Una Puesta a Punto

Creo que puedo afirmar que tras casi una semana desde que llegué a Madrid destrozado anímicamente y físicamente, ya estoy completamente recuperado. Solo me queda un pequeño detalle para estar al cien por cien, en lo que respecta a la tripa que he ganado a base de esa dieta diaria de empanada, de la que os digo ya que no me he privado de nada.

He vuelto a Madrid y he estado ya con mi gente de aquí, que ahora me ven con el aura de "ministro", y no seré yo quien les quite la ilusión, aunque ellos probablemente me hayan quitado el voto. Incluso ayer vi después de casi un mes a Minoviescu, y si, está guapo como siempre, y sigue fumando y escupiendo como hacía antes.

Sé que muchos llevais días preguntandoos si he visto a Guillermo. Pues tengo que deciros así de buenas a primeras que todavía no me he cruzado con él por el portal, ni he escuchado a su madre quejándose, y a él mismo insultando a su madre. Ahm, que eso no os lo había contado ¿no? Bueno, no me tomeis por una portera de barrio, que por el momento soy solo portera de este edificio, pero cuando salgo con mi ropa al tendedero, en el patio de luces se escucha de todo, y las discusiones más típicas suelen ser las de Guillermo y su madre. La madre es una chapas, se pasa todo el día llamándole la atención al chico porque no hace nada en su casa y que lo único que hace es fumar, él invierte ese tiempo en excusarse e insultar a su madre, a partes iguales. Yo no sé, pero voy a empezar a descartarlo, que a mi me gustan ordenaditos y responsables, como mi cari.

Y hablando de mi cari. También he visto a Fabián. Mi novio imaginario me echaba muchísimo de menos y he querido dedicarle gran parte de la semana. Ha llevado fatal lo de mi ausencia, o eso dice, y ni os cuento cuando le he dicho que la primera noche tras mi vuelta la pasaría con mi D., y ha puesto el grito en el cielo, me ha dicho que si lo ninguneaba, así que he tenido que pasar el resto de la semana con él. Qué difícil es tener dos novios, y atenderlos mínimamente bien.

Bicos Ricos