Tener como amor platónico a alguien que trabaja en las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado tiene una ventaja, terminas conociendo a muchos delincuentes comunes de estos que entran por una puerta de la comisaría y a las pocas horas están en la calle delinquiendo ya otra vez, los más habituales, los carteristas, de los que la policía nacional tiene identificados a más de 500. Yo no conozco a tantos, solamente a aquellos con los que me he cruzado por la calle. Una de mis grandes ventajas es tener mucha facilidad para recordar las caras, así fue como el pasado domingo me encontré a tres de ellos en la estación de Plaza de España del Metro de Madrid.
Sin ser una hora punta, ni uno de los días que más suelen trabajar, un domingo al mediodía entro en la estación de Plaza España, para coger la línea 10. Nada más entrar en el metro veo algo raro, un tipo de rasgos morenos, extranjero, guapo y con aspecto de ciudadano de pais del este increpa a unos turistas de aspecto anglosajón, no sé si les han cogido intentando robar o si por el contrario buscaba distraer la atención de los turistas, detrás de los guiris venían dos chicas también morenas, también del este. Yo llevaba una mochila sin nada de valor dentro, ropa cómoda para estar por casa de D. y un libro, mi cartera siempr en el bolsillo delantero y el teléfono igual, y a poder ser, las manos en los bolsillos. Las chicas se vuelven y me siguen. Las había ya reconocido, al igual que al chico. En las escaleras mecánicas no dejan de mirarme y me giro sin perderlas de vista. Espero el metro, ellas se sientan en un banco a diez metros, sigo sin perderlas de vista. Ellas no pierden de vista ningún detalle ni ningún movimiento que haya en la estación. Pasa una señora mayor, con su bolso delante, camina muy despacio, pienso que puede ser una posible víctima, pero pasan de ella, les ha llamado la atención una inglesa con su bolso al costado, van detrás de ella por toda la estación. Llega el chico, pierdo a los tres de vista.
Se aproxima el metro a la estación, nuestros carteristas se acercan nuevamente a la zona. No pierdo detalle de nada, ni me descuido en ningún momento ante la posibilidad de que alguien me robe a mi. Entro en el vagón, y por el andén pasean dos asiáticas, japonesas probablemente, con sus bolsos también al costado, pasan por delante de los carteristas, como dejando un aroma a "róbame", se agarran del brazo el carterista y una de las carteristas, detrás de la pareja está la otra carterista. Se cierran las puertas de mi vagón, y éste comienza a ponerse en marcha. Las asiáticas charlan entretenidas, detrás el carterista intenta abrir el bolso mientras caminan. Mi vagón coge velocidad, pierdo a los cinco de vista. No sé si finalmente fueron robadas. Tampoco tuve ocasión de impedir el hurto.
¿Qué hacer si ves un delito así en directo? ¿Y si los ves entrar en tu vagón? ¿Dices en voz alta algo así como "vigilen sus pertenencias que hay carteristas en el vagón"? Y vosotros, ¿Habéis sido víctimas de algún carterista? ¿Habéis presenciado algún hurto?
Yo he visto robar en vivo y en directo en plena plaza mayor, es todo un arte, no se como lo hacen pero las víctimas ni se enteran, en ese momento no sabes como reaccionar, no sabes si gritar, si llamar a la policía o que hacer. A mi me han atracado una vez por la calle, que casi es peor... y por MI TRABAJO, 2 veces más (esto es otra señora pista!!) el cuerpo se te queda hecho un flan, y con una impotencia y una rabia, que no sabía si llorar, o que hacer (una vez, me fumé 3 cigarros seguidos uno tras otro de los nervios)
ResponderEliminarUn besico
destroy114.blogspot.com
Jajajaja, tú con tus pistas, pues sigues dejándome intrigado, chuchi, que lo sepas. Pero bueno, yo cuando era fumador compulsivo... lo de los tres cigarros seguidos ante las adversidades era algo muy normal.
EliminarBicos Ricos
Yo por suerte no he sido víctima de robo por parte de un carterista, pero mi madre sí, en un todo a 100 en fiestas navideñas.
ResponderEliminarVamos que tu estás ojo avizor por si las flys.
Un abrazo chiquitín !!.
Si, aunque estoy bastante atento, no sé en qué momento puede llegarme el descuido. La ventaja de muchos hombres es que no tenemos bolso (los hay que si, jajaja), y lo de las carteras en el bolsillo trasero está ya bastante en desuso.
EliminarBicos Ricos
jajaj! Madrid lleno de mangantes... jajaj!
ResponderEliminarBueno... recuerdo en una ocasión ir por Madrid con un amigo mío hablando del tema de los mangantes y de los carteristas y él mantenía que había que ser muy lelo para que te robaran la cartera. Yo le dije que había profesionales del asunto que a la mínima te la robaban sin darte ni cuenta... y efectivamente, a él -que se ponía muy pajarito insistiendo que nunca le podrían robar- estuvieron a punto de quitársela en ese mismo día en una entrada al metro... jajaja!
Yo soy muy desconfiado también, y siempre voy con las manos en los bolsillos cuando llevo la cartera... no me fio ni del aire... jajaj!
Y ya sabes.... mon amour... que te amo a pesar de todo!!!!!.... ¿como puedes pensar que te tengo abandonado si no cejo en contemplar esa foto del pantano? jajajaj!!
A ver si tengo más tiempo para visitarte como dios manda, guapetón!!!
Besos!
Luego... si estás disfrutando de mi foto del pantano... teniendo en cuenta que me robaron el portátil el año pasado... uhm, el ladrón eres tú! Porque yo esa foto ya he dicho en innumerables ocasiones que no la tengo...
EliminarBicos Ricos
Pues a mi me robaron durante un fin de semana que estuve en Madrid, pero bueno, carteristas los hay en todos lados y la cuestión es estar atentísimo.
ResponderEliminarSalu2.
Hombre, a mi en casa, pero lo que es por la calle nunca, no sé si que lo de ser fuertecito invita a que no roben, o que realmente voy atento a casi todo... aún así, podrían despistarme de una u otra forma, supongo.
EliminarBicos Ricos
Robarme no me han robado nunca pero sí una vez en el metro de Madrid me quiso robar un niño magrebí (lo pillé palpándome los bolsillos por fuera) y le dije que o se alejaba de mí o del hostión que se llevaba aparecía en Saturno. Y me hizo caso. Yo también soy muy desconfiado y tengo mucho cuidado con mis cosas.
ResponderEliminarBesotes.
Estos críos... yo cada vez soy más desconfiado, y me hacen perder energías, créeme.
EliminarBicos Ricos
A mi directamente no, porque por lo general soy bastante observador y me fijo en todo, e imagino que esta gente va más bien detrás de los que parecen más despistados o distraidos. Pero, en el coche me han entrado varias veces, una vez le robaron el bolso a una amiga (que estaba escondido debajo del asiento) y se llevaron dinero, una cámara de fotos y su móvil. La última vez, como ya nunca suelo dejar allí nada de valor (ni siquiera calderilla) pues me robaron la radio y aún sigo sin ella... No sé si ponerle una alarma al coche o comprarme un tanque...
ResponderEliminarSergio, a ti no porque no vienes a Madrid! imposible que te pillen en el metro! jajajaja Pero vamos, yo en el coche hasta ahora he tenido suerte de que jamás me han entrado... uhm, no, miento, entraron una vez y qué robaron? mi teléfono móvil hace mil años, un zapatófono, desde esa, mucho cuidado incluso con el coche.
EliminarBicos Ricos
WOw! Que feo! Yo si he sido testigo de varios robos, hay zonas de lima que no son muy seguras, afortunadamente mi tamaño y fuerza hace que los raterillos lo piensen dos veces. He visto a un tipo arrancar la cartera de una madre que llevaba a sus bebe en brazos! He visto también la técnica del cogoteo en plena calle, y he evitado un asalto en 3 ocasiones, a una señora viejita y a dos flacas muy buenotas.
ResponderEliminarSon increíbles, con qué facilidad se agarran a lo ajeno... Entonces... lo que saco yo en limpio de este comentario... es que estás fuerte... uhmmm brazacos?
EliminarBicos Ricos
Cari, que trabajo de auxiliar de seguridad en un prestigioso centro comercial (jejeje, vaya novedad) y ver hurtos lo tengo a la orden del día, lo cierto es que puedo contar historias a la cual más inverosímil, lo que pasa es que una claúsula de confidencialidad en mi contrato, con vigencia de 10 años desde el despido, o cese de la relación laboral, me obligan al silencio.... ¡Yo, exploto, que te digo que no aguanto diez años callando tantas anécdotas.... jejejeje!
ResponderEliminarClaro, qué te voy a contar a ti que tú no sepas, si lo habrás visto de todo casi todos los días. Aunque no sé si habrás visto más bien hurtos a la empresa en la que trabajas que raterillos de carteras, me equivoco?
EliminarBicos Ricos
mmmm dos veces en ciudad Trueno, la primera dinero, la segunda mi móvil, primera 2005 y luego 2007, desde entonces nunca más, espero que siga siendo así, salir de noche me produce mucho temor, que fortuna la tuya de manejar algunos de los rostros. Cariños Pimpf, vaya que escribiste "carterista" en este post jejejejej. Muackssss
ResponderEliminarCon lo patoso que eres tú. Pero yo no me imaginaba a Ciudad Trueno como un lugar inseguro. Yo normalmente en ciudades a las que voy por primera vez suelo estar muy atento a todo, y muy asustado, todo por aquella anécdota que conté en que me sacaron siendo jovencito una navaja.
EliminarBcios Ricos