Me váis a perdonar que por segundo día consecutivo haga un post que roza lo político, aunque bien sabéis que yo de política no suelo hablar en este blog, mucho menos de mi vida privada. Vamos, ninguna novedad de este 2013. El de ayer era un post sobre sanidad y el gasto público, el de hoy será sobre jubilaciones, sobre las jubilaciones de personajes que deberían estar jubilados del mundo de la política, o algo así. En cualquier caso el post os servirá si intentáis aprobar una oposición en España.
En España hay un puestazo, el de defensor del pueblo. El defensor del pueblo se crea en la Constitución de 1978, aparece mencionado en el artículo 54, y dice que su regulación se hará como Ley Orgánica, es el alto comisionado de las Cortes para la defensa de los derechos del Título I de la Constitución, léase derecho a la vivienda, nacionalidad, libertades públicas, derecho a sindicarse, a la huelga, derecho a la sanidad, de los consumidores, educación y un largo etcétera de derechos que los españoles venimos disfrutando (como así debiera haber sido siempre). El defensor del pueblo lo eligen las Cortes por un período de 5 años, tras votación en el pleno por mayoría de 3/5 en el Congreso y en el Senado, y en caso de no haber acuerdo, con una mayoría de 3/5 en el Congreso y simple en el Senado. Pero esto es algo anecdótico en este caso, porque ya tenemos defensor del pueblo elegido desde hace un tiempo. Puede ser defensor del pueblo cualquier español mayor de edad en pleno disfrute de sus derechos políticos y civiles, vamos, que no te piden ni tener educación primaria. Lo importante del defenxor del pueblo es lo que conlleva el cargo, no recibe mandato imperativo alguno, ni órdenes de nadie y desempeña sus funciones con autonomía y siguiendo su criterio, no puede ser detenido, multado, juzgado o investigado por sus opiniones o actos que realice en ejercicio de sus competencias. Su cargo es incompatible con cualquier mandato representativo, cargo político o actividad de propaganda política, con la afiliación a cualquier partido político o desempeño de funciones directivas en partido, fundación, asociación o sindicato. Vamos, que es un personaje etéreo, que aunque nombrado por unos debe ser fiel a su cargo y dejarse de otras milongas, y a ley solo le falta decir que no puede ser de ningún equipo de fútbol.
Pues a lo que vamos, que me liais con este gafapastismo y con legalismos. Que tenemos una defensora del pueblo que ha defendido al señor Güemes, el famoso del post de ayer que había privatizado las analíticas en la sanidad madrileña adjudicándoselas a una empresa que dos años después lo contrató como consejero. La señora Soledad Becerril, veterana política del Partido Popular, diputada durante muchos años y exalcaldesa de Sevilla en su cargo de defensora aprovecha para defender a un compañero de partido, que no sabemos bien si lo que ha defendido es el derecho al honor de este impresentable, o si ha defendido el derecho a la sanidad de los españoles, o qué coño ha defendido. Pero me parece una vez más algo feo. Qué seguramente no haya nada extraño en esta defensa, que forma parte de las dedicaciones de su cargo, si tampoco quiero ser más papista que el papa, pero parece escandaloso que en la defensa de los derechos de los españoles la defensora del pueblo no se haya postulado en ningún momento en contra de las medidas adoptadas por el gobierno del Partido Popular. No hace mucho opinaba también sobre Sánchez Gordillo, el diputado de IU en Andalucía y alcalde de Marinaleda por su robo a los supermercados, acusándolo de robo con violencia especialmente hacia las mujeres. Que vaya usted a saber si lo es, pero yo esto no lo veo claro, ya os lo digo.
Yo creo una vez más que un puestazo como este, que dura cinco años, cobrando un pastón es para hacerlo bien, por lo único del mismo, porque lo que no está bien es desvirtuar con declaraciones partidistas una institución que está ahí para defender los derechos de los españoles, y no los del Partido Popular. Claro que en su momento alguien dijo que el Partido Popular era el partido de los trabajadores, el partido del pueblo, por lo tanto, y por asociación, tampoco es de extrañar que el Defensor del Pueblo sea también el Defensor del Partido Popular, claro, ¿Acaso el Partido Popular no es más de España que nadie? Pues una vez más, ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Por cierto, ¿una defensora del pueblo marquesa? Qué cosas tiene la política. El caso es que no estaría de más que Soledad Becerril cesase en su cargo, por no saber compatibilizarlo con su actividad política, vamos, que yo desde aquí también pido su jubilación anticipada.
Ya está muy gastada esta señora... ¡que se jubile!.
ResponderEliminarUn abrazo chiquitín !!.
pero y la oposición que dice, es que esta esta ahi anclada, y nadie hace nada,
ResponderEliminarEsa anciana debía jubilarse.
ResponderEliminarSalu2.
Dios que hombre, que no habla de su vida privada y demás. !!!
ResponderEliminarUn abrazoo
POr cierto, paso a invitarte a mi blog,q dejé algo para tip (:
En la historia de ESPAÑA el único DEFENSOR DEL PUEBLO honesto de verdad que ha habio, aunque sea autonómico, ha sido y será EL JUSTICIA MAYOR DE ARAGÓN que se dejó ejecutar por FELIPE II cuando declaró injusto que el rey quisiera ejecutar a su secretario ANTONIO PÉREZ al que había acogido de las iras del monarca.
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