miércoles, 16 de enero de 2013

Yo me lo guiso, yo me lo como

Yo me lo guiso y yo me lo como, ellos ponen la salsa y vosotros pagáis la comilona. Ha sido la noticia de la semana pasada, el caso Güemes y es todo muy sencillo, yo os lo explico.
 
Vosotros votáis al PP, el ministro Rato, por aquel entonces ficha a un joven licenciado en ciencias económicas y empresariales como asesor, la puerta de entrada a un futuro prometedor, y como todos sabemos, todo lo que toca el ex ministro (el mejor ministro de economía de la democracia según sus cercanos) se tuerce, y termina siendo un escándalo, así terminó ocurriendo con el señor Güemes. Sale elegido como diputado por la Asamblea de Madrid y pronto ocupa el cargo de Consejero de la Comunidad de Madrid, en sanidad en concreto. Este joven prometedor está casado con Andrea Fabra, aquella que todos recordaréis por el famoso "Qué se jodan" cuándo se aprobaba un paquete de medidas austeras por parte del gobierno. Gëmes es por lo tanto yerno de Carlos Fabra, también conocido por el aeropuerto que ha construido con dinero público en el que jamás ha aterrizado un avión. Ahora, tras estos datos anecdóticos vamos al grano, a lo importante, al pelotazo.
 
Güemes, un joven guapo con pinta de pepero recalcitrante, de los que ya los ves venir de lejos, como Consejero de Sanidad decide privatizar el servicio de análisis de los centros médicos de la Comunidad de Madrid, y la adjudicación de este contrato recae en la empresa Unilabs. Hasta aquí nada extraño. Permanece en el puesto hasta el año 2010. Pasan dos años y la empresa Unilabs decide contratarlo como Consejero, para cobrar un pastón, ya me entendéis. Y con ello llegó el escándalo. El viernes pasado, la cadena Ser destapaba la maniobra habilidosa de Güemes, él decide privatizar el servicio, decide dar el concurso a Unilabs, y Unilabs se lo agradece.
 
Así en frío, e inicialmente no hay ilegalidad en todo este asunto, y tampoco me he parado a ver las leyes, pero éticamente es algo muy feo, y políticamente algo incorrecto, claro que en política, según lo que estamos viendo, todo vale. Pues ayer saltaba la noticia nuevamente. Güemes comparecía ante la prensa para anunciar que renunciaba a su cargo en Unilabs, y que abandonaba el mundo de la sanidad, un sector en el que nunca fue un hacha, pero que sí aprovechó para meter el hachazo. Nos ha jodido el señor Güemes, y más con la que está cayendo en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de Madrid, por unos y otros motivos. Dimitir está muy bien, aunque todos hayamos visto la jugada, aunque quizá sea legal, e incluso disipa un poco cualquier opinión negativa sobre tu partido político, lo maquilla muy bien. Pero como decía un amigo mío ¿Y los millones? ¿Dónde están los millones? Pues aunque se los haya ganado él mismo como consejero, su puesto no se lo habrían dado si no hubiese hecho la jugada maestra. Se ha generado ahí un pastizal que Unilabs le ha pagado y que estaría muy bien, y mucho más ético todavía que la dimisión si él devolviese. Claro que a estas alturas de la película, hasta la dimisión está con toda probabilidad amortizada. Que aunque parezcamos tontos, tontos no somos, no lo somos hasta que tenemos que volver a votar, y en momentos así surje la famosa frase "todos los políticos son iguales" y yo vuelvo a decir, si, ¿y los millones? ¿Dónde están los millones?
 
No, si al final va a ser cierto eso que dicen que Dimitir no es un nombre ruso. Solo quisiera saber, aparte del efecto maquillador ¿Por qué dimitir si todo es correcto?

5 comentarios:

  1. ¿Y luego que esperabas? ¿Acazo Aznar no privatizó Endesa y desde hace unos añitos es consejero?.

    Desde luego, cada día la política da más asco.

    Un abrazo chiquitín !!.

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  2. Es lo malo de la política: "Tu me privatizas esto y mas adelante te doy un cargo importante".

    Salu2.

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  3. Pues aquí con las leyes se hacen cosas desastrosas! Que si no es legal, lo hacen legal luego, que para eso esta el congreso! Para legalizar lo ilegal! Y ponernos a todos de cabeza!!

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  4. El tipo es guapo y un sinverguenza... ero como decimos por acá... La culpa no es de indio sí no del que lo hace compadre.

    Por otro lado el Señor de las cuentas en Suiza ese sí que no tiene verguenza.

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  5. Es verdad, como dices, la pinta de gupo no quita que sea un sinvergüenza aprovechado de pelotazos, en este caso no inmobiliarios, sino analíticos... además de guapo, está desaprovechado ¡Mira que casarse con la otra "famosa" Andrea Fabra, la "hija de su madre" que gritó "¡Qué se jodan!" cuando el PP aprobó la reforma laboral... Yo si que la jodía a ella ¡jodiéndome al marido, jejeje!

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