A todo cerdo le llega su San Martín

En mi tierra tenemos un dicho que reza como el título, aunque en galego a nosotros nos suena mejor, "a todo porquiño lle chega o seu San Martiño". Parece que el refrán está de moda estos días, habrá justicia para todos.

Si hace unos meses, aquellas personas que todavía creíamos en la justicia nos llevábamos las manos a la cabeza al conocer la sentencia del Tribunal Supremo sobre las escuchas ilegales que dicho tribunal entiende que realizó el juez Baltasar Garzón y que lo inhabilitaban 11 años en su cargo como juez de la Audiencia Nacional y lo exculpaban de cualquier responsabilidad en unos supuestos cobros ilegales por dar unos cursos en una universidad norteamericana, ahora va y aparece una denuncia hacia el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial acusándolo de malversación de fondos públicos por pagarse algunas estancias de lujo en la Costa del Sol.

Cuando en la justicia priman principios que a muchos de nosotros se nos escapan al entendimiento, cuando se aprovecha cualquier cuestión para degollar a tu rival-compañero juez, cuando las tramas políticas ensombrecen el papel real de la justicia debes saber que desde el momento que dices que la justicia es igual para todos, a ti también te va a tocar cumplir con ella, y si  por cualquier razón no has cumplido, también te llegará tu San Martín. Así le ha ocurrido al señor Divar, presidente del Tribunal Supremo que lejos de apoyar a Garzón en su sentencia de inhabilitación, que públicamente lamentaba, se vanaglorió de  los valores de la justicia a la vez que celebraba tal sentencia en su fuero interno. Ahora, Intereconomía, ese canal repugnantemente ultraderechista se lamenta de "venganzas políticas". Claro, el juego es igual para todos, y mientras se haga justicia, los españoles encantados.

El señor Divar hizo varios viajes privados a la Costa del Sol sobre los que supuestamente cargó alojamiento, manutención y gastos protocolarios a los fondos públicos. Divar dice que esas cantidades son auténticas miserias, y yo no entro a valorar si lo que gasta en dietas es mucho o es poco, me limito a pensar que los gastos de viajes personales se los tiene que pagar uno del bolsillo y no echarle tremenda jeta. Cerca de 6.000 euros en cinco viajes, a mi no me parece mucho, a alguna gente sin recurso alguno le parecerá una burrada de dinero. No está mal, pero son gastos personales de viajes personales para supuestas juergas en la Costa del Sol, o mismo para visitar a familiares, me la trae muy floja. A mi no hay partida presupuestaria que me cubra mis visitas a Galicia, a ver a mi familia, por no haber, no hay ni un mísero descuento en el AVE. Bueno, por no haber los gallegos no tenemos ni AVE, ni descuentos en un mísero autobús maloliente. Ahora todo está en manos de la Fiscalía. Y a esperar a que se haga justicia, por que ¿se hará justicia, no?, joder, y mientras, Urdangarín y su compañero de corruptelas van y dicen que lo sienten mucho, y asunto arreglado. Que mecanismos más sencillos tiene la justicia española. Por un momento pensé que hoy me iba a salir un post político, de esos que no me gusta hacer en este blog, como tampoco me gusta hacerlos de mi vida privada, menos mal que he terminado hablando de esas costumbres ancestrales que tenemos los gallegos del transporte público a Galicia.

Bicos Ricos