El Reencuentro

No vayáis a pensar por el título del post que he tenido un reencuentro con D., nada más lejos de la realidad. El título se debe al libro que me he leído de Pedro Carrasco Garijo.

La novela es contada en dos tiempos, el regreso de Pedro, un guionista y escritor español que vive en Nueva York con su pareja a la que deja unos días para irse al pueblo de su infancia, un viaje para encontrar algunas respuestas importantes para su vida. El Reencuentro es un viaje no solo al interior de España, es un viaje en el tiempo, un recorrido por un pasado donde el protagonista, Pedro, Pedrito ha vivido de forma muy dura la aceptación de su sexualidad en un ambiente tosco, cerrado, rudo y arcaico a base de insultos, interrogantes y humillaciones en una España atrasada donde la homosexualidad es todavía un tema no solo tabú, es un arma arrojadiza. Fruto de estas preguntas que a día de hoy se hace Pedro, tras una huída hacia adelante en su adolescencia está el recibimiento que le dará su padre, y su gran pregunta ¿Por qué le odia?

Pese a ser una idea sugerente, el libro, que es muy chiquitito podría haber dado más de si. Resulta cargante en muchas de sus páginas, las continuas "meteduras de pata" de Pedrito, los continuos desaires, el tono paleto con que se muestra el pueblo, unos personajes que te los imaginas hablando como auténticos garrulos. Quizá haya sido muy crítico con el libro, pero me ha costado leerlo perdido en ocasiones con diálogos totalmente inútiles.

A lo mejor he sido crítico con el libro por no haber vivido casi nada de eso, o por lo menos no de una forma tan machacona, quizá es que he vivido en otra época distinta a la de Pedrito, y mi pueblo, pese a ser de provincias no era tan pequeño como para tener una sola tienda. He visto la crudeza de los chicos en el colegio, los desaires de la gente hacia los homosexuales claramente identificados, he visto los avances, y al igual que el protagonista me he ido a una ciudad lejos de mi lugar de infancia. No he buscado jamás respuestas a cosas que siempre me he imaginado o he sabido, quizá haya tenido la suerte de vivir en otra época, una época donde todos estamos más informados, donde los homosexuales han ido ganando derechos a base de esfuerzos, esfuerzos que ahora apenas apreciamos en los gais de otras épocas. Esperemos que no nos lo arrebaten jamás y que no hayan más Pedritos.

Bicos ricos