Agotado

¿A qué no sabeis de que va el post de hoy? Bueno, si, es de política, abiertamente, de lo cansado que estoy, no de la política en si, que cada día me gusta más, cansado de la campaña electoral, y ahora empiezo a entender por qué las campañas duran 15 días y es que rozan los límites para que un cuerpo y una mente aguanten, pero creo que más allá de esos quince días empiezan a ser ya contraproducentes. Llevo dormidas muy pocas horas, y recorrido el ayuntamiento de arriba a abajo, de abajo arriba y en diagonal varias veces. Es un pueblo chiquitín, todo hay que decirlo aunque no dejan de ser 35 kilómetros cuadrados y una población de 12500 habitantes a los que hay achuchar estos últimos dias de campaña para animarlos a votar.

El puerta a puerta es demoledor y es la forma habitual de hacer la campaña en Galicia, se puede hacer de varias formas, y si es organizado mucho mejor. Nosotros no somos nada organizados, y así estamos unos más cansados que otros, quizá, los que nos jugamos más estemos mucho más implicados.

El fin de semana ha tenido de todo lo de estos días, pegadas de carteles, reparación de pancartas y banderolas que el viento del norte ha destrozado y la mano de militantes del PP con poco espíritu democrático han arrancado, más actos públicos para hacerse ver, más puerta a puerta, niños, globos, caramelos, preparar sobres con votos, programas, subir cuestas, bajar otras, tener cuidado con los perros que tiene la gente en sus casas, un tutum revolutum, un auténtico caos, y yo, que soy un irresponsable y quiero disfrutar de mi pueblo hasta el último día, voy y decido seguir haciendo campaña por las madrugadas, de copas, campaña psicológica. Ayer cerré un pub a las 7 de la madrugada y porque el cuerpo ya no aguantaba más. Tres horas después estaba otra vez a pie, repartiendo votos por las casas.

Este fin de semana también ha tenido el PP su acto central, un mitin en el mismo lugar donde una semana antes habíamos tenido nosotros el nuestro, con varios altos cargos de su partido. Quince minutos después de terminar el mitin tenía una llamada de teléfono, una tía mía había ido a verlo, el resultado, un poco menos de gente que nosotros, no consiguieron llenar el aforo, los altos cargos cargaron contra Zapatero y la crisis, el alcalde se vio una vez más con pocos recursos. Una hora después pasaban con caras largas, psicologicamente les habíamos ganado otro tanto en tan solo dos horas. Aunque lo importante es el día 22.

Hoy acudimos a un concierto de la banda de música del ayuntamiento. Un truño, sinceramente. Nada más llegar, en primera fila los concejales por aquello del protocolo, y la fila de detrás vacía, y allí fuimos nosotros a ocupar las sillas, momento que aprovechó un concejal para quitarle la silla a nuestra candidata. Pimpf, que está muy atento allí cogió unas sillas plegables y para que se le escuchase bien dijo "será por sillas, como vamos a permitir que una mujer se quede de pie". Otro pequeño gol.

Podría contar una y mil anécdotas, pero casi mejor os dejo descansar y os prometo que el post de mañana no tendrá nada que ver con la política, mañana hablaré sobre el día de las letras gallegas.