Cargado de ilusión

Os comentaba hace algo más de un año como fue mi entrada en la política local y el columpio que supuso también alcanzar el nivel provincial y autonómico. En aquel post que titulaba "Finde Político" mencionaba que uno de los motivos que me mantenían en política tan contento no era más que R., un joven opositor a bombero con el que coincidía en las duchas del gimnasio.

Por otra parte, os dije que este fin de semana volvía a Galicia a un asunto también relacionado con la política, la presentación de la candidatura en la que estoy incluido. No os voy a dar la paliza en este post sobre el acto y el movimiento que tuvimos el fin de semana, que ha sido, el primero muy grato, y el segundo muy activo. Y no lo voy a hacer porque ya sabeis que yo en este blog no hablo ni de política ni de mi vida privada, más que nada porque no me gusta hacerlo y porque tampoco os interesa. Pero lo que si tengo que contar es parte de ese acto esa pequeña parte relacionada con jóvenes opositores a bomberos, que sé que la carnaza os gusta mucho más.

Ante un salón lleno hasta la bandera, los candidatos entramos entre los aplausos del respetable y nos sentamos en una especie de entarimado frente a esos fans incondicionales que sembramos en el pueblo. Después de nosotros, entraron algunas de las autoridades que iban a participar en el acto y finalmente, algún que otro ex alcalde nuestro y algunos representantes de las candidaturas de los dos pueblos vecinos, con los que siempre hemos tenido una relación de colaboración mutua. Ahí se sentó, a un metro y medio de distancia, R., ese joven de la agrupación vecina que no está bueno, lo siguiente. Casi podía alcanzarle con un pie. Así me pasé gran parte del acto con una sonrisa de oreja a oreja, que algún otro malpensado podría pensar que había consumido algún tipo de alcaloide blanquecino en polvo estimulante del sistema nervioso. No se me escapaba detalle, cualquier comentario que éste le hacía al candidato de su pueblo, ahí estaba Pimpf con la antena puesta, cualquier movimiento de su mano, cualquier picor y Pimpf con el ojo y la sonrisa.

Llegó el momento de la presentación oficial ante los vecinos, se hacía una breve presentación de cada uno, ahí, ante los gritos de fans enfervorizadas de ¡Pimpfito Pimpfito Pimpfito! saludó Pimpf a las masas. Luego, otra vez a sentarse y alegrar la vista, la sonrisa había desaparecido ya, ahí fui consciente de que dicha sonrisa era más nerviosa que por lo que tenía delante. Y posterior al acto, un pequeño ágape para los presentes. El momento en que te enfrentas a tus fans en un cara a cara y entre croqueta y empanada, y un par de vinos vas soltando la lengua. No, no me atreví a charlar con R., soy tímido inicialmente, y hay gente con la que me cuesta avanzar un poco, R. es uno de ellos, que a mi los chicos guapos que van con el pecho depilado, siguen imponiéndome cierto respeto.

¿Seguís pensando que la política es aburrida y que los políticos son todos un asco? Creedme cuando os digo que los hay que valen muchísimo la pena. Yo, ya estoy esperando al siguiente acto importante en el que coincidiremos, cuento los días, hasta mi vuelta a Galicia, también por motivos políticos a primeros de mayo. Ni que decir tiene que, aparte de las ganas que teníamos todos, hemos salido de allí cargados de muchísima ilusión, y yo quizá más que nadie.