La semana del aniversario del blog ha sido bastante movida en Villa Gordi, que así vamos a llamar al piso que comparto en el centro de Madrid con Gordi y La Niña. Aunque ¿deberíamos seguir llamándolo Villa Gordi o cada vez más Villa Niña? Ni una cosa ni la otra, el rey de la cocina sigo siendo yo, pero La Niña ha mostrado ya tras casi medio año con nosotros sus rarezas, y es rara de cojones, digo yo, ¿no?
A mi no me gusta hablar en este blog ni de mi vida privada ni de política, sin embargo de la vida de mis compañeros de piso no me importa hacerlo, ya lo sabéis. Pues bien, La Niña sigue cocinando con su mini sartén, su olla con tapa a juego, sus cubiertos Disney, su cuchara de remover fucsia, su esponja para lavar los utensilios de cocina que después guarda en su habitación y su alimentación basada en queso, queso y queso. Pero a mi esto me da igual, y supongo que a vosotros más.
Tras el calentón que tuvo La Niña cuando se atascó la lavadora, en esta ocasión le ha tocado al módem aunque días antes había habido ya un calentón con la chica. Pero hay luchas internas de las que yo, siempre en mi mundo no me entero, y sigo viendo a Gordi asustado, cohibido, malhumorado, indignado. Lo noto raro. Pobre, con lo feliz que él era en su mundo de ensueño futbolístico y sofá, hasta que llegó La Niña, con sus rarezas. Entre ellas, destaca que es friolera, dice, y estudia siempre con un collarín y una bolsa de agua para calentar los pies, eso, y la calefacción a todo trapo, que el pobre Gordi me preguntó hace unos días, mientras sudábamos en camiseta, si yo tenía frío. Tras su pregunta retórica dejó escapar el comentario "Es que La Niña, siempre que viene a la cocina pone la calefacción casi al máximo, que cualquier día revienta la caldera, y yo no veo que este año esté haciendo tanto frío". Tendrá frío, Gordi, siempre hay que controlar un poco el consumo, ya no solo por la factura, por el uso energético o evitar pérdidas de energía innecesarias. Y siempre podemos cerrar nuestros radiadores al gusto. Si es que hay soluciones intermedias siempre, todo es hablarlo, y si hay que hablar las cosas, para eso tenemos a La Niña, gran oradora.
Pues bien, la semana pasada llegué a casa y la conexión a internet daba un problema, que no conectaba, vamos, que la ADSL no iba ni de coña. Así que, seguí los pasos básicos, reiniciar el ordenador y buscar la solución de problemas de conexión de Windows, apagar el módem y volverlo a encender, y comprobar que todos los cables estaban conectados. Finalmente, como los pasos uno, dos, tres y cuatro no dieron resultado, realicé el último y normalmente definitivo, darle un golpe al ordenador. Pero todo fue infructuoso. Yo, como realquilado fui a junto Gordi, que es el que lleva el peso del piso y el que se encarga del mantenimiento en general. Le comenté qué pasaba con la conexión a internet. Se puso en plan técnico asustado, apagó y encendió el módem, revisó los cables otra vez y solo le faltó el toque de gracia. Le recomendé que llamase a la compañía telefónica, pues todo me parecía estar correcto y muchas veces las averías vienen de fuera. Gordi llamó sin perder un segundo, y un teleoperador sudamericano le dijo que estaban trabajando en arreglar la incidencia.
Llegó La Niña, ya de mal humor (para variar), comentándonos que no había internet, que a ver qué hacía, qué cómo estudiaba, habrá que hacer algo, ¿no? Gordi no dudó en ponerle en conocimiento que ya había llamado al servicio técnico. Y La Niña se fue a su habitación, a seguir estudiando en alto, repitiendo todo lo que lee, para que la escuchemos bien. No tardó ni cinco minutos cuando apareció en el marco de mi puerta, con una mano apoyada en el mismo y la otra en su cadera. Que seguimos sin internet, que algo habrá qué hacer ¿no? Intenté decirle que el módem funcionaba correctamente, que lo más probable era que se tratase de una avería de la compañía telefónica, y que en cuanto solucionasen eso, tendríamos conexión a internet. Pues algo habrá que hacer ¿digo yo, no? A lo mejor hay que cambiar el módem ¿digo yo, no? Es cansina la niña, es doña perfección, así y ahora, y tampoco es que atienda mucho a razones. Yo, con mi carácter tranquilo, e intentando que Gordi no se cagase por los pantalones le dije que eso ya lo habíamos hecho. Me callé aquello de que podíamos ir a buscarlo directamente al almacén de módems, porque ya le había mentido lo suficiente.
Pues la avería tardó tres horas, mientras la niña fue a estudiar a la biblioteca, sufriendo, supongo por no poder estudiar leyendo en alto. La conexión vino igual que se fue, sin avisar. Gordi me había preparado una nota con el número de referencia de la incidencia, y un teléfono al que llamar en el caso de que La Niña se pusiese nerviosa y se fue a dar un paseo, a tranquilizarse.
Menos mal que no decidimos cambiar el módem, estaríamos a día de hoy todavía sin internet. Si es que tantas prisas... nena...
Madre de dios con la niña, se está volviendo insoportable...
ResponderEliminar... Lo del módem me partió de risa, coño si la niña no tiene internet que se compre un modem USB.
Un abrazo chiquitín !!.
Creo que la niña era insoportable ya de serie. Su madre, cuando la dejó aquí dijo que la cuidásemos, que era especial. Joder si es especial. Qué carácter, madre!
EliminarBicos Ricos
Yo no valgo para tener un compañero de piso, soy muy maniático, el último que estuvo compartiendo piso conmigo duró 4 meses de lo agobiado que estaba.
ResponderEliminarNo tiene motivos para quejarse del ADSL porque no es ella el que lo paga ¿o si?.
Salu2.
Yo si, aunque hago mi vida totalmente por separado, soy muy poco de integrarme. Pero vamos, lo de la ADSL no sé hasta qué punto, se supone que va incluida en el precio de la habitación, internet, luz, agua.... pero aunque falle, no sé, la vida no es perfecta, no le vas a reclamar a tu compañero la parte proporcional de internet que no utilizas cuándo hay una avería... vamos...
EliminarBicos ricos
Llevo tres años viviendo solo y ha sido la mejor inversión de mi vida. Entre que yo soy maniático y que no he acertado con mis compañeros/as de piso...
ResponderEliminarLa vida en común es más entretenida, pero ya se sabe, uno ya no está para soportar memeces del tipo " quiero estudiar, jopetas, arréglame el módem". No hay edad para eso, es que no la hay. Besotes.
ResponderEliminarNo aguantaria compñaero de piso, me gusta mi prvacidad
ResponderEliminarFeliz aniversario, no te salude antes sorry
La verdad es que cuando interet falla, lo digo por experiencia propia, casi siempre suele ser problema del proveedor, es decir, un problema externo, pero... ¿por qué siempre nos ponemos tan nerviosos? jejeje Yo creo que sabernos sin internet, es como sabernos aislados del mundo, en una especie de "arresto domiciliario"
ResponderEliminar