miércoles, 28 de marzo de 2012

Dejadme la esperanza

Hoy se celebra el 70 aniversario de la muerte del gran poeta de Orihuela, Miguel Hernández. Yo le he rendido mi homenaje, a mi forma, yendo al teatro a ver la obra Miguel Hernández, de la compañía Teatro Meridional, en la sala Cuarta Pared, en el barrio de Embajadores, una obra que estuvo en cartel los pasados días 23 y 24.

A Miguel Hernández le visitan sus propios fantasmas en las últimas horas de vida en la prisión de Alicante donde fallecería un 28 de marzo de 1942, a la prematura edad de 31 años. Los fantasmas que se le aparecen son el de su esposa, Josefina que guardará su legado y sacará adelante a su único descendiente; su amigo de infancia José Marín "Ramón Sijé" al que en su día había dedicado una preciosa elegía a su muerte, Pablo Neruda por el que Hernández había sentido gran admiración como poeta y finalmente, una mujer de la cual no se desvela su identidad en toda la obra, con quién el poeta mantiene una apasionada relación, supuestamente la artista Maruja Mallo.

Miguel Hernández repasa y recompone de esta forma la vida del oriolano más internacional, desde su juventud como cabrero en el campo dónde escribía sus poemas a lápiz y dónde conoce a Ramón Sijé, el cortejo a la que terminaría siendo su esposa, Josefina Manresa en una tirante relación amor-odio que terminará por darles dos hijos y un matrimonio primero civil y finalmente, cuando el poeta está ya enfermo, por la iglesia en la enfermería de la prisión. Su primera visita a Madrid donde pasa hambre y vuelve con sus zapatillas gastadas de tanto caminar, la publicación de sus primeras obras en Orihuela en alguna revista local, su segundo viaje a Madrid decidido a comerse el mundo dónde conoce a Pablo Neruda y a Maruja Mallo con la que mantiene una relación más allá de lo profesional y cultural. El estallido del alzamiento militar que deriva en una Guerra Civil que hará cambiar el pensamiento de Hernández, desde una poesía más clásica hasta una obra mucho más comprometida y reivindicativa, y entre medias, las dualidades, entre una mujer y la otra, entre una poesía y la otra, entre unas decisiones y las otras. ¿Quedarse? ¿Conformarse? ¿Avanzar? Siembra dudas razonables sobre la vida, el amor o la misma muerte.

El montaje de la obra es impecable. Un escenario vacío y poco más que unas maletas raídas por el paso del tiempo y la libreta dónde Hernández escribe sus poemas. Cinco maravillosos y entregados actores que dan vida a unos personajes a los que, curiosamente sacan cierto parecido. Una forma, la de presentar los fantasmas de vivos y muertos, muy original para hilvanar la corta pero intensa vida del poeta, resaltando aquellos momentos más interesantes de la vida de Hernández y todo ello aderezado con su genial poesía. ¿Se puede pedir más? Drama y comedia, todo en uno, y una obra que no deja indiferente a ningún espectador. El sentimiento al finalizar la obra es de cierta congoja, y no lo digo yo, lo intuyo cuando al encender las luces del teatro se escucha a muchos de los espectadores moquear.

Y para muestra os dejo un fragmento de la obra que he encontrado en el Youtube, en una de sus representaciones en Ourense, en el 2010.



PD.: Con esto, aprovecho también a hacer un pequeño homenaje al día internacional del teatro, que se me ha pasado totalmente.

6 comentarios:

  1. Estás de un cultureta ultimamente!! jeje eso es bueno, hay que fomentar a nuestros escritores, fotógrafos, autores... etc!!

    Un abrazo
    destroy114

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    1. Y ya con esta obra de teatro creo que he terminado con los post culturales del mes, aunque siempre puede salir por ahí alguna reseña de algún libro, no te creas, ser gafapasta es infinito.

      bicos Ricos

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  2. Que cultureta te nos estás poniendo... eso está bien.

    Un abrazo niño !!.

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  3. Pimpfillo cada día más culturera, de sopetón pasamos de las cajeras choni a post tan culturales jajaja, pero me gusta este Pimpf, porque demuestra que eres "el paquete completo" jajajajaja. Yo me enteré de casualidad en el cole del día del teatro, no me dio oportunidad de hacer algo al respecto. Cariños Pimpfillo.

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  4. Cuando pasaba por motivos laborales a aquella prisión donde estuvo encerrado Miguel Hernández, aquellos ladrillos me renacían el recuerdo de aquel Gran Poeta cuyas palabras todavía resuenan en sus muros y en la localidad.
    Me emociono cada vez que resuela la elegía a Ramón Sijé... es una obra inmesamente bella. De lo mejor de la literatura castellana, a mi gusto y a mis sentimientos.
    Bonito Panel.

    Besos, Pimfito!

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  5. Poesía, teatro y reivindicación, todo en uno. La mejor combinación para seducir al espectador. Estás más allá del espíritu gafapasta Pimpfito. Besote.

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