquí en México pa más fea la viruela o sarampión que casi mata a toda la población azteca en la época y hasta el buen cuitlahuac el rey pues , me dieron ganas de buscar pues esta peli pues también me gusta ñas ambientaciones y sobre Ben K. Pues aveces hace bien papeles y aveces unos bien sangrones jajaa no olvidó el mandarin no señor
    En fin te mandó saludos jejé

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    1. Jajaja, lo había entendido lo de que la peste en si misma no te había gustado, pero quizá si el período histórico. Efectivamente, algo he leído sobre la viruela en América, que llevaron los españoles que ya estaban bastante más inmunizados sobre la misma (aunque no del todo, pues muchos fueron los que aún siglos después seguían muriendo en España de este mal). La primera guerra bacterológica que dicen, aunque no creo que los españoles la introdujesen conscientemente, aunque tampoco les vino nada mal.

      Bicos Ricos

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