martes, 3 de mayo de 2011

Derbi en la disco

Con todo este jaleo que ha sido la semana santa, y los cuatro partidos seguidos, lo raro es que no tuviese alguna anécdota que contar. Esto ocurrió en el primero de los partidos, a mediados de abril, pero he querido esperar a este último partido en el que se dirime el último de estos partidos, antes de la Supercopa de España, no para hablar de fútbol, ni del Real Madrid y el Barcelona en si mismos. Así que aprovecho para contar como viví aquel primer partido, desde luego, de una forma poco o nada habitual.

Aquella tarde quedé con mi amigo Darío y su novia para ver el fútbol, un día en el que el viento hacía presagiar que, pocos días después caería un diluvio en la capital. Los tres somos del F.C. Barcelona,  y decidimos ver el partido cerca de la Puerta del Sol, en algún sitio en el que pudiésemos comer algo mientras, y es que ellos no son de salir mucho más allá que de la zona donde viven, cositas de catetos, supongo, y cuando quedamos fuera de su barrio ven las cosas como si estuviesen de excursión. En ese bar próximo a la Puerta del Sol disfrutamos, o más bien, nos aburrimos con la primera parte de ese encuentro que parecía indicar que todo acabaría en empate. Una ensalada, unas tempuras de verduras y unos huevos rotos que la chica y yo devoramos, mientras mi Darío con mal cuerpo veía con cara de pena como nos poníamos tibios. Pensé que visto lo visto, lo mejor sería ir para casa a terminar de ver el partido, pero mi Darío tenía ganas de más. Habíamos salido de aquel bar y teníamos que buscar otro sitio para verlo.

Los sábados, la mayoría de bares por esa zona son para ir a comer, y dejarte un pastón por cuatro tapas mal puestas, y ya con el estómago lleno decidimos entrar en cualquier bar, pero estaban todos llenísimos, y conseguir una mesa era tarea complicada, ver el partido de pie no era lo que más les apetecía y deambulamos, entre sus primeras quejas de que "no sé para que salimos del local ese, ahora no encontraremos ningún otro sitio para ver el partido", yo que me apaño en cualquier lado no tenía problema, y a punto estuve de decirles que, cada uno a su casa, cuando de repente un relaciones públicas de un local nos "invitó" a unos chupitos, y a cambio de unos mojitos a precio especial, podríamos ver el partido en una discoteca. Nos lo pensamos una milésima de segundo y les preguntamos si estaríamos con música o con sonido de ambiente futbolero, la respuesta fue la B, y decidimos quedarnos.

El local muy bien decorado, muy bonita la entrada y su planta baja, en la calle del Príncipe, en pleno centro de Madrid. Y allí, las camareras de detrás de la barra, con sus escotes y zapatillas de andar por casa, los chicos de la actuación en directo, que por lo que vimos era habitual, el dj tomándose un bocata y los porteros, grandes armarios empotrados que comían pipas y comentaban las jugadas por el pinganillo, radiando el partido a los porteros, y nadie más, solamente nosotros tres. Y allí nos pedimos dos daikiris y yo, un mojito, y nos sentamos en unas pequeñas butacas, en un ambiente de lo más familiar. Al fondo, una proyección en laser verde y en el centro, una gran pantalla en la pared donde vimos el partido.

El primer gol del partido lo metió el Barcelona, nosotros, culés comedidos celebramos internamente el gol y una y cada una de las jugadas, por no saber si estábamos en terreno hostil. Claro que ese primer gol lo celebraron también allí la mayoría de los trabajadores, entonces nos relajamos. Llegaron al rato varias chicas, chicas mayorcitas con escotes imposibles y vestidos cortísimos en tacones de aguja. No, no era un puticlub, por si lo pensábais, eran chicas de la casa que bailaban solas hasta el amanecer, vamos, clientas habituales que por unas copas te animan el local, poco más, y estas si eran más hooligans del Real Madrid, aunque auténticas gritonas y catetas futboleras. Y llegó el gol del Real Madrid, a poco del final, con la celebración también de la mayoría de trabajadores. Nos quedamos extrañados, buscando una cámara oculta.

Nos cobraron las copas, a un precio que no era el de la super oferta de la entrada, y ahí fue cuando mi Darío se puso un poco chulo y habló con el encargado, nos invitaron a la primera ronda y si queríamos una segunda, al precio normal. Así que, nos salieron las dos copas a 6 euros aproximadamente. Una ganga. Y fue después cuando preguntamos por qué celebraban ambos goles... ahí nos explicaron que, tenían una apuesta, se jugaban 500 euros por el empate entre Real Madrid y Barcelona. Y así fue, y así os lo he contado.

11 comentarios:

  1. Pues tu D. y tú tenéis en común lo mismo que mi novio y yo, que a vosotros os gusta el fútbol.... y ¡a nosotros nada! jejejeje, aunque no nos perdimos ni una procesión mientras el tiempo lo permitió, y el resto, o las vimos por la tele, o vimos a los cofrades llorar por la tele... y es que en este "panem et circensem" con que la tele nos "adormece" el que no se consuela es por que no quiere.... el caso es olvidar la crisis.... jejejeje... ¡Y ahora con lo de la muerte de BIN LADEN, ni te cuento!

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  2. Yo celebré el partido de la semana pasada con las niñas, que era el cumpleaños de Laura y bajamos al bar de abajo a cenar. Que guarros jugaron todos...

    Biquiños con mel.

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  3. Jajajajaja, divertido, yo hubiese pagado sin chistar, o tal vez sí, dependiendo. En una salida con M y varios colegas del trabajo nos terminaron cobrando mucho más y casi ni lo noto, M fue quien me advirtió. Ey, tu ya sabes, a mi el fútbol nada, sólo los mundiales hehehehe. Cariños sr.

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  4. Ja ja ja, pensé que le iban a los dos equipos, je je je. Yo le voy al Barcelona pero no dejo de sentir un poco de compasión que un grande como el Real sucumba tan fácilmente, sin brillo.

    Abrazos.

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  5. ¿Pero cuántas veces va a jugar el Barcelona contra el Madrid? Esto ya parece una guasa.

    besicos,

    Romek

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  6. Claro como Zapatero es del Barça todo el PSOE tiene que ser del barça, no? Anda que no se te nota la parcialidad, dices que las hooligans del Madrid eran gritonas y catetas. Vale que optaban por el empate, pero solo "catetizas" cuando son madridistas, jaaj

    Claro que con 4 partidos de M-B ya no me acuedo de cuál hablas, jaaj. Y hombre, por la zona de sol hay muchos bares para turistas pero según por que zona, pq por detrás del Palacio de la Espe, hay montones de bares de tapas baratos y con cosas grasientas y ricas: bravas, orejas, etc. jaja Bezos

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  7. Y tú blog no te la censuran con ese culo...? jaj

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  8. Observatorio... uhmmm, no, precisamente mi D. y yo eso es algo que no tenemos en común, él es alérgico al fútbol en general... solo creo recordar ver dos partidos con él..., Dario es otro...

    Charistian, luego... estuviste atento por primera vez al fútbol... bien.

    G-boy, pues, para los mundiales todavía nos queda, chuchi, con lo interesante que debe ser la liga chilena.

    Antony, pues, en este último partido se ha demostrado que de pobre nada, y que de sucumbir, tampoco, que si te descuidas te hacen un siete (que no un 7-0).

    Romek, no es por tocar las pelotas, pero en agosto, si todo sigue como ahora, jugarán otros dos partidos.

    Thiago, vamos, que se me ve el plumero barcelonista?? jajaja, vamos, pero si de fútbol en si mismo no he hablado, que solo de lo que yo veía en la retransmisión... vamos... si yo hablase de fútbol...

    Bicos Ricos

    PD.: Los culos creo que están permitidos... envías tú foto del tuyo? Es por comprobar si te censuran a ti en concreto...

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  9. Yo es que no entiendo porque hay que cambiarse de bar de una parte a otra del partido. Yo es que suelo quedarme en el mismo sitio, porque pa que. Y aquí en Madrid no hay ningún lugar hostil, tu puedes celebrar lo que quieras que no tendrás problemas.

    Besos

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  10. Por lo menos a mi nunca me cansó la historia de Guillerme, pero igual todo lo que escribes es interesante.

    Abrazos.

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  11. Ese partido fue el que no llegué a ver porque me apareció Alejandro por sorpresa en casa y... el resto es historia como ya conté ;)

    Un beso (culé)

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