Os había hablado de un post que gustaría a algunos blogueros, por ejemplo a Thiago, al que ahora podéis disfrutar más en Instagram que en la blogosfera, un post sobre mi Angelines, de la que he vuelto a tener noticias. ¡Vaya que si las he tenido!
En uno de estos días grises, lluviosos, con frío y viento, lo mejor para subirte el ánimo, es que tu madre te cuente un cotilleo de pueblo, pero no un cotilleo cualquiera, un cotilleo sobre tu ex, tu ex chica. Un simple ¿Sabes quién se casa? Y tú, que no lo sabes, te anticipas y le das la respuesta. Angelines. No deja de ser una noticia fuerte, yo ya no os digo un mazazo, pero la noticia es fuerte, y luego te la van ampliando con detalles. Bueno, la boda no ha sido una boda por todo lo alto, ya os lo digo, aunque a efectos de este post es un dato meramente anecdótico, en un restaurante céntrico del pueblo, una boda celebrada por un juez que se desplazó al restaurante mismo, en algo sin demasiadas florituras, el traje de novia, bueno, el traje de novia especial y no un traje cualquiera, rojo e incluso a estas alturas podría contar algo sobre el menú, pero sería otro dato irrelevante. Lo importante del post es el momento en que te dan la noticia, dónde lo primero que haces es analizar cómo te sienta ¿un duro golpe? ¿Te alegras? ¿Te echas a llorar en la intimidad? Te haces muchas preguntas y las respondes casi al instante con un simple "bueno, ley de vida".
No voy a negar que cuándo me enteré de que iba a ser madre sí fue un golpe, no lo pasé nada bien, te hace replantearte un montón de cosas. Ambos queríamos ser padres, no muy tarde aunque la situación no nos acompañase ni económicamente, ni anímicamente, era un deseo compartido, una posibilidad futura de la que habíamos hablado y ella la estaba haciendo realidad con una persona que conoció cuándo estaba saliendo contigo, un pequeño retoño al que encima puso por nombre Pimpficín. Ahora con lo de la boda ya no. Uno está curado de espanto. Entendí que si se casaba, además de por amor era por poner en una situación más cómoda a su crío en el caso de que pasase cualquier cosa. Entendí que había pasado ya tanto tiempo entre lo nuestro que ahora una noticia así apenas me afectaba, en cualquier momento iba a ocurrir, más tarde o más temprano. La llama que en su momento hubo ha perdido todo el gas posible, la ilusión de antaño desapareció, el cariño, los buenos y malos momentos, todo se ha quedado en algo muy pasado. No, no me ha afectado. ¡La muy hija de puta! Humor aparte, yo tampoco es que le vaya a desear lo mejor, ni lo peor, creo que no le debo desear nada, ni bueno ni malo, o en tal caso, desearle que sea feliz.
Claro que, en los pueblos las noticias corren como mechas de explosivos y esa no fue la única noticia que tuve sobre ella. Ya en nochevieja, alguien me dijo "sé un cotilleo, ¿sabes sobre quién?". Al momento le dije "Angelines". Así era, pero no era el mismo cotilleo, en esta ocasión me estaban contando que está nuevamente embarazada. Pronto volví a darle vueltas a la cabeza, en cuestión de segundos, ¿otro duro golpe? ¿Te alegras? ¿Te echas a llorar en la intimidad? Y tuve otra vez una respuesta instantánea, y muy gallega, un simple "bueno carallo bueno". Efectivamente, no me desapareció la sonrisa que tenía en toda la noche, creo que ni me inmuté, no hubo ataque de pánico. Al llegar a casa, sí le di alguna vuelta mental al asunto. ¿Y si hubiese seguido con ella? Bueno, ahora estaría empeñado hasta las orejas, con un crío y otro en camino, y quién sabe si en mente alguno más. Comprendí que aunque eso fuese algo que siempre me había hecho ilusión, todavía no tengo el suficiente sentido común ni de la responsabilidad como para ser padre. Me entró el miedo y finalmente, respiré aliviado. ¡De la que te has librado!
Hombre, dicho así parece que te escuece un poquito te Angelines se haya casado y tenga dos retoños.
ResponderEliminarPero bueno, la cuestión es alegrarse de esa persona.
Un abrazo !!.
Puede parecerlo, pero realmente no escuece, ni frío ni calor. Y pensaba que me afectaría algo, quizá esa sea la noticia.
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Mi ex será mamá en dos meses, me reconozco en ti...One more time.... Y sí, es muy extraño. Besotes.
ResponderEliminarEs una sensación extraña, si, difícil de explicar, quizá porque remueve cosas de dentro y del pasado.
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Más que un ataque de pánico, yo creo que lo que has tenido ha sido un ataque de morriña.
ResponderEliminarEjerciendo de psicólogo barato, me atrevería a decir que más que por Angelines en sí, tus sentimientos añoran todo lo que rodeaba la época en la que estuvisteis juntos: la vida en tu pueblo, de hetero practicante, la falta de preocupaciones, los planes de futuro...
Por lo menos eso es lo que me pasa a mí cuando alguien me da noticias de ese estilo relacionadas con mi pasado. Me alegro un montón por la persona en cuestión pero siento nostalgia del tiempo pasado.
Supongo que es lo normal.
Un beso!!
Y tan barato. Bueno, aquella época estuvo bien y yo era feliz, cuando todo iba bien pero no sé, la vida en el pueblo la añoro cada día, la época de hetero nunca la tuve siempre he tenido recuerdos bipolares, y si, lo que realmente preocupan son los planes de futuro, más que nada, porque a estas alturas de la vida todavía no los hay.
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A mi me pasó con mi primer novio. Después de aňos sin tener ningún contacto, un buen día me llegó un correo suyo contándome que se había casado ( con una chica) y que había sido padre, foto de la niňa incluida. Aquello me descolocó tanto, me dejó tan flipado, y me refiero tanto a la historia en sí, como al hecho de que quisiera comunicármelo, que a penas dejó sitio a ningún otro sentimiento. Ni llegué a contestarle siquiera
ResponderEliminarUn saludo
Bueno, lo tuyo sí es para un post muy morboso, jejeje, que no entiendo qué hace enviándote ese correo, aunque eso depende de cómo haya sido después vuestra relación. Yo, por lo que sé, a Billy no le gusta nada que le hable de estas cosas...
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